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Susana Díaz pone al PSOE andaluz en 'modo guerra' y lo activará para las generales
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Control férreo de sus nombres frente a ferraz

Susana Díaz pone al PSOE andaluz en 'modo guerra' y lo activará para las generales

El 'caso ERE' y la jubilación de dirigentes acaba con los afines a Chaves en las listas. La dirección federal quiere tener las candidaturas a principios de octubre para hacer campaña cuanto antes

Foto: Susana Díaz recibe la felicitación de Pedro Sánchez en su toma de posesión como presidenta de la Junta de Andalucía, el pasado 14 de junio. (EFE)
Susana Díaz recibe la felicitación de Pedro Sánchez en su toma de posesión como presidenta de la Junta de Andalucía, el pasado 14 de junio. (EFE)

“Quien diga que el PSOE andaluz hará una campaña de brazos caídos por falta de sintonía con Pedro Sánchez no sabe de lo que habla. A Susana Díaz no le gusta perder ni al parchís. Ganar elecciones va en nuestro ADN, es nuestra forma de ser”. Toda una declaración de intenciones desde la dirección regional del PSOE ante las próximas elecciones generales. Las diferencias con el secretario general y su núcleo duro existen pero la tregua declarada por la baronesa andaluza el pasado julio se mantendrá en pie hasta que pasen los próximos comicios.

El candidato socialista cuenta con toda la artillería del partido de Susana Díaz a su favor. O eso declaran. El PSOE andaluz se considera clave para propiciar un vuelco electoral que a la luz de los datos que maneja considera posible. Objetivo: conseguir el mejor resultado del partido en España. Quieren consolidar el fortín electoral andaluz, lo que puede directamente situar a Sánchez como próximo presidente del Gobierno o lo que permitirá al PSOE andaluz tomar el destino de Ferraz y exhibir sus galones electorales en caso de fracaso del candidato socialista. Si de algo presume Díaz, debilitada en círculos del partido por su pugna abierta con Sánchez, es de saber ganar elecciones. Es su gran aval.

En todo caso, la maquinaria socialista se activará de manera inmediata. En Andalucía y en el resto del partido, porque así lo ha pedido Ferraz, que quiere que las listas estén lo antes posible, en poco más de un mes —principios de octubre es la fecha de referencia por ahora—, con el fin de que los candidatos puedan hacer campaña sin demora, aunque los comicios se prevean para el 13 o el 20 de diciembre.

Tras disfrutar de su baja maternal a medias con su marido, la presidenta de la Junta prevé la vuelta al tajo a mediados de septiembre. Ella aún no ha trasladado a su equipo si entrará en la campaña de las catalanas, aunque sus colaboradores creen que los más posible es que atienda la invitación del PSC y esté en Cataluña. Así también lo creen en el círculo del aspirante a la Generalitat y primer secretario, Miquel Iceta. Eso no quita que existan tensiones internas permanentes al abordar el tema catalán y sobre las que el PSOE ha vuelto a echar tierra ante su propuesta de reforma de la Constitución. Los deslices de Ferraz al hablar de un trato fiscal especial para Cataluña han puesto en pie de guerra al PSOE andaluz, que incluso exigió a Ferraz que dejara claro que esa idea no está en sus planes. Después, la líder socialista tiene en su calendario político hacer campaña con Sánchez de forma activa para las generales “con total normalidad”, indican fuentes muy próximas a la dirigente andaluza. No hay que olvidar que ella prácticamente borró al dirigente federal de sus actos electorales en Andalucía y que Sánchez se ha olvidado directamente de la Junta y de la dirección andaluza en sus vacaciones por esta comunidad.

El hueco dejado por Guerra en Sevilla

El partido prevé empezar a tensionar su músculo electoral esta semana, con instrucciones a las direcciones locales y provinciales para que comiencen a elevar nombres para las listas a la ejecutiva regional, que tendrá la última palabra antes de que Ferraz dé el visto bueno. Incluso en los momentos de más debilidad de la dirección andaluza, cuando en 2012 el expresidente José Antonio Griñán se enfrentó a Alfredo Pérez Rubalcaba y decidió ir por libre en la convocatoria electoral, Ferraz ha tenido poco que decir en las listas andaluzas. En esta ocasión nadie en la dirección del partido pone en duda que los nombres de Andalucía los decidirá Susana Díaz. Quiere a su gente en los puestos de salida del Congreso. Sánchez tendrá poco hueco para buscar en estas listas futuros aliados. Desde la Secretaría de Organización se recuerda, sin embargo, que las candidaturas suelen ser producto de las "conversaciones" con las federaciones. Pero también asume que no es igual Andalucía que otro territorio, justo por la autoridad de la presidenta.

Habrá renovación prácticamente obligada por la purga obligada por el caso ERE o la jubilación de pesos pesados. Otros afines a Díaz como Rosa Aguilar o Felipe López ya están su Gobierno. Ya están fuera históricos como Alfonso Guerra, que deja libre el puesto de salida por Sevilla donde suena el nombre de Antonio Pradas, uno de los hombres de Díaz en Ferraz y responsable de Política Federal. Igualmente las imputaciones judiciales por la trama de las ayudas sociolaborales aceleraron la retirada de Manuel Chaves y Gaspar Zarrías, mientras que a José Antonio Viera, que renunció a dejar su escaño, ya le queda poco atrincherado en el Grupo Mixto. Francisco González Cabaña, Salvador de la Encina, Manuel Pezzi, Trinidad Jiménez, Concha Gutiérrez, Petronila Guerrero o Javier Barrero son otros de los parlamentarios andaluces vinculados al expresidente andaluz y que acumulan muchos trienios en el escaño. Sobre estos nombres, la dirección regional guarda, de momento, silencio. Jiménez, no obstante, podría ser reubicada en puestos de salida por Madrid en caso de que Díaz le cerrara la puerta por Málaga, su circunscripción actual.

placeholder Alfonso Guerra, durante su último pleno en el Congreso, el pasado 18 de diciembre. (EFE)

Habrá renovación, coinciden dirigentes regionales y provinciales, que no coinciden en absoluto con la directriz de Ferraz de situar a independientes en puestos de salida para hacer visible el cambio en el partido y emulando la operación Ángel Gabilondo de la Comunidad de Madrid.

En Andalucía, con 60 escaños en el Congreso, PSOE y PP librarán una dura batalla y pelearán cada escaño. El objetivo es convertirse en la lista más votada en la mayoría de las provincias. Más allá de Valencia, Barcelona o Madrid, los socialistas han marcado en rojo en el mapa electoral las grandes ciudades andaluzas. Con todas las diferencias que caben en cada proceso electoral, la extrapolación de los resultados obtenidos en las autonómicas del pasado marzo y en las municipales de mayo indican que para el PSOE hay partido en esta comunidad.

Las cábalas del PSOE andaluz le sitúan como ganador y la fuerza más votada en Sevilla, Huelva y Jaén

Frente a los malos resultados de 2011, cuando la ola antiZapatero dejó a los socialistas con 25 diputados frente a los 33 del PP, las cábalas electorales de la dirección andaluza sitúan ahora al PSOE como ganador y la fuerza más votada en Sevilla, Huelva y Jaén. Marcan además como prioridad recortar distancias de forma importante en Málaga y Almería. Tal y como ocurrió en las andaluzas, los socialistas prevén que el PP y Mariano Rajoy se volcarán en esta comunidad donde hay mucho en juego. El endurecimiento de la confrontación de la Junta con el Gobierno ya está en marcha a todo tren con los Presupuestos Generales del Estado o la financiación autonómica.

Nombres fuertes en las quinielas

A finales de julio, el secretario de Organización del PSOE, César Luena, reunió a todos sus homólogos en las distintas federaciones en una reunión donde se comenzó a perfilar el trabajo electoral. El pistoletazo de salida oficial será en el Comité Federal convocado para el próximo sábado, 5 de septiembre. Desde Andalucía intuyen que Ferraz quiere imponer un calendario acelerado para la elaboración de las candidaturas, pero advierten de que en ningún caso estarían listas antes de agotar octubre. La dirección de Susana Díaz confía en tener peso en el núcleo duro diseñado para las próximas generales y advierten de que lo contrario sería repetir el “error” que ha tensionado las relaciones con Ferraz en el último año.

Esta semana terminará de pactarse el calendario con los barones territoriales, pero el criterio de la cúpula de Sánchez, como replican varios dirigentes consultados por El Confidencial, es rotundo: las candidaturas deben cerrarse en poco más de un mes, de forma que una nueva reunión del Comité Federal las listas el 3 de octubre. Otra alternativa sería el 10 de ese mes —con más contraindicaciones por la proximidad con el puente del Pilar— o ya el 17. "Se trata de hacer los deberes pronto", confirman fuentes próximas a Luena. En mitad del camino se cruzan las elecciones catalanas del 27-S.

En Ferraz se subraya que no se corre más de la cuenta, pero sí que habría un adelanto respecto a 2011

Las federaciones, en principio, están de acuerdo en que conviene quitarse de en medio lo antes posible la elaboración de las listas, que siempre acarrean roces internos, para centrar todos los esfuerzos en la campaña y lanzar a los candidatos. Además, como indica un alto cargo regional, hacer más tarde las planchas entorpece la labor de gestión de los nuevos Gobiernos autonómicos socialistas (Valencia, Extremadura, Castilla-La Mancha, Aragón y Baleares, aparte de Asturias y Andalucía, en manos del partido antes del 24-M), enfrascados a esas alturas con la elaboración de sus Presupuestos.

En Ferraz insisten en que no se corre esta vez más de la cuenta, que se respetan los plazos tasados en los estatutos del PSOE y que son más cortos porque no hay que celebrar primarias, ya que las listas se eligen completas. El proceso es el siguiente: las agrupaciones locales elevan propuestas, las ejecutivas y los comités provinciales confeccionan las candidaturas, las direcciones regionales redactan un informe que se traslada a la Comisión Federal de Listas, que introduce los últimos cambios antes de la sanción definitiva del Comité Federal. Sin embargo, sí que hay una cierta precipitación respecto a lo que ocurrió hace cuatro años: fue el 8 de octubre de 2011 cuando el máximo órgano de poder socialista aprobó sus listas para las generales, que se celebraron el 20 de noviembre.

Las dudas que pesan sobre las planchas andaluzas se repiten en otras circunscripciones, pero hay nombres cuya presencia en el Congreso se da por segura, empezando por buena parte de los integrantes de la ejecutiva de Sánchez. Así, repetirían escaño César Luena (Organización) por La Rioja, Antonio Hernando (actual portavoz parlamentario) por Madrid, Antonio Pradas (Política Federal) por Sevilla, María González Veracruz (Ciencia, Participación y Política en Red) por Murcia, Meritxell Batet (Estudios y Programas) por Barcelona, Pilar Lucio (Cambio Climático y Sostenibilidad) por Cáceres, Susana Sumelzo (Administraciones Públicas) por Zaragoza y Luisa Carcedo (Bienestar Social) por Asturias. Miguel Ángel Heredia, número dos del grupo en la Cámara baja y hombre de la total confianza de Susana Díaz, volverá a competir por Málaga. Del mismo modo, es previsible que se mantengan en la carrera de San Jerónimo Magdalena Valerio (Guadalajara), José Luis Ábalos (Valencia) o Isabel Rodríguez (Ciudad Real), miembros también de la cúpula parlamentaria.

Madina, con difícil encaje

Pondrían un pie en la Cámara baja colaboradores tan estrechos del secretario general como el exlehendakari Patxi López (secretario de Acción Política), por Bizkaia, Manuel de la Rocha Vázquez (Economía) por Madrid o Luz Rodríguez (Empleo), que podría encajar por Madrid —algunos la ven de número dos— o por alguna provincia manchega. La entrada de López en la Cámara baja deja pocas opciones de repetir escaño al vizcaíno Eduardo Madina, que ocupó el primer puesto en 2011. No podría ir ahora de dos, porque las candidaturas socialistas serán forzosamente cremallera (alternándose hombre y mujer). Además, hace cuatro años, sólo salieron elegidos por Bizkaia dos miembros del PSE: Madina y el histórico Txiki Benegas, fallecido este martes. Ahora, por tanto, tendría billete para el tercer lugar. Colar al rival de Sánchez en las primarias de 2014 por Madrid, como se ha especulado, sería complicado por el clima del PSOE-M y por la poca disponibilidad de plazas vacantes.

El PSOE andaluz advierte de que, más allá del PP, el verdadero enemigo electoral a combatir es Podemos

Ibán García del Blanco (secretario de Cultura) podría concurrir por León. El navarro Roberto Jiménez (Emigración), exlíder del PSN, ya ha hecho saber a la dirección regional que no quiere ir en listas porque prefiere estar en segunda línea: aún tiene muy reciente, explican en su entorno, el fiasco de la moción de censura contra la hoy expresidenta foral Yolanda Barcina, poco antes de las europeas de 2014. Quien retorna seguro al Congreso es Carme Chacón (Relaciones Internacionales), número uno por Barcelona por tercera vez consecutiva.

En la Comunitat Valenciana habrá renovación forzosa, porque dos de los miembros de la ejecutiva de esa comunidad, Ximo Puig (Reformas Democráticas) y Carmen Montón (Igualdad), están en el Consell. Él como presidente autonómico y ella como consellera de Sanidad. Sí se apunta que podría repetir el veterano Ciprià Ciscar, secretario de Organización con Joaquín Almunia. Puig, líder del PSPV, es también uno de los convencidos de la conveniencia de incorporar independientes a las listas y abrir el partido a la sociedad, y él lo hizo en las suyas, al fichar, entre otros, a los escritores Fernando Delgado y Carmen Amoraga.

Ferraz percibe que esta vez no habrá demasiada marejada con la composición de las listas, porque el partido está mentalizado de que toca apretar para las generales y el frente andaluz está más tranquilo. La única distorsión es el PSOE-M, aunque las protestas del sector de Tomás Gómez –encabezadas por el destituido Antonio Miguel Carmona– no preocupan demasiado a la ejecutiva. Ferraz sí quiere que las candidaturas "reflejen la renovación acometida por el PSOE" en la etapa de Sánchez, indican en el aparato, y, para demostrar la "apertura" del partido, acojan a independientes, en la medida de lo posible. Como lo fue Gabilondo el 24-M. Por descontado, deberá respetarse la paridad absoluta.

​Aguantar la presión y no hablar de pactos

Los dirigentes del PSOE andaluz coinciden en pedir una campaña que “haga volver al electorado que se ha ido a Podemos”. En este sentido dejan claro que más allá del adversario ideológico, el PP, el verdadero enemigo electoral a combatir y con quien compiten es el partido de Pablo Iglesias. La campaña estará indiscutiblemente marcada por la posible alianza postelectoral del PSOE con Podemos para llegar a la Moncloa.

Susana Díaz sí optó por despejar antes de las elecciones la incógnita y garantizó que no pactaría ni con el PP ni con Podemos, si bien a la hora de negociar su investidura o pactar ayuntamientos habló con todos los partidos sin excepción. En Andalucía las relaciones con la formación morada son malas y van a peor. Los dirigentes del PSOE andaluz insisten en que el partido no debe en ningún caso de hablar de pactos, por más presión que soporten en los próximos meses y el PP se encargará de ello.

“Hay que salir a ganar y no hablar de pactos”, han trasladado desde Andalucía a Ferraz en una consigna con la que aseguran hay total coincidencia. Eso sí, tampoco pueden descartar la alianza, como si defienden voces minoritarias e hizo Susana Díaz, porque la realidad que aproximan las encuestas es que puede ser la única salida para que Pedro Sánchez llegue a La Moncloa. Un escenario que al PSOE andaluz, mucho más próximo a Ciudadanos, no le gusta nada.

“Quien diga que el PSOE andaluz hará una campaña de brazos caídos por falta de sintonía con Pedro Sánchez no sabe de lo que habla. A Susana Díaz no le gusta perder ni al parchís. Ganar elecciones va en nuestro ADN, es nuestra forma de ser”. Toda una declaración de intenciones desde la dirección regional del PSOE ante las próximas elecciones generales. Las diferencias con el secretario general y su núcleo duro existen pero la tregua declarada por la baronesa andaluza el pasado julio se mantendrá en pie hasta que pasen los próximos comicios.

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