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La Guardia Civil prevé un alza del material pedófilo tras el rediseño de las Google Glass
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LAS GAFAS SERÁN COMO UNA CÁMARA OCULTA MÓVIL

La Guardia Civil prevé un alza del material pedófilo tras el rediseño de las Google Glass

Los acuerdos con los diseñadores de gafas más modernas del mundo generarán un producto que esconderá el visor y funcionará igual que una cámara oculta

Foto: Sergey Brin, CEO de Google, con unas Google Glass puestas (Reuters)
Sergey Brin, CEO de Google, con unas Google Glass puestas (Reuters)

El acuerdo de Google con Luxottica –el diseñador de marcas de gafas como Ray Ban, Oakley o Arnette– es el último intento de la multinacional tecnológica americana por revitalizar un proyecto que comenzó con fuerza pero que se fue apagando poco a poco. Los futuros modelos de Google Glass serán, por lo tanto, más modernos y elegantes, pero sobre todo esconderán el visor, la pieza clave del producto que al mismo tiempo lo afeaba hasta hacerlo ridículo.

Esta normalización de las gafas tendrá un previsible efecto inmediato en los ciudadanos, que no distinguirán si un ciudadano lleva unas Ray Ban ‘clásicas’ o unas con visor digital integrado. A todos los efectos, será como llevar una cámara oculta de forma constante, advierte el capitán del Grupo de Delitos contra Menores de la Guardia Civil, Carlos Igual, que ve grandes riesgos en la popularización de un nuevo producto que amenaza la privacidad de las personas y cuyo uso no está regulado por ninguna normativa.

Ni la nueva reforma del Código Penal ni ningún otro cambio legislativo de los que tiene sobre la mesa el Congreso de los Diputados abordan este asunto. Desde el Ministerio de Justicia, además, explican que no tienen previsto estudiar regulación alguna en torno al proyecto de Google. En Las Vegas, sin embargo, los casinos prohibieron su uso poco después de que fueran presentadas para evitar que los usuarios hicieran trampas, según informó Associated Press.

Igual considera que los rediseños del ingenio de Google generarán problemas importantes en cuanto el gigante de Mountain View los ofrezca al gran público. Entre ellos, el previsible incremento de material pedófilo, que será más fácil de conseguir por los criminales. Hasta ahora, explica el capitán de la Guardia Civil, estos delincuentes instalaban cámaras ocultas en vestuarios u otros lugares similares. Ahora, no será necesario. Las Google Glass facilitarán notablemente la captación de imágenes al grabar indiscriminadamente todo lo que ven los ojos.

Este uso de las gafas es el que más preocupa a la Guardia Civil, pero también al resto de policías de Europa y América. De hecho, se trata de un asunto recurrente en las reuniones mantenidas por expertos en los ámbitos de Europol e Interpol.

Carlos Igual admite que aún no ha habido casos relacionados con imágenes de pornografía infantil obtenidas a través de las Google Glass y del resto de dispositivos similares que surjan en el futuro, pero entiende que es lógico porque todavía no se ha extendido su uso.

“Si alguien entra a un vestuario con una Google Glass, llama la atención; el problema será cuando las gafas no llamen la atención”, subraya el capitán del instituto armado, quien entiende también que el problema radicará en que, además, ningún piloto advertirá al resto de personas de que se está grabando, como ocurre en las cámaras tradicionales.

Según Igual, también será importante –tras la generalización de las gafas– que los centros escolares estén atentos al uso que hacen los niños del producto. Actualmente, explica, en muchos colegios está prohibido por normativa interna el teléfono móvil y, sin embargo, los celulares aparecen como moscas cuando hay una pelea en el patio. “Los centros tendrán que tomar medidas de forma reactiva, una vez que se produzcan los problemas”, prevé el oficial del instituto armado.

El acuerdo de Google con Luxottica –el diseñador de marcas de gafas como Ray Ban, Oakley o Arnette– es el último intento de la multinacional tecnológica americana por revitalizar un proyecto que comenzó con fuerza pero que se fue apagando poco a poco. Los futuros modelos de Google Glass serán, por lo tanto, más modernos y elegantes, pero sobre todo esconderán el visor, la pieza clave del producto que al mismo tiempo lo afeaba hasta hacerlo ridículo.

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