Los policías reclaman dinero por desplegar a los antidisturbios en el Madrid-Barça

La futura Ley de Espectáculos Públicos que prevé aprobar el Parlamento vasco introducirá un elemento novedoso. Los clubes deportivos deberán abonar al erario público regional un plus cuando el evento que organicen sea declarado de alto riesgo y, por lo tanto, requiera un despliegue especial de fuerzas de seguridad para mantener el orden. En concreto, los equipos tendrán que pagar 37 euros por funcionario y hora que requiera el espectáculo.

La iniciativa ha provocado la inmediata reacción de los policías nacionales, que vienen reclamando esta tasa desde hace años. Todos los sindicatos policiales en bloque han salido a aplaudir la propuesta del Parlamento vasco, pero también a reclamar qué hay de lo suyo. "Los clubes son entidades privadas que organizan eventos privados y deben hacerse cargo del coste del servicio de seguridad que aporta el Estado", asegura el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP), Javier Estévez, quien entiende que las necesidades las generan los organizadores y, por lo tanto, son ellos los que deben asumir las consecuencias.

Tanto el portavoz del Sindicato Profesional de la Policía (SPP), Jesús Lira, como el de la Unión Federal de Policía (UFP), José María Benito, coinciden, por su parte, en destacar los cientos de millones de euros que mueven los clubes de fútbol cada año. Además de todo este dinero, destaca Lira, también generan "muchos problemas de seguridad". Hoy por hoy, añade, "la policía debe destinar una gran cantidad de recursos humanos y materiales" a cubrir los partidos de fútbol tanto de Primera como de Segunda división.

Del mismo modo opina la Alternativa Sindical de Policía (ASP). Su portavoz, José Antonio Barbosa, asegura que no parece razonable que las arcas públicas se hagan cargo de "un gasto tan desproporcionado" como el que origina el fútbol. "Las necesidades de personal, medios y recursos que generan los partidos a todos los niveles no se ven en casi ningún otro evento o problemática, y ese dinero sale del presupuesto de todos", añade Barbosa. "Es lógico que los clubes hagan un desembolso, aunque sea mínimo, dados todos los gastos que originan", insiste.

Benito, por su parte, agrega que el hecho de que la policía tenga que destinar numerosos efectivos a controlar el orden público en los partidos de fútbol no solo conlleva un enorme gasto para las arcas públicas, sino que también supone una merma de recursos humanos para la seguridad ciudadana. "Si pones funcionarios en un sitio, tienes que quitarlos de otro", subraya el portavoz de la UFP, quien tiene claro que la institución que debe hacerse cargo de abonar la factura es la Liga de Fútbol Profesional. Luego, que sea esta la que reclame el dinero a los clubes, afirma, pero en primera instancia la policía ha de tener un solo interlocutor.

Además, añade Benito, "la Liga es consciente de que la seguridad cuesta dinero". No en vano, recuerda, los clubes ya gastan notables cantidades en seguridad privada dentro de los estadios.