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Rajoy acaba su mandato dejando 402 etarras en la cárcel, la cifra más baja desde 1985
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su número ha descendido un 40% durante la legislatura

Rajoy acaba su mandato dejando 402 etarras en la cárcel, la cifra más baja desde 1985

La legislatura ha concluido con 402 etarras en prisión, 275 menos de los que había en enero de 2012, a pesar de que la banda no ha logrado ninguna de sus grandes aspiraciones

Foto: "Operación Pastor" de marzo de 2015 en las calles de Pamplona contra el "frente de cárceles" de ETA. (EFE)
"Operación Pastor" de marzo de 2015 en las calles de Pamplona contra el "frente de cárceles" de ETA. (EFE)

Mariano Rajoy se ha convertido en el primer presidente del Gobierno que finaliza una legislatura sin víctimas mortales ni atentados de ETA. La banda cometió su último asesinato en Francia en marzo de 2010 y, en España, acabó con la vida de sus últimas víctimas en julio de 2009 (los guardias civiles Carlos Saenz de Tejada y Diego Salvá). Durante el mandato del Partido Popular han sido detenidos 161 miembros de la organización terrorista, 47 de ellos durante 2015. Pero los últimos cuatro años pueden considerarse positivos para el autodenominado EPPK o colectivo de presos de ETA. El número de miembros de la banda en prisión ha bajado desde los 677 que había en enero de 2012 a los 402 contabilizados el pasado 18 de diciembre. La evolución describe una caída del 40,6%.

El entorno de ETA tiene motivos para interpretar esa tendencia como una victoria. La cúpula de la banda no ha logrado sentar al Gobierno en una negociación para el final de su lucha armada y ha tenido que renunciar definitivamente a una amnistía general para sus presos, una de sus reivindicaciones históricas. Pero ninguna de esas derrotas ha impedido que su militancia en prisión, que supone casi el 100% de toda su estructura, haya descendido meteóricamente hasta niveles de 1985, según los datos que maneja Etxerat, la asociación de familiares y allegados de reclusos etarras.

Se da la paradoja de que, a falta de datos oficiales de Instituciones Penitenciarias, que no ofrece información sobre los presos de la banda, las únicas cifras que existen son las que proporciona Etxerat, que deja fuera de su estadística a los reclusos que han optado por desmarcarse de la disciplina de ETA. Desde el récord de 762 reclusos que se registró en 2008 se ha pasado a una cantidad inferior a los 477 de 1986, el año en el que la población de etarras en centros penitenciarios comenzó a dispararse por la espiral de violencia en la que entró la propia banda y el progresivo endurecimiento de la legislación antiterrorista.

De los 402 etarras que hay en la cárcel, 313 se encuentran en centros españoles, 138, en franceses y uno en una prisión de Lisboa. El complejo penitenciario de El Puerto de Santa María (Cádiz) es el que alberga en estos momentos el mayor número de reclusos de la banda, con 28 entre sus diferentes módulos, la mayoría de los considerados altamente peligrosos. Le sigue la cárcel valenciana de Picassent, con otros 20 reclusos de ETA.

Las detenciones caen, los cumplimientos suben

El principal motivo del descenso de la población reclusa de ETA es la entrada de la organización terrorista en una fase casi terminal en la que apenas dispone de una decena de integrantes en activo. La lucha antiterrorista se ha mantenido después del cese definitivo de la violencia anunciado por ETA en octubre de 2011, pero el número de detenciones está lejos de las cifras que se alcanzaban en los años 90 y la primera década del siglo. Las 161 detenciones del mandato de Rajoy contrastan, por ejemplo, con las 397 que se produjeron durante la primera legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero (2004-2008) y las 342 de la segunda (2008-2011). ETA tiene menos actividad y militantes y, por tanto, se producen menos detenciones. La mayor operación contra la banda de este año se produjo en septiembre y se saldó con sólo cuatro detenidos, los dirigentes Iratxe Sorzábal y David Pla y otros dos colaboradores.

Por contra, durante esta legislatura se han disparado las salidas de prisión. Los integrantes de la organización terrorista que ejecutaron algunos de sus atentados más sanguinarios en los años 80 han ido alcanzando progresivamente el límite de 30 años que pueden permanecer como máximo en prisión según la legislación que se le aplicó entonces. Pero en la reducción drástica de su número durante esta legislatura ha tenido una influencia fundamental la derogación de la conocida como doctrina Parot en octubre de 2013. La resolución del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo provocó la excarcelación casi automática de más de 60 etarras a los que se había modificado el cómputo de los beneficios penitenciarias para tratar de impedir su salida a la calle por la vía rápida.

Sólo en el último año hay 67 menos etarras encarcelados, un 14,2% menos, y la tendencia únicamente puede mantenerse durante los próximos años hasta reducir la población reclusa de la banda a cifras testimoniales. ETA no puede atribuirse triunfos pero el tiempo le está permitiendo aliviar las tensiones del frente de presos, uno de los que más dificultades le ha generado en los últimos años.

Mariano Rajoy se ha convertido en el primer presidente del Gobierno que finaliza una legislatura sin víctimas mortales ni atentados de ETA. La banda cometió su último asesinato en Francia en marzo de 2010 y, en España, acabó con la vida de sus últimas víctimas en julio de 2009 (los guardias civiles Carlos Saenz de Tejada y Diego Salvá). Durante el mandato del Partido Popular han sido detenidos 161 miembros de la organización terrorista, 47 de ellos durante 2015. Pero los últimos cuatro años pueden considerarse positivos para el autodenominado EPPK o colectivo de presos de ETA. El número de miembros de la banda en prisión ha bajado desde los 677 que había en enero de 2012 a los 402 contabilizados el pasado 18 de diciembre. La evolución describe una caída del 40,6%.

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