Hablan los familiares: "Confusión, agonía innecesaria y falta de información"

“Confusión ante lo ocurrido, agonía innecesaria, falta de información sobre los viajeros”, así describía Pilar Vera, la presidenta de la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022 de Spanair, las primeras horas a las que se enfrentaron los familiares de las víctimas españolas del accidente de avión en Francia. Justo lo contrario de lo que recomiendan los expertos en el tratamiento psicológico de los familiares de un accidente aéreo.

Como explica Lourdes Fernández, coordinadora del grupo de psicólogos de emergencias del Colegio de Psicólogos de Madrid, que trabajó desde el minuto uno tras el accidente de Spanair hace seis años en Barajas, lo primero es manejar las crisis emocionales, preparar a la familia para recibir las peores noticias y “ofrecer información clara, continuada y sencilla de lo que ocurre”. La diferencia entre una buena gestión comunicativa y una mala lo es todo durante las primeras horas, según insiste.

Desde que Pilar Vera perdió a una sobrina en el accidente del Spanair, lucha desde la asociación por la seguridad aérea, la asistencia a las víctimas y la creación de un marco de protección a las personas “para situaciones como las que están viviendo las familias españolas afectadas por la tragedia aérea de hoy”. Inevitablemente, este tipo de siniestros hacen que rememore la fatídica jornada del 20 de agosto de 2008. Sin embargo, lo que más rabia le da es el sufrimiento, evitable dice, entre los familiares por la demora para conocer el nombre de los pasajeros que embarcaron en el avión.

“Lamentable que las familias pasen por una agonía innecesaria” al no tener una “confirmación sobre su ser querido. España sigue sin aprender”, lamentaba Vera en su perfil de Twitter. La coordinadora del grupo de psicólogos de emergencias del CPM entiende que las críticas por la demora a la hora de ofrecer estas informaciones, porque “lo peor que se lleva en estos casos es la incertidumbre”, pero entiende que es una cuestión inevitable. “No se sabe qué es peor, si la tardanza o dar informaciones erróneas. Hasta que no se tiene una total seguridad, las autoridades no pueden dar un listado de víctimas”, apunta.

La necesaria comunicación personalizada

La incertidumbre es lo que más ansiedad genera en los familiares, explica Fernández, por lo que es fundamental el trabajo de los psicólogos “para ir preparando a las familias para recibir las peores noticias, que se vayan haciendo a la idea y trabajar con el manejo de sus emociones, que son muy intensas”. La labor de los psicólogos, una vez confirmada la tragedia, también se extiende a prestar ayuda para la toma de decisiones que deben afrontar en un corto periodo de tiempo, con una intensa desorganización mental y, muchas veces, en estado de shock.

La primera reacción suele ser la negación de los hechos, por lo que es crucial ayudar a estas personas a asumir y aceptar lo sucedido, añade. “Manejar las crisis emocionales que puedan producirse y ayudar a comunicar la noticia al resto de familiares, diferenciando si se trata de niños, personas enfermas, etc.” es otra de las tareas que llevan a cabo los psicólogos de emergencias.

Entre los principales errores que se cometieron en el protocolo de comunicación con los familiares de las víctimas del vuelo de Spanair, como criticó en su momento la Asociación de Afectados del Vuelo JK5022, fue que se diese en voz alta la lista de fallecidos. Como indica Fernández, lo correcto es dar todas las informaciones de manera personalizada, “teniendo en cuenta las circunstancias de cada uno, porque cada persona es un mundo y evoluciona de forma diferente”.

El copiloto tiró el avión voluntariamente

El fiscal de Marsella, encargado de la investigación del accidente del avión de Germanwings, ha indicado que el copiloto estaba al mando del aparato tras salir de la cabina el piloto y que a continuación accionó el seleccionador de altitud iniciando el descenso.

Así lo han revelado los datos de la primera de las cajas negras, en las que se puede escuchar al piloto llamando a la puerta para que se la abriera el copiloto, algo que no sucedió. Según ha aclarado, se escucha un ruido de respiración hasta el final, lo que indicaría que "el copiloto estaba vivo".