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Miguel Blesa reclama al exjuez Elpidio Silva 500.000 euros para no demandarle
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MEDIANTE UN DURO BUROFAX

Miguel Blesa reclama al exjuez Elpidio Silva 500.000 euros para no demandarle

El expresidente de Caja Madrid no tiene misericordia. Y aunque su nombre haya aparecido en los papeles de Panamá, está dispuesto a sacar rendimientos de debajo de las piedras

Foto: Miguel Blesa en una imagen de archivo (Gtres)
Miguel Blesa en una imagen de archivo (Gtres)

El que no corre vuela. Ni irregularidades al frente de Caja Madrid, ni créditos extraños a empresas ‘amigas’ como Marsans, ni operaciones más extrañas como la compra del City National Bank of Florida, ni tarjetas ‘black’ ni sospechosas prácticas de colocar preferentes entre los pequeños ahorradores, ni papeles de Panamá. Nada de eso parece afectar al expresidente de la caja madrileña, Miguel Blesa, a quien el juez Elpidio Silva metió en la cárcel. El banquero logró enseguida la libertad y ahora le exige al ya exjuez (Silva fue expedientado e inhabilitado por 17 años por sus superiores tras el ‘caso Blesa’) una indemnización de 500.000 euros a cambio de no presentarle una nueva demanda. Tal y como suena: el expresidente de Caja Madrid no tiene misericordia. Y aunque su nombre haya aparecido en los papeles de Panamá, está dispuesto a sacar rendimientos de debajo de las piedras.

En un burofax enviado a Silva, Blesa le reclama esos 500.000 euros, pero el abogado del exbanquero, Carlos Aguilar, le pide, además, otros 50.000 euros por los daños y perjuicios sufridos al haber sido “igualmente perjudicado por una resolución judicial prevaricadora por la que también ha sido usted condenado, al haber arbitrariamente imputado y haberme causado tanto la imputación como su difusión pública los consiguientes daños y perjuicios”. En total, pues, se le piden a Elpidio Silva 550.000 euros como indemnización. Y zanja el escrito, en tono tajante: “Me permito, finalmente, poner en su conocimiento que, si en el plazo de 10 días desde la recepción de la presente no atiende este requerimiento, procederemos a interponer la oportuna demanda en reclamación de los daños y perjuicios causados por los delitos que usted cometió”.

En la comunicación, Blesa recuerda que Silva fue condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid el 6 de octubre de 2014 (lo que luego confirmó el Supremo en abril del 2015) “como autor responsable de un delito continuado de prevaricación judicial en concurso de dos delitos contra la libertad individual”. El motivo había sido dictar prisión provisional para el presidente de Caja Madrid.

El primer auto de prisión lleva fecha de 16 de mayo de 2013. El juez dictaba prisión por los presuntos delitos de falsedad en documento público y apropiación indebida por haber provocado un ‘agujero’ de 500 millones en Caja Madrid. Un día después, Blesa dejaba la prisión tras depositar una fianza de 2,5 millones. Había tardado menos de 17 horas en reunir el dinero de la libertad. El 5 de junio siguiente, el banquero fue detenido de nuevo por los mismos delitos y fue puesto en libertad el 20 de junio tras una petición de la Fiscalía en este sentido.

Los motivos de la petición

El burofax justifica la ‘indemnización’ de 500.000 euros por “la pérdida de libertad de don Miguel Blesa, quien por dos veces fue privado de este derecho fundamental en virtud de sendos autos judiciales declarados prevaricadores”. Además, añade como motivo el haber tenido que depositar 2.500.000 euros por “la constitución de una fianza” por ese importe “y la pérdida de disponibilidad de dicha suma durante el tiempo en que estuvo constituida ante el juzgado de instrucción número 9 de Madrid”.

Al margen, también añade como causas justificativas los “daños morales y la lesión del honor”, así como “los gastos de defensa y representación devengados por su defensa frente a las actuaciones prevaricadores por usted dictadas”.

Por último, Blesa considera que le ha de indemnizar por “los daños irrogados y el lucro cesante”, ya que durante el tiempo que estuvo detenido el exdirectivo bancario no pudo continuar desarrollando su actividad profesional “a causa de su indebida imputación y encarcelamiento, especialmente los ceses en los consejos de Administración de los que era miembro”.

Este mes de abril se cumple un año de la sentencia del Supremo que ratificaba la sentencia a Silva. Pasado este tiempo, ya no podrían reclamar

A pesar de sus quejas, Miguel Blesa tiene sobre su persona varias investigaciones. Con posterioridad, fue imputado nuevamente por la Audiencia Nacional. Su nombre figura en varios sumarios relacionados con escándalos. El primero es el que investiga supuestas irregularidades durante su mandato al frente de Caja Madrid.

El segundo sumario hace referencia a las tarjetas ‘black’ de la entidad, con las que los directivos gastaban lo que les venía en gana con cargo a las cuentas de la caja. Blesa había apuntado 436.700 euros en gastos con cargo a su tarjeta. El último caso es el de las preferentes, como consecuencia de las cuales miles de rentistas reclaman a las cajas su dinero, perdido por las sospechosas prácticas de la entidad durante años. Para más inri, el nombre de Miguel Blesa es uno de los afortunados que aparecen en los papeles de Panamá. Genio y figura.

Fuentes cercanas a la defensa de Miguel Blesa declinaron realizar cualquier comentario al respecto sobre la petición del exbanquero. Igualmente, fuentes cercanas a Elpidio Silva rechazaron hacer declaraciones sobre la petición al exjuez. Fuentes jurídicas, en cambio, señalaron a este diario que un requerimiento de estas características “es la fórmula legal para interrumpir la prescripción de la causa”. Ello tiene un motivo: este mes de abril se cumple un año de la sentencia del Supremo que ratificaba la sentencia a Silva. Pasado este tiempo, ya no podrían reclamar. Y los abogados de Blesa se habían reservado la acción civil una vez concluido el procedimiento penal. Por ello, el procedimiento habitual es presentar el requerimiento, a la espera de poder plantear luego la correspondiente demanda o no. En este caso, según estas fuentes, se ha requerido al juez para que pague, pero Blesa dirigirá también una reclamación a la aseguradora del CGPJ para que pueda hacer frente a la responsabilidad civil en el caso de que Elpidio Silva no pueda pagar la indemnización.

El que no corre vuela. Ni irregularidades al frente de Caja Madrid, ni créditos extraños a empresas ‘amigas’ como Marsans, ni operaciones más extrañas como la compra del City National Bank of Florida, ni tarjetas ‘black’ ni sospechosas prácticas de colocar preferentes entre los pequeños ahorradores, ni papeles de Panamá. Nada de eso parece afectar al expresidente de la caja madrileña, Miguel Blesa, a quien el juez Elpidio Silva metió en la cárcel. El banquero logró enseguida la libertad y ahora le exige al ya exjuez (Silva fue expedientado e inhabilitado por 17 años por sus superiores tras el ‘caso Blesa’) una indemnización de 500.000 euros a cambio de no presentarle una nueva demanda. Tal y como suena: el expresidente de Caja Madrid no tiene misericordia. Y aunque su nombre haya aparecido en los papeles de Panamá, está dispuesto a sacar rendimientos de debajo de las piedras.

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