Sigue el esperpento en el Congreso: PSOE, Podemos y C's quieren legislar sin Gobierno

Sigue el esperpento en el Congreso después del espectáculo de plató televisivo de la constitución de la Cámara. PSOE, Ciudadanos y Podemos registran o anuncian iniciativas parlamentarias en las que obvian que no hay Gobierno (ni negociaciones para formarlo) o pretenden instar al Ejecutivo en funciones, el elegido por la Cámara de la anterior legislatura. Hasta quieren convocar plenos del Congreso sin aclarar si concurriría el Gabinete que está de cuerpo presente o si el banco azul quedaría vacío.

A las innovaciones en los juramentos de la Constitución con proclamas y puños en alto o la presencia de menores en el hemiciclo en el arranque de la XI Legislatura, se suman ahora las que afectan al proceso legislativo. Como si la primera obligación del Congreso no fuera elegir al jefe del Gobierno, socialistas, podemitas y Ciudadanos han adelantado sus primeras proposiciones de ley y no de ley antes de sentarse a resolver el bloqueo institucional que tienen sobre la mesa por el rechazo a establecer pactos.

Pedro Sánchez rechaza la oferta de entendimiento “constitucionalista” que le hace Mariano Rajoy, Pablo Iglesias se resiste a la petición que hace el secretario general del PSOE para ser investido como presidente “del cambio” (frente popular más independentistas) y Albert Rivera descarta entrar en coalición con Podemos. Pero Sánchez (90 diputados sobre 350) y Rivera (40), sin saber todavía si van a estar en el poder o en la oposición, han presentado sus primeras iniciativas parlamentarias como si se pudieran hacer realidad en las próximas fechas, y hasta aplicar sin que haya un Ejecutivo en marcha.

El dirigente socialista llevó al registro del Congreso buena parte de su programa electoral, el paquete de derogaciones y contrarreformas conocido (como la laboral o la de Administración local), pese a que afecta a leyes orgánicas (requiere mayoría absoluta para cambiarlas) y entra de lleno en los Presupuestos del Estado vigentes para disparar el gasto.

Las propuestas afectan al principio del equilibrio presupuestario incluido en el artículo 135 de la Constitución por acuerdo del PSOE y el PP del verano de 2011 y van en contra de la ley orgánica que la desarrolla. De momento, Sánchez no tiene mayoría parlamentaria para poder aprobar nada ni acuerdo de Gobierno que le permita acometer la parte práctica, reglamentaria y presupuestaria de sus contrarreformas.

Dentro de la pugna con Pablo Iglesias por el espacio de la izquierda parlamentaria y electoral, el dirigente socialista se limita a adelantarse en el registro del Congreso a los de Podemos, que han anunciado medidas de ayudas sociales y subvenciones varias similares a las del PSOE.

Albert Rivera es más sutil en la cuestión del procedimiento, pero apuesta por igual para mantener la presencia pública de sus propuestas y líneas fundamentales de campaña electoral. Su iniciativa estrella es una proposición no de ley para instar al Gobierno en funciones a defender la unidad de España ante el reto separatista en Cataluña y tomar todas las medidas necesarias para frenar los planes del sucesor de Artur Mas, Carles Puigdemont.

La propuesta de Ciudadanos es muy parecida a la que promovió en febrero de 2014 en el Congreso Rosa Díez y que fue aprobada con los votos del PP, el PSOE y UPyD. El Gobierno de Rajoy ya quedó ‘instado’ y respaldado en la pasada legislatura, y lo que quiere Rivera es que lo sea ahora con sus votos, aunque esté en funciones y sea ajeno a las nuevas Cortes.

El afán de protagonismo de PSOE, Ciudadanos y Podemos contrasta con su retraso a la hora de entrar en negociaciones para formar Gobierno, o permitir que lo haga el PP, como plantea Rajoy. Los tres quieren jugar a poner en marcha el legislativo sin que haya Ejecutivo pese a que en el modelo constitucional español el Gobierno emana directamente del Parlamento.

Desde 1978, nunca se ha puesto en marcha la elaboración de leyes en el Congreso sin un Gobierno formado para promoverlas o aplicarlas. De hecho, el reglamento de la Cámara prevé que la apertura solemne de la legislatura, con la presencia de los Reyes, se celebre a las dos semanas de constituidas las Cámaras. Y se desarrolla con los miembros del nuevo Gobierno sentados en el banco azul. La previsión después de los resultados del 20-D es que en ese plazo no haya ni sesión de investidura.