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Zapatero enoja a todos con su visita al Sáhara: Gobierno, PSOE y saharauis
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participa en un foro pro-marroquí en dajla

Zapatero enoja a todos con su visita al Sáhara: Gobierno, PSOE y saharauis

Ningún diplomático español puede viajar al Sáhara, una política que ya aplicaron a rajatabla los gobiernos del propio Rodríguez Zapatero. Su viaje a la zona no sólo ha irritado al Gobierno

Foto: Zapatero defiende su presencia en Sáhara por la "pluralidad" del foro marroquí. (Efe)
Zapatero defiende su presencia en Sáhara por la "pluralidad" del foro marroquí. (Efe)

José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a apuntalar la vieja teoría de que los expresidentes del Gobierno, cuando dejan el poder, se convierten en unos incómodos jarrones chinos que nadie sabe muy bien dónde colocar para que no molesten. Si hace unas semanas se reunió en La Habana con el presidente cubano, Raúl Castro, sin informar al Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que provocó una airada reacción del jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, ahora ha conseguido, con su visita al Sáhara Occidental, el más difícil todavía: irritar tanto al Gobierno como a su propio partido, el PSOE, y a los representantes del pueblo saharaui.

El ex 'número uno' socialista se encuentra desde ayer en Dajla, la antigua Villa Cisneros de la etapa colonial española, para participar en un foro de debate organizado por Crans Montana, un lobby suizo que apoya el control marroquí sobre el Sáhara Occidental. La ONU, por el contrario, considera que es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, y el PSOE se ha visto forzado a recordar que su posición "no ha cambiado", y que sigue respaldando la "libre determinación" del pueblo saharaui.

Zapatero sí informó en esta ocasión por carta al Ministerio de Asuntos Exteriores de su viaje a Dajla, al sur del Sáhara Occidental. PeroGarcía-Margallo se apresuró a recordar que el pasado 1 de febrero la Unión Africana, una liga integrada por 54 Estados africanos en la que no está Maruecos, ya emitió una declaración oficial en la que solicitaba la cancelación del foro, por considerarlo ilegal conforme al Derecho Internacional y estar "en contradicción con los esfuerzos de la comunidad internacional para resolver el conflicto del Sáhara Occidental".

Ningún diplomático español puede viajar al Sáhara, una política que ya aplicaron a rajatabla los gobiernos de Rodríguez Zapatero, precisamente para evitar que su presencia en el territorio ocupado por Marruecos pudiera ser interpretada como un alineamiento de España con las tesis del país vecinoen detrimento de las aspiraciones del pueblo saharaui, que sigue reclamando la celebración en la antigua colonia española de un referéndum de autodeterminación bajo la supervisión de la ONU.

Ayer, casi medio centenar de personas, convocadas por la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, se manifestaron frente a la sede socialista de la calle Ferraz, en Madrid, para reclamar al secretario general del partido, Pedro Sánchez, que desautorice el viaje de Zapatero a Dajla. El presidente de la coordinadora, José Taboada, aseguró que el propósito del expresidente del Gobierno es "legitimar" la ocupación marroquí, y calificó la visita como "una afrenta" a los ideales socialistas.

No fueron las únicas críticas cosechadas por Zapatero. IU también condenó ayer la actitud "cómplice y vergonzosa" del expresidente con "la ocupación ilegal" del Sáhara. El secretario federal de Solidaridad y Derechos Humanos de la coalición, Francisco Pérez Esteban, emitió un comunicado en el que se pregunta"qué intereses llevan a Zapatero a hacer este viaje", porque considera que es "una actitud muy grave y absolutamente impropia de un expresidente democrático al ignorar la legalidad internacional".

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, afirmó, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, que Zapatero "conoce o debe conocer perfectamentecuál es la situación en la zona", y le pidió "prudencia" por las "implicaciones que tienen viajes de esta naturaleza". Menos comedido se mostró el portavoz parlamentario del partido, Rafael Hernando, que pidió al expresidente que, cada vez que quiera salir a "manifestarse", lo haga "de forma responsable". Hernando añadió:"Me preocupa enormemente que después de lo de Cuba, el señor Zapatero siga insistiendo y ahora vaya al Sáhara a reivindicar unos planteamientos que no son ni los del Gobierno ni tampoco los de él mismo cuando gobernó".

José Luis Rodríguez Zapatero ha vuelto a apuntalar la vieja teoría de que los expresidentes del Gobierno, cuando dejan el poder, se convierten en unos incómodos jarrones chinos que nadie sabe muy bien dónde colocar para que no molesten. Si hace unas semanas se reunió en La Habana con el presidente cubano, Raúl Castro, sin informar al Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que provocó una airada reacción del jefe de la diplomacia española, José Manuel García-Margallo, ahora ha conseguido, con su visita al Sáhara Occidental, el más difícil todavía: irritar tanto al Gobierno como a su propio partido, el PSOE, y a los representantes del pueblo saharaui.

José Manuel García Margallo Sáhara Ministerio de Asuntos Exteriores
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