La Audiencia ordena reabrir el caso de la pitada al himno en la final de la Copa del Rey

Los asuntos iniciados por Manos Limpias en la Audiencia Nacional antes de abrirse la investigación contra esa asociación siguen su curso. La sección tercera de la AN ha ordenado al juez Fernando Andreu que reabra el caso sobre la pitada al himno de España durante la final de la Copa del Rey del 30 de mayo de 2015 en el Camp Nou. La decisión llega tras el recurso de la Fiscalía, al que se adhirieron el sindicato de funcionarios -cuyo líder ha sido encarcelado por presuntas extorsiones- y el partido político VOX. Andreu archivó el caso argumentando que en 2009 ya se sobreseyó otra denuncia por una pitada similar, con el apoyo del Ministerio Público.

El tribunal, sin embargo, asegura que la situación ha cambiado. "El ambiente institucional respecto a la independencia de Cataluña en el año 2009 es muy diferente al de 2015. Basta ver como hecho notorio los acontecimientos y, sobre todo, las decisiones políticas de los órganos de gobierno de Cataluña en orden de conseguir la independencia", sostienen los magistrados. "Lo que no puede compartirse es la vejación a los símbolos de la nación española, como es su himno, y al jefe del Estado, de una manera planificada", añaden.

El tribunal, formado por los magistrados Alfonso Guevara, Antonio Díaz Delgado (ponente) y Fermín Echarri, sostiene que la pitada se produjo "aprovechando la publicidad a través de los medios de comunicación que secundaron el evento deportivo", lo que potenciaba, mantienen, "el deseo de menospreciar a España tanto en el ámbito nacional como internacional, lo que conlleva una situación desproporcionada que excede de una mera situación desagradable". La resolución señala que, a la entrada del estadio, "se repartieron silbatos entre los asistentes para magnificar el acto lesivo", lo que demostraría "una voluntad coordinada hacia el menosprecio a los símbolos de España".

"La cuestión", según los magistrados, "es si se planificó la pitada de tal manera que el himno nacional español se hiciera de todo punto inaudible, que es tanto como si no se hubiera ejecutado, siendo a su vez una forma de menosprecio y vejación a la figura del Rey". El auto asegura que el himno "está jurídicamente protegido" por el real decreto que lo regula (1560/1997), por lo que "es algo más que una melodía". "Es un símbolo o emblema de la nación española, tanto desde el ámbito nacional como internacional", mantienen.

La resolución afirma que la libertad de expresión "tiene sus límites como todo derecho", "como por ejemplo en la protección que se dispensa al honor, o a las ideas y creencias de los demás". Por eso, insisten los magistrados, "debe determinarse si los actos ejecutados con una desproporción no justificada para la defensa de las ideas propias, obedecieron a un plan determinado y premeditado para ofender y despreciar" al Rey y al himno, "al no resultar admisible el insulto o las calificaciones difamatorias", concluyen.