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Una denuncia de una felación "pistola en mano" complica el 'caso espías' en Madrid
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la firman dos de los imputados del caso

Una denuncia de una felación "pistola en mano" complica el 'caso espías' en Madrid

Yolanda Lavinia, exmujer del jefe de los 'espías' y exsecretaria de Esperanza Aguirre, declara a finales de mes. Dos imputados del caso presentaron una denuncia asegurando que fue amenazada y vejada

Foto: Francisco Granados (d) e Ignacio González. (EFE)
Francisco Granados (d) e Ignacio González. (EFE)

El 'caso de los espías' se complica, se enredaen una compleja madeja que ahora suma tintes sexuales, como toda novela negra que se precie."Que ha sido amenazada por su marido para que contra su voluntad y pistola en mano, realice el acto sexual”. Así reza el punto siete de una denuncia que obra en poder del juzgado número 5 de Madrid, que instruye los presuntos seguimientos ilegales queasesores policiales de la Comunidad de Madrid hicieron a políticos rivales de Esperanza Aguirre. La denunciala firman dos de los imputados del caso, después de haberse reunidocon Yolanda Lavinia Díaz, la mujer amenazada. La frase, redactadafinamente para presentarla ante el juez, esconde una vejación más burda.“Ella nos contó que su ex le puso una pistola en la cabeza y le obligó a hacerle una felación”, explican fuentes presentes en la reunión.

Yolanda Lavinia es la exmujer de Sergio Gamón, un tercer imputado en el caso y en teoría el jefe directo de los 'espías'. El matrimonio estuvo muy unido a Esperanza Aguirre. Ellafue secretaria de la dirigente del PPcuando esta fue senadora, y Gamón (policía nacional) pasó de ser su escolta a director general de Seguridad de la Comunidad de Madrid cuando 'la lideresa' ocupó la sede del Gobierno regional. La hija de ambos fue concejala del PP en Fuenlabrada. Yolanda Lavinia está citada a declarar el 29 de septiembre de 2015 para que ratifique delante de la juez Carmen Valcarce, titular del 5, lo dicho en esa reunión de la que partió la denuncia.

Yolanda Lavinia está citada para declarar el 29 de septiembre, pero antes la juez debe decidir sobre la recusación que le han presentado varios imputados

Los denunciantes afirman que fue Lavinia la que pidió reunirse con ellos, en presencia de los letrados de ambas partes, para contarles que “desde que empezó todo esto se encuentra aterrorizada, arruinada económicamente, moralmente hundida y sola”. La denuncia presentada señala que Lavinia "está siendo seguida, y que una ocasión, las personas que la seguían han intentado provocar un accidente, sacándola fuera de la carretera por donde circulaba". La denuncia asegura que su exmarido tiene una orden de alejamiento y que ella presentó una denuncia por malos tratos en el cuartel de la Guardia Civil en Santa Olalla (Toledo).

Por último, y según la denuncia, Yolanda Lavinia “está dispuesta a ratificar delante de su señoría toda la información publicada en su día por el diario El País y a aportar más información de relevancia”. Se refiere a la entrevista que Lavinia concedió a este diario en junio de 2010, y en la que aseguró queel espionaje a cargos políticos de la Comunidad de Madrid había existido y que su ex empezó a investigar a Alfredo Prada (entonces consejero de Justicia e Interior) desde el año2006. Unas labores de espionaje de las que se encargaba Gamón y otro policía nacional, Miguel Castaño, también imputado en la causa.

La Audiencia Provincial forzó su declaración

La denuncia de las amenazas y el supuesto abuso sexualla pusieron en junio de 2013 el guardia civil José Oreja y un trabajador de la Comunidad, José Manuel Pinto. El primero está imputado acusado de hacer los seguimientos a los políticos; el segundo por rellenar los partes de esos seguimientos. La Audiencia Provincial de Madrid ya forzó la declaración de Lavinia en febrero de 2014 "a la vista de que se había ofrecido a relevar datos de relevancia para la causa". Pero ella se negó a declarar. Ahora tendrá una nueva oportunidad a finales de septiembre, cuando ha sido citada.

Que finalmente se produzca o no su declaración depende de la juez Carmen Valcarce. Como ya publicó El Confidencial,la magistrada, que ya lleva seis años y medio instruyendo el caso, ha ralentizado aún más el procedimientoal no haber enviado a la Audiencia el incidente de su recusación. Tres de los imputados (Oreja, Pinto, y otro guardia civil, Antonio Coronado) la recusaron en julio al entender que era amiga de Francisco Granados, implicado también en el espionaje. Hasta que se decidala recusación, el resto de diligencias y declaraciones quedan en suspenso, por lo que aún no es seguro que Lavinia pueda testificar a finales de mes.

La entrevistade Lavinia en junio de 2010 provocó todo un terremoto. Ella fuedespedida fulminantementede Telemadrid donde era secretaria del presidente, Manuel Soriano (este había sido exjefe de prensa de Aguirre). Ni siquiera la ayudó que hubiera declarado a favor de Soriano cuando este fue denunciado por acoso sexual poruna trabajadora. Su mentora Aguirre la defenestró. Gamón, por su parte, tuvo que dimitir enjunio de 2010, el mismo día que fue despedida Yolanda. Ambos ya estaban en proceso de separación.

Seis imputados

Los seguimientos a Alfredo Prada (exconsejero de Justicia)y a Manuel Cobo (cuando era vicealcalde de Madrid),enemigos políticos de Aguirre, han dejado de momento seis imputados. Se trata de tres guardias civiles en excedencia: Antonio Coronado Martínez, José Oreja Sánchez y José Luis Caro Vinagre (este último amigo personal de Francisco Granados, que aparece incluso en el sumario del caso 'Púnica'); de José Manuel Pinto Serrano, personal laboral de la consejería de Interior acusado de escribir los partes de seguimiento; y los dos jefes de todos ellos, Sergio Gamón Serrano (director general de Seguridad) y Miguel Castaño Grande, policía nacional en excedencia y subdirector de seguridad.

Todos están acusados de malversación de fondos públicos, ya que el delito de espionaje político no está tipificado en el Código Penal. Coronado, Oreja y Pinto han pedido la imputación de Ignacio González, al que acusan de ordenar los seguimientos;y de Francisco Granados, por conocerlos y no evitarlos.

El 'caso de los espías' se complica, se enredaen una compleja madeja que ahora suma tintes sexuales, como toda novela negra que se precie."Que ha sido amenazada por su marido para que contra su voluntad y pistola en mano, realice el acto sexual”. Así reza el punto siete de una denuncia que obra en poder del juzgado número 5 de Madrid, que instruye los presuntos seguimientos ilegales queasesores policiales de la Comunidad de Madrid hicieron a políticos rivales de Esperanza Aguirre. La denunciala firman dos de los imputados del caso, después de haberse reunidocon Yolanda Lavinia Díaz, la mujer amenazada. La frase, redactadafinamente para presentarla ante el juez, esconde una vejación más burda.“Ella nos contó que su ex le puso una pistola en la cabeza y le obligó a hacerle una felación”, explican fuentes presentes en la reunión.

Ignacio González Francisco Granados
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