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Barajas, ciudad sin ley: los plastificadores ilegales arruinan a la concesionaria
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SAFEBAG ZORPACK, EN LA RUINA

Barajas, ciudad sin ley: los plastificadores ilegales arruinan a la concesionaria

La empresa Safebag Zorpack, la concesionaria que utiliza máquinas para plastificar maletas, podría dejar en la calle a sus 55 trabajadores en el aeropuerto por la competencia desleal creciente

Más de sesenta inmigrantes conforman una banda ilegal de plastificadores en el madrileño aeropuerto de Barajas que se dedican a embalar maletas y cobrar cada paquete a cinco euros, la mitad de lo que cobra Safebag Zorpack, la concesionaria oficial del servicio. Cada inmigrante se lleva a casa entre 200 y 400 euros, al año un tercio de la facturación total de la empresa, que alcanza los cincomillones de euros. Los dueños de la compañía están al borde de la quiebra y creen que podrían dejar en la calle a sus 55 trabajadores por cese de actividad debido a la competencia desleal de los plastificadores ilegales.

Los empleados de Safebag Zorpack culpan a los dirigentes de Aena y a los poderes públicos de hacer caso omiso a sus súplicas, que se limitan a poder trabajar libremente, sin sentirse coaccionados. El último episodio de amenazas se sufrió el miércoles previo a Semana Santa en la Terminal 1 de Barajas durante el turno de tarde. Tres marroquíes “llevaban toda la tarde plastificando maletas de forma ilegal ante la atenta mirada de nuestro personal. No dudaban encaptar clientes prácticamente en nuestras máquinas”.

El supervisor, cansado de esta situación, les llamó la atención, y uno de los marroquíes le amenazó de muerte. “Primero de palabra. Y después hizo un gesto de cortar el cuello, ante la atenta mirada de otro compañero operario de máquina”. Según el testimonio de este empleado, que prefiere mantener el anonimato por miedo a represalias, el operario se negó en acudir como testigo cuando su compañero puso la denuncia. “Conozco a estos tres de la mezquita de Lavapiés. Son muy peligrosos y radicales. No quiero tener ningún problema con ellos”.

El jefe de operaciones y el supervisor pusieron la pertinente denuncia ante la policía, que todavía no ha conseguido deshacer este grupo de traficantes ilegales. Este jueves a primera hora de la mañana, un equipo de El Confidencial volvía a comprobar cómo esta banda de piratas perfectamente organizada distribuye el material desde una única furgoneta, en grandes bolsas verdes. El despliegue policial “inusual” de este jueves propició que el verdadero negocio no empezara hasta casi las ocho de la mañana, cuando la policía abandonó el aeródromo después de requisar todas las cintas de embalaje que se encontró por el camino.

Servicios a personas que viajan al tercer mundo

El toque de atención de las autoridades policiales no mitigaron las ansias de negocio de estos inmigrantes, que generalmente ofrecen sus servicios a personas que viajan al tercer mundo y que prefieren ahorrarse cinco euros por maleta. Mientras intentan intimidar también a la periodista cuando descubren que es una informadora y no una simple turista, señalan con el dedo a los trabajadores de Safebag Zorpack y les advierten de que continuarán con su tarea.

Mientras los ilegales sortean los pocos impedimentos que pone la policía, los operarios se desquician y posan ante las cámaras de El Confidencial carteles con el rostro de todas las personalidades políticas que, a su juicio, deberíanactuar contra esta lacra y no hacen nada. Son Elena Mayoral, la directora del aeropuerto de Barajas; José Manuel Fernández Bosch, director comercial de Aena, y su presidente, José Manuel Vargas; la alcaldesa de Madrid, Ana Botella; la exdelegada del Gobierno y candidata del PP a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y Ana Pastor, la ministra de Fomento. A todos les señalan como “culpables por permitir que Barajas se convierta en el aeropuerto de la impunidad. Un hecho que nos lleva a la ruina”.

Más de sesenta inmigrantes conforman una banda ilegal de plastificadores en el madrileño aeropuerto de Barajas que se dedican a embalar maletas y cobrar cada paquete a cinco euros, la mitad de lo que cobra Safebag Zorpack, la concesionaria oficial del servicio. Cada inmigrante se lleva a casa entre 200 y 400 euros, al año un tercio de la facturación total de la empresa, que alcanza los cincomillones de euros. Los dueños de la compañía están al borde de la quiebra y creen que podrían dejar en la calle a sus 55 trabajadores por cese de actividad debido a la competencia desleal de los plastificadores ilegales.

Aeropuerto de Barajas
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