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La Nochevieja pone a prueba los dispositivos de seguridad contra la amenaza yihadista
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el número de combatientes españoles se eleva a 143

La Nochevieja pone a prueba los dispositivos de seguridad contra la amenaza yihadista

España celebrará por primera vez la entrada en año nuevo con un nivel 4 de alerta a antiterrorista y con el miedo recorriendo toda Europa por la fijación del Estado Islámico por atentar en Navidad

Foto: la Policía Nacional controla a las miles de personas que celebran hoy la Nochevieja. (EFE)
la Policía Nacional controla a las miles de personas que celebran hoy la Nochevieja. (EFE)

Las celebraciones de Nochevieja van a poner a prueba la seguridad de España ante el desafío del terrorismo islamista. Será la primera vez que se celebra la entrada en año nuevo con un nivel 4 de alerta antiterrorista, sólo un escalón por debajo del más alto que existe. Y a esa amenaza se suma el interés que ya han mostrado públicamente las principales organizaciones yihadistas en numerosas ocasiones por atentar en Europa en un período festivo tan simbólico para el cristianismo como la Navidad.

Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por este diario insisten en que no se ha detectado en las últimas semanas una amenaza específica contra intereses nacionales, ni dentro ni fuera de las fronteras españolas, una información confirmada por el propio Ministerio del Interior. Según los expertos de las fuerzas de seguridad, el riesgo al que se enfrenta estos días España similar al que afrontan otras potencias europeas, con la ventaja de que nuestro país es uno de los que menos combatientes ha aportado a las filas del Estado Islámico.

Combatientes extranjeros

Según el último dato oficial, al que ha tenido acceso este diario, el número de yihadistas españoles que se habrían desplazado a Siria e Irak para unirse al grupo terrorista ha ascendido a al menos 143, cuatro más de los que se contabilizaban hasta ahora. El número es inquietante pero está lejos de los 1.800 radicales que habrían salido de Francia y los 400 procedentes de Bélgica, que tiene una población total de 11,3 millones de habitantes.

Fuentes de la lucha antiterrorista insisten en que no se ha detectado en las últimas semanas una amenaza específica contra intereses nacionales

Con todo, se han tomado medidas especiales para garantizar la seguridad en Nochevieja, en su mayoría, contemplados en el nivel 4 de alerta antiterrorista. La presencia policial se ha incrementado en las calles así como en puertos, redes de transporte subterráneo, estaciones de tren y autobús y aeropuertos y otras infraestructuras esenciales para la telecomunicaciones y el abastecimiento de energía. Pero el nivel 4 de alerta también implica un control especial de grandes aglomeraciones.

Aforo limitado en la Puerta del Sol

En ese sentido, el Ayuntamiento de Madrid ha movilizado a 600 agentes de la Policía Municipal, bomberos y sanitarios en el operativo de seguridad de esta noche. Por primera vez, agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal controlarán el acceso de público a la tradicional celebración de la Nochevieja en la Puerta del Sol. El consistorio ha limitado el aforo de la plaza para evitar incidentes. Tan sólo podrán entrar 25.000 personas que serán previamente registradas en dos controles diferentes. Cuando se alcance el límite de aforo, se cerrarán los accesos.

En Barcelona también se ha reforzado el dispositivo de seguridad por la amenaza terrorista. Hasta ahora, lo habitual era que se movilizara a 500 efectivos de los Mossos d`Esquadra y la Guardia Urbana, pero esta edición se ha aumentado en 230 el número de agentes de la policía autonómica y se desplegarán unidades especiales por la ciudad. También se controlarán los accesos de público a las zonas más frecuentadas.

Sólo podrán entrar 25.000 personas que serán antes registradas en dos controles diferentes. Cuando se alcance el límite de aforo, se cerrarán los accesos

Como reveló este diario el año pasado, no es la primera vez que el riesgo repunta en Navidad. La CIA remitió una nota a la Guardia Civil en diciembre de 2014 en la que avisaba de que se habían detectado planes para atentar contra España en estas fechas tan señaladas. Los responsables del Instituto Armado enviaron la alerta a todas las Comandancias para que los agentes extremaran la precaución. Por suerte, no se registró ningún incidente.

​Atentados frustrados

Pero el miedo recorre de nuevo estos días toda Europa. El colectivo de hackers Anonymous anunció esta semana que había abortado los planes del Estado Islámico para atentar en Italia coincidiendo con la celebración de la Navidad. En Reino Unido se han difundido mensaje de combatientes de ese mismo grupo terrorista en los que supuestamente se anima a atentar contra grandes centros comerciales, y este miércoles trascendió un mensaje de otro miembro del Estado Islámico que recomendaba robar invitaciones a grandes fiestas de Nochevieja para colarse en ellas y atacar a los asistentes. También el miércoles fueron detenidos en Turquía dos terroristas que habían cruzado al país desde Siria con el presunto objetivo de atentar en la celebración de Año Nuevo. Pretendían ejecutar ataques suicidas en la capital, Ankara.

El último ataque terrorista contra intereses nacionales se produjo hace sólo tres semanas. Los talibanes atentaron contra la Embajada de España en Kabul matando a dos policías nacionales, Jorge García Tudela e Isidro Gabino San Martín Hernández. El objeto inicial de los talibanes, como ellos mismos han asegurado, era un hotel frecuentado por occidentales cercano a la embajada pero los talibanes acabaron atrincherándose en la delegación diplomática y atacando a nacionales. Los expertos de la lucha antiterrorista consultados mantienen que ese atentado no modifica el nivel de riesgo al que afronta España.

Las celebraciones de Nochevieja van a poner a prueba la seguridad de España ante el desafío del terrorismo islamista. Será la primera vez que se celebra la entrada en año nuevo con un nivel 4 de alerta antiterrorista, sólo un escalón por debajo del más alto que existe. Y a esa amenaza se suma el interés que ya han mostrado públicamente las principales organizaciones yihadistas en numerosas ocasiones por atentar en Europa en un período festivo tan simbólico para el cristianismo como la Navidad.

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