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El Gobierno plantea que los secretarios de Estado informen al Congreso
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CONFLICTO ENTRE EL EJECUTIVO EN FUNCIONES Y EL PARLAMENTO

El Gobierno plantea que los secretarios de Estado informen al Congreso

El PSOE fuerza el choque y, junto con otros grupos parlamentarios, está dispuesto a citar para la próxima semana a Rajoy y a los ministros para plantear preguntas e interpelaciones

Foto: El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), el pasado 4 de marzo en el Congreso de los Diputados. (EFE)
El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy (d), el pasado 4 de marzo en el Congreso de los Diputados. (EFE)

El Gobierno en funciones sigue convencido de que no puede ni debe ser controlado por un Congreso que no loeligió, pero ha buscado fórmulas para evitar el choque institucional que preparan la mayoría de los grupos parlamentarios. En La Moncloa manejan la posibilidad de ofrecer a la Cámara que sean los secretarios de Estado (que no están cesados como los ministros) los encargados de dar explicaciones a las distintas comisiones del Congreso sobre la gestión de sus respectivos departamentos. Sería la ampliación del método seguido por el Ejecutivo para recabar el aval del Congreso ante las reuniones del Consejo Europeo para el Brexit y el acuerdo con Turquía sobre los refugiados.

En fuentes gubernamentales, insisten en recordar que carecen de iniciativa de decisión política y legislativa que pueda ser sometida al control ordinario de la Cámara, pero los grupos parlamentarios, con el PSOE y Ciudadanos al frente, están dispuestos a citar para la próxima semana a Mariano Rajoy y a los ministros para plantear preguntas e interpelaciones.

Tras convocar a Morenés y hacer lo propio con la ministra de Fomento, las relaciones entre la dirección del Congreso y el Ejecutivo han quedado rotas

Como si el gabinete no estuviera de cuerpo presente, la Cámara se prepara además para obviar que no ha cumplido la primera de sus obligaciones constitucionales:investir un presidenteque pueda formar un Gobierno que controlar.

Después de convocar al titular de Defensa, Pedro Morenés, antes de Semana Santa ante la comisión correspondiente y hacer lo propio con la ministra de Fomento para esta misma semana, las relaciones entre la dirección del Congreso y el Ejecutivo han quedado rotas.

Socialistas, riveristas ypodemitasacusan de rebeldía al Gobierno en funciones. En La Moncloa y en la sede de Génova, consideran que la maniobra parlamentaria es un intento de representar en el Parlamento un frente anti-PP por la vía del acoso a Rajoy y los principales ministros para ir preparando la campaña con vistas ala repetición de elecciones el 26 de junio.

El último intento de abrir cauces de diálogo lo protagonizaron el pasado 18 de marzo el presidente del Congreso, Patxi López, y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. La entrevista vino precedida de un cruce de cartas entre el propio López y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. El acuerdo parecía entonces factible. López defendía la teoría de que el Gobierno debía rendir cuentas ante el legislativo, pero también admitía que el control no podía ser "el ordinario".

En La Moncloa y en la sede de Génova, consideran que la maniobra es un intento de representar un frente anti-PP por la vía del acoso a Rajoy y los ministros

En el Gobierno se planteaban la conveniencia de enviar a los secretarios de Estado a las comisiones parlamentarias correspondientes a explicar o pedir avales cuando se diera el caso de tener que tomar alguna decisión fuera de la gestión ordinaria o administrativa de cada departamento, como ya había ocurrido en materia de política exterior para los consejos europeos. Rajoy necesitaba la "aquiescencia" de la Cámara para acudir a Bruselas a apoyar el acuerdo con Turquía sobre inmigración. Una situación parecida se dará en breve cuando el titular de Economía, Luis de Guindos, tenga que acudir a instancias de la UE con el plan de estabilidad.

Hasta ahora no ha sido posible buscar un punto intermedio entre el control ordinario de la Cámara (plenos contra Rajoy y los ministros) que quieren PSOE, Ciudadanos y Podemos y el rechazo absoluto del Gobierno en funciones a dar explicaciones al Congreso. López ha pasado a defender al pie de la letra la posición de su partido y el Ejecutivo no ha puesto sobre la mesa otra salida que el cumplimiento estricto del informe jurídico sobre el caso: no cabe el control sobre un Gobierno 'caducado' salvo en situaciones excepcionales.

El Gobierno en funciones sigue convencido de que no puede ni debe ser controlado por un Congreso que no loeligió, pero ha buscado fórmulas para evitar el choque institucional que preparan la mayoría de los grupos parlamentarios. En La Moncloa manejan la posibilidad de ofrecer a la Cámara que sean los secretarios de Estado (que no están cesados como los ministros) los encargados de dar explicaciones a las distintas comisiones del Congreso sobre la gestión de sus respectivos departamentos. Sería la ampliación del método seguido por el Ejecutivo para recabar el aval del Congreso ante las reuniones del Consejo Europeo para el Brexit y el acuerdo con Turquía sobre los refugiados.

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