Rumanía ordena extraditar a España al sospechoso del doble asesinato de Cuenca

La Justicia de Rumanía concedió este miércoles la extradición a España de Sergio Morate, presunto asesino de las chicas de Cuenca Laura del Hoyo y Marina Okarynska. En concreto, el Alto Tribunal de Casación ha dado por bueno el recurso de España, que solicitaba el reingreso del sospechoso a nuestro país para ser juzgado aquí. El presunto autor del doble asesinato pasará por lo tanto a disposición judicial de las autoridades españolas a lo largo de los próximos diez días, según confirman a El Confidencial fuentes conocedoras del caso.

Morate había pedido no ser extraditado porque, en su opinión, "no existen pruebas" contra él. Así lo dijo el propio inculpado ante el juez Iulian Dragomir, ante quien también aseguró ser inocente del doble asesinato de Cuenca. Las autoridades judiciales españolas, sin embargo, solicitaron su extradición al Alto Tribunal de Casación de Rumanía, que acaba de dar el visto bueno a la petición.

El presunto asesino fue detenido el pasado 14 de agosto al oeste de Rumanía, antes de alcanzar la capital del país, Bucarest, donde se dirigía. Tras el arresto, el Tribunal de Apelación de Timisoara ordenó su extradición diez días después, pero el abogado de oficio de Morate recurrió la decisión ante el Alto Tribunal que ahora ha vuelto a pronunciarse en contra de los deseos del detenido.

Las dos chicas murieron el pasado 6 de agosto en Cuenca. Siete días después fue detenido Morate en la localidad ruman de Lugoj después de que la Policía española cursara una orden europea de arresto y de que los investigadores detectaran que el sospechoso había activado su teléfono móvil. Los agentes creen que Morate pasó a Francia por la frontera de Portbou (Gerona) con su coche el mismo día en el que desaparecieron las chicas.

Los cuerpos de las dos jóvenes, que contaban con 24 y 26 años, fueron encontrados semienterrados con restos de cal en una poza del río Huécar (Cuenca), situada a tres kilómetros de la casa del presunto asesino.

El sospechoso se ha negado a ser extraditado porque considera que ya ha sido juzgado por la opinión pública española y que, como consecuencia de ese juicio mediático, su vida corre peligro, ya que además asegura haber recibido las amenazas de los familiares de una de las víctimas.