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Los kamikazes se disparan en la recta final del verano: tres muertos en 10 días
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repunta la siniestralidad estival de 2015

Los kamikazes se disparan en la recta final del verano: tres muertos en 10 días

Entre el 23 de agosto y el 2 de septiembre tres conductores han arriesgado su vida y la de los demás en sentido contrario

Foto: Coche del kamikaze de Córdoba después de circular 17 km en sentido contrario. (EFE)
Coche del kamikaze de Córdoba después de circular 17 km en sentido contrario. (EFE)

Tres trayectos en sentido contrario, ya sea por la ingesta de alcohol o por conducta kamikaze, han dejado en diez días un saldo de tres muertes, heridas de distinta consideración a cuatro personas y la detención de uno de los conductores. Este es el recuento de una práctica que tan sólo en 2014 llegó a los 200 casos en las carreteras españolas y que se presenta -aunque no tenga una relación de causalidad- en un verano en el que la siniestralidad se ha disparado hasta registrar 255 víctimas mortales, según ha explicado la directora de la Dirección General de Tráfico, María Seguí, durante la presentación del Balance de Verano de 2015.

El caso más reciente es el sucedido en la madrugada de este miércoles, cuando un hombre de 38 años hizo un trayecto de 17 kilómetros en sentido contrario en plena autovía en Córdoba y con un nivel de alcohol en sangre que triplicaba el límite legal. El conductor, que fue detenido y puesto en libertad con cargos por la comisión de un delito de conducción temeraria, rozó primero con un turismo que pudo esquivar cuando llevaba los pirmeros 10 kilómetros en contravía y finalmente colisionó contra un camión en el peligroso punto de la "Cuesta del Espino". La Guardia Civil adelantó a Efe que este caso encaja más con "una distracción por parte del conductor como consecuencia de la ingesta de alcohol" que con un perfil de kamikaze.

En cambio, la Benemérita sí ha descartado cualquier confusión en el caso del conductor que recorrió 6 kilómetros en sentido contrario en la autopista del sur de Tenerife el pasado 30 de agosto. De hecho, las primeras pesquisas apuntan a que el confirmado kamikaze pudiera haber hecho alguna apuesta ilegal. El conductor, de 39 años y a bordo de un Audi TT chocó de frente con un Citröen C3, colisión que causó la muerte tanto al kamikaze como al hombre de 62 años que recibió el impacto y nunca llegó a su destino. El instituto armado ha descartado también cualquier instinto homicida, porque el fallecido kamikaze iba dando destellos con las luces y esquivando los demás vehículos.

El pasado 23 de agosto murió otro kamikaze en la localidad madrileña de Pinto al chocar de frente con un vehículo en el que viajaban cuatro personas que han resultado heridas. Este kamikaze, de 30 años y nacionalidad rumana, conducía un Renault Laguna por la autovía de Andalucía (A-4) a primera hora del día, y circuló al menos unos cinco kilómetros en dirección contraria hasta que chocó con el turismo que viajaba correctamente y volcó sobre la mediana. Los servicios de urgencias encontraron su cuerpo ya sin vida, mientras que los tripulantes del vehículo impactado presentaron heridas de distinta consideración, con un cuadro más delicado para la conductora de 51 años, que presentaba un traumatismo craneoencefálico y otro abdominal.

La directora de la DGT no se ha pronunciado sobre la influencia de los kamikazes en el balance de la siniestralidad correspondiente a los meses de julio y agosto, pero sí ha incidido en la idea de que las carreteras españolas están "en un momento de peligro". En los dos meses de verano se han registrado 255 fallecimientos, cinco muertes más que en el mismo periodo del año pasado que revierten la tendencia a la baja de años anteriores y vuelven a niveles de 2006. La explicación a esta situación es una combinación de factores entre los que ha enumerado: un aumento del 3,4% en desplazamientos de carretrera (81,1 millones), un envejecimiento del parque móvil superior al del año pasado y también de la población, el consumo de drogas y alcohol y la infrautilización de "vías que son más seguras que las que usa la gente".

Tres trayectos en sentido contrario, ya sea por la ingesta de alcohol o por conducta kamikaze, han dejado en diez días un saldo de tres muertes, heridas de distinta consideración a cuatro personas y la detención de uno de los conductores. Este es el recuento de una práctica que tan sólo en 2014 llegó a los 200 casos en las carreteras españolas y que se presenta -aunque no tenga una relación de causalidad- en un verano en el que la siniestralidad se ha disparado hasta registrar 255 víctimas mortales, según ha explicado la directora de la Dirección General de Tráfico, María Seguí, durante la presentación del Balance de Verano de 2015.

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