Es noticia
Tania Sánchez y Pablo Iglesias: dos caminos y un destino
  1. España
PASADO Y PRESENTE DE LAS "CARAS DEL CAMBIO"

Tania Sánchez y Pablo Iglesias: dos caminos y un destino

Los dos políticos que han acaparado el foco por su papel protagonista en el convulso escenario de la política española siempre compartieron orígenes, estrategias y aspiraciones

Foto: Tania Sánchez, durante una conferencia de Nueva Economía Fórum, en el Hotel Ritz. (EFE)
Tania Sánchez, durante una conferencia de Nueva Economía Fórum, en el Hotel Ritz. (EFE)

Tania Sánchez y Pablo Iglesias son dos de los referentes políticos que más han contribuido a revolucionar el anquilosado panorama de partidos. Desde formaciones políticas diferentes, que no trincheras, se han convertido en las caras protagonistas “del cambio”, aunque aún tenga más de televisivo que de institucional. Un resultado alejado de cualquier atisbo de espontaneidad, pues ambos han compartido orígenes, estrategia y destino. Como si hubiesen nacido y vivido para plasmar sus firmas en la nueva Transición (proceso constituyente) que tanto ansían, con meticulosidad y paciencia, su periplo vital ha tenido siempre como objetivo la acumulación de poder.

Tania Sánchez llegó a la política de la mano de su padre, empezando desde arriba y con sueldo de liberada. Con 25 años se convirtió en la secretaria de organización de IU en Rivas, el ayuntamiento más grande de España en el que la formación contaba con mayoría absoluta. Al mismo tiempo pasó a integrar la dirección regional del partido en la Comunidad de Madrid. Un año antes, en 2003, ya había sido contratada como asesora del grupo municipal, puesto que luego cambiaría por el de asesora de participación ciudadana y cooperación del Ayuntamiento. Pablo Iglesias se cansó antes de la política formal, que inició con 14 años en las juventudes comunistas, para romper llegada la treintena y convertirse en el imberbe portavoz de los movimientos antiglobalización. Una posición que le permitió ganar proyección y respeto entre las fuerzas sociales de izquierda, tanto de España como del resto de Europa.

La relación de Pablo Iglesias y Tania Sánchez con los tótems de IU siempre fue fluida, la organización en la que militan sus padres. El “califa rojo”, Julio Anguita, o Manolo Monereo eran sus principales confidentes, con los que compartían mesa camilla y tertulias interminables. El primer cargo institucional que ocupó Tania Sánchez fue el de concejal de Cultura, Fiestas y Cooperación al Desarrollo, tras salir electa en las elecciones municipales de 2007. Eran los tiempos en los que Pablo Iglesias se hacía con el liderazgo de las asociaciones de estudiantes en la Complutense, la cuna de Podemos, “para configurar la agenda”.

La ventana de oportunidad

El ayuntamiento de Rivas pronto comenzó a quedarse corto para las aspiraciones políticas de Tania Sánchez, y logró colarse en los puestos más altos de la lista de IU para las elecciones autonómicas. Así, en 2011 se convirtió en diputada regional, coincidiendo con la eclosión del 15M, que se había reivindicado frente a la Puerta del Sol, donde se encuentra la Asamblea Regional, como un movimiento apartidista. La ventana de oportunidad que ambos aprovecharon para acelerar sus carreras políticas.

Un año después de convertirse en diputada, Tania Sánchez realiza la primera intentona para hacerse con la coordinación general del partido en la Comunidad de Madrid. Por aquel entonces ya había iniciado su relación con Pablo Iglesias, a quien conoció en la campaña de las elecciones generales de noviembre 2011, trabajando como asesor del máximo responsable de IU, Cayo Lara.

Su proyecto en la IX Asamblea Regional, enfrentado a la denominada “vieja guardia”, se enmarcó en unos postulados ‘quincemayistas’ y de ruptura generacional. Fracasó estrepitosamente, cosechando tan solo un 12% de los apoyos. Su alianza con la otra candidatura alternativa a la oficialista, liderada por Esther Gómez, sumaba el 49% de los votos. Este pacto generó una fuerte dualidad en la organización que años más tarde se tradujo en la insostenible guerra fratricida que ha desangrado a la coalición.

Televisión y poder

Tania Sánchez, que acudía con frecuencia al programa ‘La Tuerka’, presentado por Pablo Iglesias, comenzó a convertirse en la portavoz no oficial del ala crítica del partido. Una visibilidad que el líder de Podemos también aprovechó, hasta el punto de poner contra las cuerdas a Cayo Lara, exigiéndole que lo hiciese candidato de IU en las europeas “porque tus bases me conocen más a mí que ti”. Militantes y simpatizantes de IU comenzaron a identificar a Tania Sánchez con la voz de la regeneración dentro del partido, gracias a sus apariciones en la tercera tertulia más vista por internet.

Poco a poco, siguió la misma estrategia mediática que el líder de Podemos y dio el salto a los medios nacionales, llegando incluso a negociar su presencia juntos en programas de debate como ‘El Gato al Agua’, de Intereconomía. De ahí a los platós de La Sexta, muchas veces como contertulios, y de ellos a las primarias del partido, en las que arrasó. Su pulso con el aparato acabó en fracaso, y la cara más conocida de IU abandonó la coalición, con una querella pendiente por un supuesto trato de favor a la cooperativa de su hermano cuando era concejala, para emprender una nueva aventura de “unidad popular”… con Podemos a la vista.

La privacidad para ambos se acabó tras su éxito político y la sobreexposición mediática. Un mal menor o, al menos temporal, para dos personas que han nacido y vivido para llegar a lo más alto de la política. Ambos son insaciables y, como el matrimonio Underwood (Kevin Spacey y Robin Wright) de la serie política ‘House of Cards’, que tanto uno como otro analizan en la intimidad, todo es sacrificable en favor de los propósitos políticos. “Detrás de un gran hombre siempre hay una mujer con sangre en sus manos”, aseguraba el personaje de Kevin Spacey. La siguiente temporada está a punto de arrancar.

Tania Sánchez y Pablo Iglesias son dos de los referentes políticos que más han contribuido a revolucionar el anquilosado panorama de partidos. Desde formaciones políticas diferentes, que no trincheras, se han convertido en las caras protagonistas “del cambio”, aunque aún tenga más de televisivo que de institucional. Un resultado alejado de cualquier atisbo de espontaneidad, pues ambos han compartido orígenes, estrategia y destino. Como si hubiesen nacido y vivido para plasmar sus firmas en la nueva Transición (proceso constituyente) que tanto ansían, con meticulosidad y paciencia, su periplo vital ha tenido siempre como objetivo la acumulación de poder.

Tania Sánchez Izquierda Unida Política
El redactor recomienda