Atasco legislativo por elecciones y puentes: el Congreso tendrá que abrir en verano

El Gobierno tiene un calendario legislativo complicado antes de que las actuales Cortes sean o queden disueltas en otoño. Entre las elecciones previstas o imprevistas como las autonómicas andaluzas de marzo, las municipales de mayo o las anunciadas en Cataluña para septiembre, más la Semana Santa y los puentes; quedan más leyes e iniciativas por aprobar en el Congreso (49 en total) que días de pleno por delante. El atasco legislativo obligará a las Cámaras a reunirse en vacaciones, plenos en julio y comisiones en agosto, según los cálculos del Ejecutivo.

El Partido Popular presume de haber cumplido el 90%de su programa electoral, pero parte de esas medidas están aún en trámite parlamentario: desde la reforma de la ley del aborto hasta rebajas fiscales y todas las nuevas normas sobre la llamada “agenda social” (tercer sector, apoyo a la infancia o segunda oportunidad). Todas son fundamentales para que el PP pueda concurrir a los comicios generales con los deberes hechos.

En el Congreso hay un total de 18 proyectos de ley en fase de presentación de enmiendas, otros 12 en comisión más tres proposiciones de ley de grupos parlamentarios que encabeza el PP. Y entre esas está la supresión de la posibilidad de que las menores puedan abortar sin conocimiento de sus padres y la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad para los proyectos de estatutos de autonomía o su modificación.

A esas iniciativas que están en la Cámara baja hay que sumar los 11 proyectos de ley que se tramitan en el Senado (y en parte volverán al Congreso), más los proyectos que el Gobierno tiene que enviar a las Cortes en cuanto tenga los informes preceptivos de los órganos consultivos. El Grupo Popular cifra en 49 las iniciativas que tienen que sacar adelante en el Parlamento antes de que termine la legislatura. No tendrá problema alguno en las votaciones, ni siquiera en los casos de leyes orgánicas, por su sobrada mayoría absoluta. Pero otra cosa es por el contenido y en el orden de la disciplina interna, como ocurre en el caso de la reforma del aborto.

El calendario es la cuestión clave para que el Ejecutivo cumpla sus planes legislativos. Sólo quedan cuatro sesiones de pleno antes de julio y en los últimos meses se redujo mucho el ritmo parlamentario. En el periodo de sesiones que termina las Cortes se tuvieron que saltar el pleno de la tercera semana de marzo porque Susana Díaz decidió adelantar al día 22 los comicios andaluces que tocaba celebrar en 2016. Luego tampoco hubo pleno en las dos primeras semanas de abril por vacaciones de Semana Santa. En mayo han llegado las elecciones locales y autonómicas del día 24 (otra semana menos) y junio empieza con una fiesta en jueves (el Corpus).

En fuentes del Grupo Popular dan por hecho que durante el mes de julio se habilitarán varios plenos extraordinarios en el Congreso y el Senado para recuperar el tiempo perdido y que en agosto también seguirán los trabajos en las comisiones para cerrar en septiembre la tramitación de las leyes pendientes. Además, la Constitución obliga al Gobierno a presentar en la Cámara el proyecto de Presupuestos Generales del Estado antes de que termine ese mes. Aunque luego no dé tiempo a seguir con ninguno de los trámites más allá de la presentación de la iniciativa, en el PP cuentan con que Cristóbal Montoro lleve el texto al Congreso.

El mandato de los diputados elegidos en los comicios de noviembre de 2011 concluye a los cuatro años. Mariano Rajoy tendrá que decidir en septiembre cuándo disuelve las Cortes para convocar los comicios. Tiene el tope para su celebración en el 20 de diciembre, según fijan los plazos de la ley electoral. En cualquier caso, los cálculos de los grupos parlamentarios consisten en que los trabajos legislativos en las Cortes no pasarán de primeros de octubre. Si Artur Mas cumple su amenaza de volver adelantar los comicios en Cataluña y arrancar su campaña electoral el 11 de septiembre, tampoco habría pleno en el Congreso la cuarta semana de ese mes. Luego sólo quedará el tiempo de descuento de la legislatura.