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'Naughty' Nigel: de tahúr y timador impune en Marbella a condenado exprés en Inglaterra
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'Naughty' Nigel: de tahúr y timador impune en Marbella a condenado exprés en Inglaterra

Un jugador de póker acusado de estafa que operaba en la Costa del Sol, condenado en el Reino Unido después de ocho meses. En dos años los juzgados españoles apenas le han investigado

Foto: Nigel Goldman en Marbella. (The Olive Press Málaga)
Nigel Goldman en Marbella. (The Olive Press Málaga)

Este jubilado británico que vive en Marbella recuerda aquellos días de la crisis financiera. "Escuchábamos a diario que los bancos quebraban y que el dinero no era seguro, que solo los primeros 60.000 euros estaban garantizados", explica bajo la condición del anonimato. En realidad el nombre no importa tanto. Es uno de tantos retirados que lleva lustros en la Costa del Sol. Cuando buscaba un refugio para su dinero conoció a Nigel Ivor Goldman, un tipo simpático y conocido en Marbella que se movía en Ferrari, jugaba al póker en el casino casi a diario y decía ser amigo del hijo de Margareth Thatcher. Playboy y vividor, escribía de restaurantes en un diario para ingleses y ofrecía una inversión segura a través de sus empresas International Financial Investment, Harvard Private Client y Societe Generale Moracaine de Banque. Nombres serios. El jubilado y su esposa picaron. Como tantos otros.

Así que nuestro hombre comenzó en febrero de 2012 a transferir dinero a estas sociedades. Entre el 1 de febrero de ese año y el 28 de agosto envió 600.000 euros a distintas cuentas en 14 transferencias, según la denuncia que más tarde puso en comisaría. "No decía que fuese una gran inversión, sino algo seguro, no ofrecía una gran rentabilidad", recuerda. Apenas habla castellano y exige que no se publique su nombre. Aún teme a "ese malvado".

A Nigel lo habían conocido dos años antes en una cena benéfica. Él les recogió con chófer. Era muy simpático y conocido y tenía buena conversación. Iba acompañada de mujeres siempre guapas. Cuando comenzaron a darles su dinero, al principio todo iba bien. Nigel les iba haciendo transferencias por lo que parecían ser los rendimientos del dinero. Así les devolvió 65.000 euros. Hablaba de inversiones en oro, plata, platino y metales raros. Parecía que conocía el sistema financiero. No firmaron contrato, solo un documento en el que Nigel escribió: "Yo certifico y garantizo incondicionalmente la seguridad y la devolución de todos los fondos transferidos a la compañía". Según el abogado Roberto Sánchez Saavedra, del bufete Lawbird, especializado en defender ingleses, era un esquema Ponzi clásico, una estafa piramidal: "Al principio devuelve lo que dice que son los intereses para seguir captando más capital, pero en realidad es el dinero inicial".

A finales de 2012, cuando algunos de los que le dieron su dinero pidieron a Nigel información sobre las inversiones para la declaración de la renta y no recibieron nada. Unos meses después, a principios de 2013 y ya escamados, intentaron recuperar su dinero.

Nigel comenzó a darles largas y en septiembre de ese año se pierde su rastro en la Costa del Sol. Apagó el móvil. Entonces había al menos unos 16 afectados más de Málaga, Almería y Alicante.

Cuando se marchó comenzaron a hablar de Naughty Nigel, el Pícaro Nigel, el Malo Nigel. No es fácil estimar cuánto dinero se esfumó por el camino. La prensa británica, como The Olive Press, destinado a expatriados en la Costa del Sol, habla de unos tres millones de euros.

Rastrearon en su pasado y descubrieron parte de la farsa. No tenía ficha en la CNMV para manejar inversiones y no era amigo del hijo de Margareth Thatcher. Sí era buen jugador de póker y sí conducía un Ferrari F340 rojo, pero eso aparentemente lo pagaba con sus dinero que sacaba de los inversores con su labia. En 2010 jugó la final del Marbella Classic Poker, en el que el ganador tendría un premio de 59.850 euros. "He jugado bien tres días, me divertí y he jugado relajado", declaró a los organizadores mientras mascaba chicle.

Así comenzo el periplo judicial. En diciembre de 2013 la policía de Marbella trasladó la denuncia al juzgado de instrucción 3 de Marbella. Este decidió que como la primera transferencia había sido a Barcelona, debía investigarse allí la causa. Después vio que había sido un error y que el primer envío de dinero había sido desde Marbella a Fuengirola, también en Málaga, y el juez se inhibió en favor de un juzgado de esta localidad. Ya habían pasado seis meses sin apenas investigación. En febrero de 2015, el juzgado de instrucción 3 de Fuengirola rechazó el caso al considerar que el primer indicio de estafa ocurrió en Marbella en 2010. Nadie quería el caso. El juzgado de Marbella rechazó de nuevo la competencia y el pasado 25 de mayo, el juzgado de Fuengirola se vio obligado a abrir el caso.

"En este tiempo no ha habido ni una diligencia de investigación, ni le han pedido el pasaporte ni le han tomado declaración", critica un abogado de los afectados, Roberto Sánchez Saavedra.

En Vera (Almería), donde denunciaron tres británicos las cosas tampoco fueron mejor. La titular del juzgado de instrucción 2 de esa localidad archivó el caso al considerar que no era un delito, sino que podían corresponder solo acciones civiles. El resultado es que en dos años los juzgados españoles solo han movido papeles pero no ha habido apenas investigación. Los abogados españoles están acostumbrados a estas cosas y los que defienden a extranjeros en la costa les explican que así son las cosas. Les piden paciencia.

En Reino Unido timó 15.000 euros a dos australianos. En España suma denuncias por más de un millón

Pero la semana pasada a los letrados del bufete Lawbird les costó explicar a sus clientes lo que leían. El diario británico Daily Mail publicaba que Nigel Goldman, ahora llamado Howard del Monte, había sido condenado por estafar 10.862 libras (unos 15.000 euros) a dos australianos a los que ofrecía valiosas monedas suecas por e-bay.

"Fue hace ocho meses y en este tiempo le retiraron el pasaporte, le revisaron el ordenador y ya ha sido condenado por un jurado. No es un juicio rápido como los de aquí, que son para cosas menores. Si en enero la sentencia es firme entrará en prisión", señala el abogado Sánchez Saavedra. "Aquello es otra división", concluye. En Reino Unido es fácil cambiar de nombre y apellido por unos 100 euros.

Uno de los que denunció la presunta estafa coincide: "Estoy muy enfadado. La policía española ni le ha llamado, solo tienen mi versión de la historia. mientras, en Inglaterra ya está condenado y eso que allí fueron solo 15.000 euros y aquí mucho más". Paciencia.

El hombre del Ferrari rojo, el encantador de Marbella, el vividor del casino, Naughty Nigel, ya no parece tan locuaz por teléfono. "No hablo con la prensa, gracias", fue la única respuesta que Goldman/Del Monte dio ayer por teléfono a El Confidencial. Los días de timbas y rosas parecen haber quedado atrás.

Este jubilado británico que vive en Marbella recuerda aquellos días de la crisis financiera. "Escuchábamos a diario que los bancos quebraban y que el dinero no era seguro, que solo los primeros 60.000 euros estaban garantizados", explica bajo la condición del anonimato. En realidad el nombre no importa tanto. Es uno de tantos retirados que lleva lustros en la Costa del Sol. Cuando buscaba un refugio para su dinero conoció a Nigel Ivor Goldman, un tipo simpático y conocido en Marbella que se movía en Ferrari, jugaba al póker en el casino casi a diario y decía ser amigo del hijo de Margareth Thatcher. Playboy y vividor, escribía de restaurantes en un diario para ingleses y ofrecía una inversión segura a través de sus empresas International Financial Investment, Harvard Private Client y Societe Generale Moracaine de Banque. Nombres serios. El jubilado y su esposa picaron. Como tantos otros.

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