López enfría el conflicto: deja la respuesta a los grupos y para después de Semana Santa

El presidente del Congreso, Patxi López, empieza a recular en el conflicto que ha planteado en la Cámara con el Gobierno, al pretender que se someta a las preguntas e interpelaciones del PSOE, Podemos y Ciudadanos aunque esté 'caducado' y carezca de capacidad política y legislativa. De la amenaza de recurrir directamente al Tribunal Constitucional por considerar en rebeldía al Ejecutivo en funciones, López ha pasado a dejar cualquier decisión en manos de los portavoces parlamentarios, después de Semana Santa, y a reabrir el diálogo personal con el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Luis Ayllón.

Patxi López responde así a la carta que este miércoles le envió la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para recordarle que la primera obligación constitucional del Congreso es conseguir la investidura de un jefe del Ejecutivo y advertirle de que los actuales miembros del mismo, al estar cesados desde el 21 de diciembre, no pueden responder políticamente ante las nuevas Cámaras de nada porque se limitan a tomar decisiones administrativas a la espera del relevo.

Santamaría insistía en la misma posición ya defendida por Ayllón la semana anterior en el Congreso, al ver que PSOE, Podemos y Ciudadanos se disponían a solicitar comparecencias de los ministros salientes, por los más variados asuntos, para someterlos a sesiones de control parlamentario en pleno y comisiones en clave de precampaña electoral contra el PP.

López se ha ratificado desde la Cámara en que él cree lo contrario, que los grupos parlamentarios tienen derecho a controlar a los ministros en funciones de la legislatura anterior, aunque reconoce que “no del todo”, ni como si fueran miembros de un hipotético Gobierno sí elegido por el Congreso actual.

En un tono ya conciliador, el presidente de las Cortes ha anunciado que el “conflicto institucional” del que él mismo habló antes ya no es para tanto ni puede protagonizar la vida política en pleno bloqueo del arranque de la legislatura. Por ello, ha entregado a los portavoces parlamentarios la carta de Sáenz de Santamaría y dejado para la junta prevista el día 29 de este mes que sean ellos los que decidan qué hacer. Solo el pleno de la Cámara puede plantear un conflicto de atribuciones ante el Tribunal Constitucional para que dirima quién tiene la razón, y ya no lo podrá hacer hasta entrado abril.

Mientras tanto, López quedará con Ayllón, que no está en funciones por ser secretario de Estado, para buscar alguna solución al caso.