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Izquierda Abierta denuncia la "purga" de IU federal tras verse "expulsada" de la cúpula
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CONFLICTOS EN LA FEDERACIÓN

Izquierda Abierta denuncia la "purga" de IU federal tras verse "expulsada" de la cúpula

Montse Muñoz, coportavoz del partido que también lidera Llamazares, es apartada por no haberse reafiliado a la nueva IU Madrid. IzAb se plantea salir de los órganos o disolverse como formación

Foto: Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, en octubre de 2012, en la primera reunión del Consejo Político de Izquierda Abierta. (EFE)
Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, en octubre de 2012, en la primera reunión del Consejo Político de Izquierda Abierta. (EFE)

A las discrepancias notables existentes a cuenta de los procesos de confluencia, se suma ahora otro choque de mayor calado. Otra colisión entre la cúpula federal de Izquierda Unida y la jefatura de Izquierda Abierta, el partido copilotado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz. Esta vez por la "expulsión ilegítima" de Muñoz de los órganos federales, al no haberse reafiliado en la nueva estructura madrileña. No se le autorizó su entrada en la reunión de la ejecutiva de este lunes, lo que supone, para IzAb, una "purga política" que marca "un antes y un después" en las relaciones entre las dos cúpulas. Tanto que el conflicto puede acabar en la salida del partido de Llamazares de los órganos de IU o su disolución. Un bofetón a la formación de izquierdas en un momento de debilidad interna. La batalla con el excoordinador no es tan relevante por el peso numérico de IzAb —un 20%—, como por su relevancia simbólica y por el potente perfil externo de sus dos coportavoces.

El cabo de este embrollo hay que encontrarlo en la ruptura de IU federal con Izquierda Unida Comunidad de Madrid (IUCM) tras meses de conflicto por la negativa de la dirección regional de depurar responsabilidades por el caso Bankia y por las candidaturas al Ayuntamiento y a la Asamblea regional. La ruptura fue decidida por el Consejo Político Federal –el CPF, el máximo órgano de poder de IU– el pasado 14 de junio, con la oposición de IzAb. En la resolución aprobada aquel día se dio tres meses de plazo a los en torno a 5.000 militantes de IUCM –cifra algo inflada– para darse de alta en la nueva federación madrileña, montada por la dirección de Cayo Lara, y tutelada por su secretario de Organización, el aragonés Adolfo Barrena.

El plazo de reafiliación concluyó el pasado 14 de septiembre. Se contabilizaron en torno a 1.500 altas, según los últimos datos manejados por Barrena, "pero quedan solicitudes por tramitar y siguen llegando fichas". Unos números, en cualquier caso, bastante por debajo de los que manejaba la antigua IUCM. En parte por la apatía de muchos militantes, en parte por la indignación de otros tantos. En parte también porque la vieja guardia –encarnada por los excoordinadores regionales Ángel Pérez y Miguel Reneses– ha impulsado la creación de un nuevo partido, Convergencia de la Izquierda.

Carta de advertencia

El pasado 15 de septiembre, Barrena envió una carga a la veintena de militantes de IUCM integrantes de los órganos federales de IU –de su ejecutiva y de los dos foros más amplios, la Presidencia y el Consejo Político– para advertirles de que si persistían en su negativa a darse de alta en la nueva estructura, no serían convocados a más reuniones de la dirección.

Tras un choque a las puertas de la ejecutiva, se marcharon todos los integrantes de IzAb con silla en la dirección federal de IU, salvo Llamazares, ausente

Montse Muñoz es coportavoz de Izquierda Abierta, exalcaldesa de San Fernando de Henares (Madrid) y exdiputada en el Congreso. Pero es asimismo miembro de la ejecutiva federal de IU –secretaria de Política Institucional, para ser exactos– con carné de IUCM. Igual que su compañera Esperanza Martínez, responsable de Justicia. Ninguna se quiso reafiliar, por considerar "ilegal e injusta" la decisión del Consejo del 14 de junio.

Este lunes se reunió la ejecutiva federal. Y estaba cantado qué iba a ocurrir: que la cúpula de Lara no les permitiría la entrada a ninguna de las dos. Así fue. Barrena se apoyó en el texto de hace tres meses y en la comunicación remitida a ambas. "Fue un encontronazo muy desagradable. Montse y Esperanza acabaron llorando", cuenta un miembro de la dirección. Al final, se acabaron marchando todos los miembros de IzAb que están en la ejecutiva de IU: aparte de Muñoz y Martínez, Tasio Oliver y Antonio Cortés. Gaspar Llamazares no había acudido a la reunión en Madrid por problemas de agenda en Asturias, donde ejerce de parlamentario autonómico. Apartada queda igualmente Milagros Hernández, responsable de Cultura, pero ella se adscribe a la vieja guardia de IUCM.

Al poco, IzAb lanzó un durísimo comunicado en el que narraba los hechos y en el que condenaba que su coportavoz había sido "oficialmente expulsada, sin apertura de previo expediente, sin comisión de garantías ni un mínimo proceso de ley". La nota recordaba que Muñoz había sido elegida miembro de la cúpula de IU por la asamblea federal de 2012 y además representa en ella a IzAb, partido del que fue cofundadora.

"El debate ha cambiado de cariz"

IzAb juzga que "carece de sentido que Muñoz no forme parte de los órganos ejecutivos de IU y se lamenta de la incapacidad política de la actual dirección de IU, sin abrir vías de negociación ni posibilidades de entendimiento". Una decisión que, a juicio del partido, "recuerda modos de hacer política más propios de otro tiempo".

Barrena indica que si Muñoz o Martínez regularizan su situación, podrán volver a la cúpula sin problemas

"Montse o Gaspar no pensaban que llegaría este momento, que no le dejarían pasar a una ejecutiva. El tema de Madrid está más en segundo plano. Es la cuestión simbólica, que IzAb es un partido dentro de IU y con peso en los órganos [tiene una representación de un 20% en todos ellos]. Es que no ha habido una llamada o una comunicación personal por parte de Adolfo", se quejaba un miembro de la cúpula gasparista. Este martes, Muñoz, Cortés, Oliver y Martínez ofrecerán una rueda de prensa desde su sede en la capital. Y aunque no ha habido tiempo para convocar a la dirección de IzAb, ya se avanza que esta decisión de Olimpo, la sede federal de IU, marcará "un antes y un después". El partido se plantea "salir de los órganos de IU" o incluso "disolver" IzAb, pero se irá analizando en los próximos días, ya que "todas las puertas están abiertas". "El debate ha cambiado de cariz. Porque toca a quienes más han defendido IU y quienes tienen una relación más sentimental con ella, como Montse o Gaspar. Estamos tocados", ampliaban fuentes próximas a ambos a este diario, que admiten sentirse cada vez más incómodos en una IU que perciben "entregada" a Podemos, razón por la que cunde el desánimo entre los cuadros. ¿Y abandonar directamente IU, cortar todos los lazos con Lara? No se responde un no tajante. "Pero salir de IU no lo vamos a decidir entre dos de un día para otro", explican.

Lo que está "descartado" es que IzAb desemboque en Convergencia de la Izquierda. Pero Llamazares y los suyos, en compañía del exjuez Baltasar Garzón o de la exdirigente juvenil socialista Beatriz Talegón, preparan una lista alternativa a Podemos, recelosos del proceso de confluencia diseñado por Alberto Garzón y secundado de forma prácticamente unánime por IU, empezando por Cayo Lara.

Barrena, en conversación con El Confidencial, subrayaba este lunes que se había limitado a "cumplir la resolución del 14 de junio, aprobada por el 70%". "Para seguir en los órganos, hace falta ser afiliado a IU a través de la nueva federación madrileña". "También hemos dicho que si regularizan su situación, podrán volver con normalidad a la dirección, aunque lo hagan después del 14 de septiembre", precisó.

Una semana más de prórroga

La cúpula de Lara tiene previsto tender la mano para repescar a más militantes. En la ejecutiva se aprobó una resolución que irá al Consejo Político del 3 de octubre, a la que ha tenido acceso este periódico. En ella, se dice que "habida cuenta de que cuestiones técnicas (exceso de presentación de fichas y corrección de incidencias fundamentalmente), así como resolución de dudas y consultas, ha retrasado el proceso de afiliación a la nueva federación de IU en Madrid", se propone al CPF "un nuevo e improrrogable plazo de una semana para que quienes se afilien a la nueva federación procedentes de IUCM mantengan, en lo referente a su situación de afiliado, las condiciones que recoge la resolución aprobada" el 14 de junio.

Los 'gasparistas' avisan de que se ha marcado “un antes y un después“ y no descartan irse de la dirección en señal de protesta

El texto también indica que se "reconoce el mantenimiento de la vinculación con IU y la permanencia de todos los derechos y deberes recogidos en los estatutos" para los militantes procedentes de IUCM que "expresen de manera individual y fehaciente que se incorporan al trabajo de la nueva federación, que "ceden sus datos a IU federal" para que esta gestione las cuotas y las fichas de afiliación.

Asimismo, se propondrá al Consejo crear "un grupo de trabajo plural" que haga las veces de gestora o promotora de la nueva federación madrileña y prepare la I Asamblea. Se abrirá una web propia y cuentas de Facebook y Twitter. Se trata de gestos pensados para intentar atraer a un sector bisagra de la antigua IUCM alejado ya de la vieja guardia, Espacio Plural, que pedía diálogo sin sufrir "humillación".

La idea del equipo de Lara es romper amarras con el pasado de IUCM y comenzar a andar con la nueva marca lo antes posible. Las generales ya están a la vuelta de la esquina y Madrid es una pieza clave. Aunque el conflicto no amaine.

A las discrepancias notables existentes a cuenta de los procesos de confluencia, se suma ahora otro choque de mayor calado. Otra colisión entre la cúpula federal de Izquierda Unida y la jefatura de Izquierda Abierta, el partido copilotado por Gaspar Llamazares y Montse Muñoz. Esta vez por la "expulsión ilegítima" de Muñoz de los órganos federales, al no haberse reafiliado en la nueva estructura madrileña. No se le autorizó su entrada en la reunión de la ejecutiva de este lunes, lo que supone, para IzAb, una "purga política" que marca "un antes y un después" en las relaciones entre las dos cúpulas. Tanto que el conflicto puede acabar en la salida del partido de Llamazares de los órganos de IU o su disolución. Un bofetón a la formación de izquierdas en un momento de debilidad interna. La batalla con el excoordinador no es tan relevante por el peso numérico de IzAb —un 20%—, como por su relevancia simbólica y por el potente perfil externo de sus dos coportavoces.

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