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Caso López Madrid: dos informes prueban que la Dra. Pinto se inventó el acoso sexual
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usó a su propio hijo de 10 años para simular amenazas

Caso López Madrid: dos informes prueban que la Dra. Pinto se inventó el acoso sexual

La Policía concluye en dos informes sobre el presunto acoso sufrido por Elisa Pinto por parte de Javier López Madrid que las amenazas denunciadas fueron inventadas por la supuesta víctima

Foto: Elisa Pinto Romero y Javier López Madrid.
Elisa Pinto Romero y Javier López Madrid.

La investigación realizada por la Policía Nacional para aclarar el presunto acoso que supuestamente había sufrido la doctora Elisa Pinto por parte del empresario Javier López Madrid ha concluido determinando que no solo no hay ningún indicio de que existiera algún tipo de coacción, sino que la dermatóloga habría fabricado todas las pruebas que aportó en comisaría para tratar de incriminar a su presunto agresor, como adelanto El Confidencial este miércoles.

Dos informes a los que ha tenido acceso El Confidencial corroboran esas conclusiones. Se trata de los resultados de las investigaciones que han realizado los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que asumieron el caso bajo la coordinación de la Comisaría General de Policía Judicial y la tutela de los dos juzgados de Plaza de Castilla en los que se investigan las denuncias que se cruzaron los principales protagonistas de este escabroso episodio, los juzgados número 26 y 39.

Por un lado, la doctora Pinto utilizó como prueba contra López Madrid, entre otros elementos, dos cartas manuscritas que había recibido en su vivienda particular en las que supuestamente el empresario (consejero delegado del Grupo Villar Mir y yerno del presidente de la compañía) la amenazaba con recurrir a sus poderosos contactos si trataba de desvelar la presunta relación sentimental que ambos habían mantenido. El Confidencial se ha puesto en contacto con la doctora Pinto para recabar su versión de los hechos, pero hasta el momento no ha obtenido respuesta.

El autor de las cartas es el hijo de Pinto

Pinto esgrimió esas cartas para lograr que se le impusiera una orden de alejamiento a su presunto agresor. Sin embargo, la Policía ha conseguido acreditar ahora que el empresario no tuvo nada que ver con la autoría de esos documentos. Según consta en uno de los informes incluidos en el sumario del caso, los especialistas del Servicio de Documentoscopia de la Unidad Central de Criminalística de la Comisaría General de Policía Científica han concluido que el presunto responsable de los manuscritos sería el hijo de la dermatóloga, un niño de 10 años que reside con ella.

Los investigadores han llegado a esa certeza tras comparar las amenazas con cinco exámenes manuscritos por el niño que fueron aportados por su colegio. “Existen analogías en cuanto a las características de ejecución de las muestras, en el aspecto general de ambos grupos de textos y de las características de los elementos constitutivos y estructurales”, sostienen los expertos. “Se establecen relaciones de coincidencia en el similar tamaño de las letras, configuración de la caja caligráfica, en las proporciones en la utilización de modelos de escritura tipográfico [sic] así como en la morfología de óvalos que son de trazado imperfecto, desarrollo levógiro, (…) semejanzas en habitualismos gráficos y gesto-tipo”. Por todo ello, los profesionales del Servicio de Documentoscopia consideran que los textos comparados “han sido realizados por la misma persona”: el hijo menor de la supuesta víctima del acoso.

Mensajes de alto contenido sexual

El informe, de 19 páginas de extensión, reproduce con extrema minuciosidad todos los elementos en los que se apoyan los expertos para sustentar que la dermatóloga recurrió a su propio hijo para fabricar esas pruebas. Pero la Policía Nacional también ha aportado otro contundente informe que deja a Pinto a las puertas de una doble imputación por delito contra la integridad moral y acusación falsa.

En ese segundo informe, los agentes se centraron en las supuestas llamadas y mensajes amenazantes y de alto contenido sexual que, según la dermatóloga, López Madrid le envió a su teléfono desde un número de móvil desconocido. Uno de los mensajes aportados a los tribunales, por ejemplo, es una nota de voz enviada a través de WhatsApp en la que una voz susurra: “Quiero oír tus gemidos, doctora”. Asimismo, en otra nota de voz, la doctora asegura que el consejero delegado del Grupo Villar Mir le dice: “Me estoy tocando para ti desde hace media hora”.

Los investigadores de la UDEV investigaron esos mensajes para tratar de averiguar si, como aseguraba la presunta víctima, el autor de todos ellos había sido el amigo de Felipe VI. Los agentes acudieron a los comercios en los que se habían comprado las tarjetas de teléfono que se habían utilizado para remitir esas comunicaciones. Los hasta ocho números distintos utilizados habían sido adquiridos a lo largo de 2014 y los primeros meses de 2015 en tres comercios de la capital situados en un radio de solo 200 metros.

La doctora compró las tarjetas de teléfono

Uno de los establecimientos ya había cerrado pero los investigadores localizaron a sus antiguos empleados. Al menos uno de ellos reconoció a la doctora Pinto como clienta habitual de su locutorio. Aseguró que lo visitaba cada dos meses y que además de comprar telefónos y tarjetas también se conectaba a internet desde los ordenadores que tenía a disposición del público. Así consta en el segundo informe remitido por la Policía a los dos juzgados de Madrid en los que se investiga el supuesto acoso de López Madrid.

Los agentes también comprobaron que ninguno de los tres comercios podía garantizar que las tarjetas hubieran sido compradas por las personas que figuraban como titulares de esos números. Los ocho teléfonos desde los que se habían enviado las supuestas amenazas pertenecían a mujeres con nombres que aparentemente no tenían ningún tipo de conexión con López Madrid ni con la doctora Pinto. Sin embargo, los investigadores descubrieron que esas identidades y sus correspondientes DNI estaban a disposición de cualquier persona en internet. Al menos dos de los nombres fueron extraídos de un mismo documento publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Ninguna de las mujeres tenían conexión con esta trama.

En opinión de los agentes, esas evidencias demostrarían que la propia doctora adquirió las tarjetas telefónicas en esos tres comercios y que utilizó nombres falsos para que nadie pudiera relacionarle con esos números. A continuación, habría empleados esas tarjetas para remitir los mensajes y las llamadas que utilizó como prueba para acusar a López Madrid de haberla acosado sexualmente de forma sostenida durante casi dos años.

Un falso ataque dentro del coche

Hay otras indicios que fulminan la versión de Pinto, como ya reveló El Confidencial. En comisaría aseguró que un hombre había introducido dentro su coche y la había agredido con un arma blanca. Aseguró que el autor de la agresión había sido el comisario José Manuel Villarejo, al parecer, amigo de López Madrid. Los expertos de la UDEV acudieron al lugar en el que la doctora declaró haber sufrido el ataque y comprobaron que cerca había un edificio con cámaras de videovigilancia, por lo que procedieron a solicitar las imágenes. Los investigadores comprobaron que, efectivamente, en la captura aparecía el coche que conducía entonces Pinto, pero no sólo no se acerca nadie al automóvil, sino que en las imágenes se aprecia a la dermatóloga realizando tranquilamente una de las falsas llamadas amenazantes del yerno de Villar Mir.

La titular del Juzgado de Instrucción número 26 de Madrid levantó el secreto de sumario este miércoles y previsiblemente tomará la misma decisión la próxima semana la jueza del número 39. Según fuentes próximas a la investigación, las magistradas se inclinan en estos momentos por citar a declarar inmediatamente a Pinto en calidad de imputada por atentar contra la integridad moral de López Madrid y también por ofrecer a la Fiscalía, el propio empresario y el comisario Villarejo la posibilidad de iniciar nuevas acciones penales contra ella por haber presentado una acusación falsa.

La investigación realizada por la Policía Nacional para aclarar el presunto acoso que supuestamente había sufrido la doctora Elisa Pinto por parte del empresario Javier López Madrid ha concluido determinando que no solo no hay ningún indicio de que existiera algún tipo de coacción, sino que la dermatóloga habría fabricado todas las pruebas que aportó en comisaría para tratar de incriminar a su presunto agresor, como adelanto El Confidencial este miércoles.

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