Iberia pagó 310.000 € a su exCEO por probar que buscaba trabajo con solo cinco correos

Cinco correos electrónicos para justificar una pensión mensual de 52.667 euros que Rafael Sánchez-Lozano, exconsejero delegado de Iberia, cobró durante seis meses. El Juzgado de lo Mercantil número 9 de Madrid decidirá en breve si anula o no la junta general ordinaria de IAG (dueña de la aerolínea) que en junio de 2014 aprobó las cuentas de 2013 y, por extensión, la suculenta indemnización que recibió Sanchez-Lozano: superior al millón de euros. La Asociación de Afectados por el Desmantelamiento de Iberia (AadIberia), que representa a 2.200 extrabajadores y familiares, impugnó por la vía civil el acuerdo de la junta, el primer paso para poder exigir a IAG que pida a Sánchez-Lozano que devuelva la indemnización, incluidos los 316.000 euros que cobró durante esos seis meses como ayuda mientras buscaba un nuevo empleo.

La demanda que puso la asociación sostenía que la retribución percibida por Sánchez-Lozano "no obedecía a las percepciones fijadas en los estatutos de la compañía para los miembros del consejo, obedeciendo tan solo a una prebenda pagada por su colaboración en los planes que permitieron el despido, a través de un ERE, de más de 3.000 trabajadores en condiciones más que favorables para la empresa. En función del tiempo que Sánchez-Lozano trabajó para la compañía, se le pagó una indemnización equivalente a 500 días de salario por año trabajado", explican los abogados de la asociación. Un portavoz de IAG señala que "no tenemos comentarios que añadir respecto a lo señalado ante el juez".

Sánchez-Lozano fue consejero delegado de Iberia entre julio de 2009 y marzo de 2013. En ese tiempo, negoció el ERE que afectó a 3.100 trabajadores

Sánchez-Lozano fue consejero delegado de Iberia entre el 9 de julio de 2009 hasta el 27 de marzo de 2013. En ese tiempo, negoció el expediente de regulación de empleo que afectó a 3.100 trabajadores, uno de cada seis empleados de la aerolínea. Fue sustituido por Luis Gallego. En la demanda, la asociación mostró especial énfasis en la pensión que Sánchez-Lozano percibió en los meses de octubre, noviembre y diciembre de 2013 y enero, febrero y marzo de 2014, semestre en el que recibió la cantidad mensual de 52.667 euros como ayuda mientras buscaba otro trabajo. ¿Cómo comprobó IAG que su exdirectivo estaba buscando empleo? Fue uno de los campos de batalla de la asociación, que logró que el juzgado reclamara a IAG las pruebas de cómo verificó los esfuerzos de Sánchez-Lozano para encontrar una nueva ocupación.

Entrevistas y citas

En el juicio, celebrado el 5 de febrero, el representante de IAG solo aportó la correspondencia mantenida vía correo electrónico con Sánchez-Lozano. El primer 'mail' se envió el 12 de septiembre de 2013, el mes anterior a que empezara a cobrar la pensión. En él, el gerente del departamento de administración de IAG le informaba: "Querido Rafael. Como sabes, IAG ha acordado pagarte 52.667 mensuales entre el 31 de octubre de 2013 y el 31 de marzo de 2014 según los términos del acuerdo firmado a principios de este año. Esto está sujeto a que IAG pueda comprobar que has cumplido con tus obligaciones de encontrar un trabajo alternativo. Si encuentras este tipo de trabajo, las sumas mensuales se verán reducidas por las ganancias atribuibles a tu trabajo en el mes en cuestión".

El portavoz de IAG le informaba además de que para aprobar los pagos mensuales necesitaba que Sánchez-Lozano le comunicara sus "esfuerzos para encontrar trabajo, cualquier oferta y las condiciones, cualquier trabajo realizado y las remuneraciones percibidas". Cuatro días después, el exdirectivo contestaba que "en los últimos meses" ya había tenido entrevistas con seis "cazatalentos" en Madrid y Londres y otras 26 entrevistas con "hombres de negocio relevantes". Sin éxito, eso sí.

Correos parecidos se repitieron el 4 de noviembre, el 2 de diciembre, el 13 de enero y el 5 de marzo. En todos ellos, Sánchez-Lozano señalaba que había mantenido muchas entrevistas de trabajo y contactos para "explorar oportunidades de trabajo", más de 40, sin ningún éxito. En uno de los correos, aseguraba incluso que había ganado unos 1.000 euros en unos "trabajos menores de consultoría".

Sin más comprobaciones

"IAG no hizo más comprobaciones. Así lo dijo en el juicio su representante. Le bastó la palabra de su exconsejero delegado. Creemos que ha quedado demostrado, entre otras cuestiones, que IAG pagó al señor Sánchez-Lozano una retribución de 316.000 euros sin haber efectuado más comprobación para su pago que las propias manifestaciones del beneficiario, lo que demuestra que la retribución percibida por el señor Sánchez-Lozano no obedece a cuestiones previamente fijadas en su contrato de trabajo o en los estatutos de la sociedad, sino a un simple premio por los servicios prestados". El juicio ha quedado visto para sentencia.