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"El 1 de enero, papel cero": la Justicia se prepara para su 'efecto 2000'
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EL RETO INMINENTE DE LA DIGITALIZACIÓN

"El 1 de enero, papel cero": la Justicia se prepara para su 'efecto 2000'

Dentro de dos semanas, será obligatorio que las comunicaciones con los juzgados sean telemáticas. Los abogados temen el colapso del sistema y varias CCAA consideran imposible cumplir los plazos

Foto: Un juzgado de Valdemoro, Madrid. (EC)
Un juzgado de Valdemoro, Madrid. (EC)

"Las carpetillas rosas son de este año. Las amarillas, de 2014. Las azules de 2013, las verdes de 2012, las rojas de 2011...". Las paredes del juzgado de lo Mercantil nº10 de Madrid están cubiertas de estanterías con decenas de gruesos tomos de papel a distintas alturas. El primer vistazo impresiona, pero que nadie se asuste: aquí el panorama es prácticamente idílico. "Somos un juzgado relativamente nuevo y llevamos buen ritmo de trabajo, si vas a otros más antiguos, ya verás". Vamos, y vemos pilas de folios sobre las sillas, sujetas por gastadísimas gomas que parecen a punto de rendirse. También columnas de carpetas en el suelo, cercando en dudoso equilibrio las mesas de los funcionarios, silenciosos habitantes de sus precarios castillos de papel.

En los últimos meses, hay una frase que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, repite como un mantra: "El 1 de enero, papel cero". Es el resumen del plan de digitalización de la Administración de Justicia, cuyo último avance se ha producido a finales de noviembre con la publicación del decreto de implantación definitiva de LexNet, un sistema de comunicación electrónico que será de uso obligatorio para abogados y procuradores a partir del 1 de enero de 2016. Conseguir que los profesionales se comuniquen con la Administración por vía telemática es solo el primer paso hacia un futuro en el que, según Catalá, "dejaremos de ver carritos de supermercado por los juzgados".

Pero cuando se repite la frase del ministro en los pasillos de los juzgados, las reacciones van de la risa contenida a la cara de póquer."Nosotros lo vemos inviable para el 1 de enero", explica Juan José Carral, portavoz del sector de Justicia deCSIF(Central Sindical Independiente y de Funcionarios). "A fecha de hoy, en la Comunidad de Madridno estamos preparadosni informados, los funcionarios no saben más que lo que ven en los medios".

La dispersión normativa por comunidades autonómas es (solo) uno de los principales problemas: la Justicia es competencia exclusiva del Estado, pero 12 CCAA han asumido su administración, mientras que en Baleares, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia sigue siendo estatal. Existen muchos sistemas distintos de gestión procesal (Adriano, Minerva, Cicerone...) y la mayoría son incompatibles entre sí. "La mitad de los de Madrid utilizan Libra, un programa que el ministerio dejó de usar hace una década", señala Carral. En el registro de los juzgados de Plaza de Castilla, donde desfilan abogados para depositar documentos, la sensación es la misma: "No sabemos nada, aquí no tenemos LexNet".

Algunas comunidadescomoAndalucía,Aragón, Cataluña,Comunidad Valencianao Canariasya han manifestado abiertamente que no están en condiciones de implantar LexNet para principios de año en todos sus juzgados, a pesar de que la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil obliga a ello.

Hay más escépticos. A finales de octubre, la reunión nacional de los jueces decanos (los únicos representantes elegidos por los propios jueces sin injerencias políticas) se saldó con unas durísimas conclusiones sobre el proceso de digitalización: "El modo en que se plantea ahora la gestión digital es insuficiente, inadecuado y meramente propagandístico. (…) Sin formación específica, sin medios materiales imprescindibles, con leyes sin memoria y sin incremento económico alguno, es imposible asumir la máxima de 'papel cero".

El sentir general entre los jueces, los letrados de la Administración de Justicia (los antiguos secretarios judiciales) y los funcionarios consultados por este diario es que la modernización de los procesos es bienvenida y necesaria, pero no de forma tan precipitada y coincidiendo con un cambio de legislatura. En ese sentido, la asociación progresista Jueces para la Democracia ha criticado los "fines electorales" de "un anuncio propagandístico para intentar paliar a última hora la deficiente gestión en materia de Justicia estos cuatro años".

Miedo a un colapso el primer día

Sea como fuere, la ley es clara: en el nuevo año, los abogados están obligados a comunicarse con los juzgados a través de LexNet (al menos, con aquellos que disponen del sistema), una realidad que ha causado no poca inquietud entre estos profesionales. En los últimos meses, los colegios de abogados han sido un permanente carrusel de seminarios, charlas formativas y reparto de tarjetas identificativas con firma ACA (Autoridad de Certificación de la Abogacía) y sus correspondientes lectores. Todo ello complementado con tutoriales en foros y redes sociales para solucionar las dudas técnicas que a día de hoy siguen surgiendo (especialmente entre los usuarios de Mac) en una plataforma que funciona con Java, por lo que no puede utilizarse en navegadores como Google Chrome o Microsoft Edge.

Tutorial del Consejo de la Abogacía Española

Para ser precisos, LexNet no es nuevo. De hecho, lleva años utilizándose en algunas capitales de provincia, pero solo para enviar notificaciones a procuradores. Pero, además de la obligación de ser utilizado por todos los abogados de España, la otra gran novedad del sistema es que ahora servirá para enviar a los juzgados documentos adjuntos.

Desde La Rioja, donde llevan tiempo experimentando con LexNet, el abogado David Maeztu, especializado en derecho de internet y tecnología, cuenta su experiencia: "El sistema ha ido mejorando y la interfaz es fácil de usar. Aunque es verdad que ha dado problemas técnicos en algunos sistemas operativos: yo tengo un entorno específico con Explorer para utilizarlo".

Más problemática parece la opción de adjuntar documentos: "Solo se pueden enviar 10 megas y determinados formatos de archivo, que son pdf, rtf, jpg y tif". El decreto prevé que los documentos escritos lleven un formato de pdf determinado, que es OCR (reconocimiento óptico de caracteres, para que se pueda aplicar sobre ellos un programa de edición de texto). "Y mucha gente ni lo sabe ni sabe qué programas son necesarios. Porque un texto escrito en Word o LibreOffice lo exportas a pdf y tiene OCR, pero un folio escaneado no", explica Maeztu. "Además, la cuestión es si el sistema está preparado para soportar el aluvión de todos a la vez".

Este último punto es el que más preocupa en los despachos de abogados, que temen un colapso de los servidores ante la avalancha de documentos que se subirán al sistema el primer día, en una suerte de 'efecto 2000' de la Administración de Justicia. Los técnicos del ministerio han realizado diversas pruebas de carga para probar los límites, para hasta que no llegue el 'día D' nadie se atreve a pronosticar con seguridad lo que ocurrirá.

En cualquier caso, si se quieren adjuntar documentos que pesen más de 10MB, habrá que llevarlos o enviarlos físicamente al juzgado, igual que si hay audios o vídeos. "Si hubiéramos grabado esta conversación -añade Maeztu-, no podríamos incorporarla. Es absurdo que teniendo un sistema de notificaciones electrónicas haya que llevar los cedés y los 'pendrives' a mano".

Por tanto, no está claro que vayan a desaparecer las colas en los registros, puesto que hay muchos supuestos en los que habrá que seguir recurriendo al formato físico. Por ejemplo, como explica Federico López, socio fundador de Jurídica Abogados, "cuando en el escrito inicial demandas a otra persona o empresa, hay que notificarles, porque ellos no tienen LexNet. Pero la Administración no se lo envía. La ley nos exige presentar la demanda por LexNet, imprimir la copia para la otra parte y, con el justificante de haberla presentado por LexNet, llevarla al juzgado. La ley da un plazo de tres días para hacerlo, pero en tres días yo no sé a qué juzgado le va a corresponder mi demanda, así que la tendré que dejar igualmente en el decanato. El mismo sitio en dos momentos distintos. Lo que están haciendo en Barcelona es no llevar la copia hasta que no saben a qué juzgado va, pero eso no es lo que dice la ley".

Los casos de posible coexistencia entre documentación digital y física son inagotables. Más ejemplos: la ley contempla que si se produce un fallo técnico, los documentos se podrán seguir entregando como hasta ahora. O en el caso de las personas físicas sin asistencia letrada, que durante 2016 también podrán presentar papel. "¿Y todo eso cómo se va a digitalizar?", se pregunta un secretario judicial. "Porque digitalizar no es lo mismo que escanear, y pueden ser 'tochos' en los que haya que ir hoja por hoja. Al final es más fácil imprimir lo que te presentan por vía telemática que digitalizar lo que te presentan en papel".

Si los abogados están preocupados por la inminente llegada de LexNet, la inquietud en los juzgados va más allá: si se cumplen los planes del ministerio, para el 1 de julio debe estar en funcionamiento el expediente judicial electrónico, que permitirá "que todo pueda hacerse en un clic", en palabras de Catalá.

"La ley exige que muchos documentos estén originales: letras de cambio, pagarés, facturas...", reflexiona un juez. Al preguntar a diversos trabajadores de los juzgados por elementos de digitalización problemática, la lista es interminable: cheques, contratos entre particulares, actas de comunidades de propietarios, cartas postales, testamentos, pruebas caligráficas...

"Nos dieron un curso a los secretarios judiciales, hubo muchas dudas y la verdad es que no sabían contestarlas ni el secretario de gobierno del TSJM ni el coordinador provincial", cuenta otro de los ahora llamados letrados de la Administración de Justicia.

Resistenciade los trabajadores y falta de medios

A la postre, todas las conversaciones en los juzgados sobre el proceso de digitalización (y casi sobre cualquier otra cosa) acaban en el mismo punto: la falta de medios y el maltrato presupuestario a la Justicia. En el caso del 'papel cero', uno de los elementos clave es la doble pantalla, para poder tener el documento abierto en una y trabajar en la otra. "Y esto no solo es necesario en el juzgado, porque los jueces hacemos una gran parte del trabajo en casa", señala un magistrado.

En el marco de la 'operación LexNet', el Gobierno ha suministrado 7.200 pantallas y 250 escáneres en el territorio cuya competencia es del ministerio, y ha transferido seis millones de euros a las comunidades autónomas con competencias en materia de Justicia, aunque en varias aún no se ha percibido ningún avance. En 2016, el ministerio tendrá 64,6 millones de euros para su plan de modernización tecnológica, un 26% más.

Cifras que no convencen a los trabajadores de la Justicia. "En mianterior juzgado,no nos daban 'post-its' porque no había dinero. Ahora conseguir un armario para no tener los expedientes en el suelo es una odisea", cuenta un secretario judicial. "Escáneres prácticamente no hay, son antiguos y no tienen carro para escanear hoja por hoja. Los ordenadores son antiguos, el 'software' no está actualizado y los servidores no tienen capacidad", denuncia CSIF-Justicia. "Estamos en la Edad Media, muy por detrás de lo que haría falta. ¿Cómo van a poner dos pantallas si no caben en las mesas?".

Pero no todo es falta de medios. En voz más baja también se habla de las resistencias de funcionarios y jueces como un enorme obstáculo para una transformación de este calibre. "Cada juzgado es un mundo", señala un secretario. "Algunos funcionan muy bien, pero en otros hay mucha gente que pasa de las formaciones y que no sabeusar sistemas que ya están en marcha, hay muchos funcionarios desmotivados".

Entre los funcionarios, los comentarios van hacia arriba: "Muchos jueces ya están diciendo que ellos van a seguir con el papel porque es más cómodo para leer, dejar notas... Esto ya ocurre con las actas de los juicios: aunque se graban en vídeo, hay jueces que siguen pidiendo que les hagan actas por escrito". Un joven magistrado confirma que ese es un problema de difícil solución: "Esto a los viejos les asusta. Si es que hay gente que aún dicta las sentencias. En la judicatura algunos son casi nativos digitales... pero también hay muchos nativos de la Edad de Piedra".

"Las carpetillas rosas son de este año. Las amarillas, de 2014. Las azules de 2013, las verdes de 2012, las rojas de 2011...". Las paredes del juzgado de lo Mercantil nº10 de Madrid están cubiertas de estanterías con decenas de gruesos tomos de papel a distintas alturas. El primer vistazo impresiona, pero que nadie se asuste: aquí el panorama es prácticamente idílico. "Somos un juzgado relativamente nuevo y llevamos buen ritmo de trabajo, si vas a otros más antiguos, ya verás". Vamos, y vemos pilas de folios sobre las sillas, sujetas por gastadísimas gomas que parecen a punto de rendirse. También columnas de carpetas en el suelo, cercando en dudoso equilibrio las mesas de los funcionarios, silenciosos habitantes de sus precarios castillos de papel.

Rafael Catalá Despachos Abogados CSI-CSIF
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