El abogado de Villarejo defiende al policía imputado por investigar el ático de González

David Macías González, el abogado y compañero de despacho del comisario José Manuel Villarejo –adscrito a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía–, es al mismo tiempo el letrado que defiende al también comisario Agapito Hermes de Dios, que inició la investigación del ático que posee el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, antes de ser trasladado a Madrid. En concreto, Macías González ejerce la defensa de Hermes de Dios en la causa que se sigue contra este último en el Juzgado número 47 de Madrid.

Se trata de una pieza separada de la instrucción dirigida por el magistrado Adolfo Carretero en el proceso que investiga el espionaje que sufrió Ignacio González en Colombia. Las diligencias de la pieza separada tratan de averiguar hasta qué punto las pesquisas emprendidas por Hermes de Dios se ajustaban al marco legal, extremo que pone en duda el presidente de la Comunidad de Madrid, cuya denuncia, de hecho, fue la que motivó esta investigación que instruye el Juzgado 47.

Varias páginas en internet anuncian los servicios legales de Macías González y sitúan la dirección de su despacho en el número 1 de la madrileña plaza de Pablo Ruiz Picasso, justo en el mismo local que utiliza como domicilio social la mayoría de empresas controladas de un u otro modo –según el Registro Mercantil– por Villarejo.

Por otro lado, Macías González también es el representante legal de la Asociación Transparencia y Justicia, personada en la causa que se sigue en el Juzgado número 5 de Estepona por el ático de González, con lo que, por un lado, acusa al presidente de la Comunidad de Madrid y, por otro, defiende a quien le investigó. Pero no ha sido el único caso en el que ha logrado constituirse como parte Transparencia y Justicia, entidad que no dispone de página web ni de perfiles en redes sociales. La asociación también ha conseguido ser acusación en procesos judiciales de relevancia política como el caso Campeón, que señalaba al exministro José Blanco; el incidente de tráfico protagonizado por Esperanza Aguirre, o la misteriosa instrucción del pequeño Nicolás.

Se da la circunstancia, por lo tanto, de que el comisario Villarejo, al que el presidente madrileño acusó de chantaje, está directamente vinculado con la asociación que acusa a González por el polémico ático y con la defensa del comisario Hermes de Dios, que inició la investigación policial del mismo caso. Villarejo y Enrique García Castaño, actual número dos de la Comisaría General de Información de la Policía, trataron de coaccionar al jefe del Ejecutivo regional, según contó el propio Ignacio González en conferencia de prensa la pasada semana.

En concreto, según el relato de González, Villarejo y García Castaño se reunieron con el presidente madrileño en noviembre de 2011 y le amenazaron con difundir datos de las pesquisas. A raíz de estas declaraciones, Villarejo interpuso una denuncia contra González ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid que, por el momento, ha sido rechazada por la Fiscalía de Madrid, que entiende que el Alto Tribunal no es competente para juzgar los hechos.

Villarejo, también según González, dirigió la investigación sobre su vivienda de lujo en Marbella junto al entonces director adjunto operativo, Miguel Ángel Fernández Chico, fallecido posteriormente el 27 de enero de 2012, quien habría ordenado a Hermes de Dios que reportara únicamente a ellos dos.

El comisario también comparte con Macías un medio de comunicación. Se trata de la web Información Sensible, que durante los últimos días ha defendido a capa y espada al comisario e incluso ha acusado al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) de ‘perder’ el dinero de un rescate que procedía de los fondos reservados. El portal está a nombre de la editora Sensible Code, que a su vez es 100% propiedad de la sociedad Desarrollos Empresariales Potes, cuyo administrador es, según el Registro Mercantil, David Macías.

Información Sensible explicó en un artículo publicado el pasado 10 de marzo que “durante más de 20 años (Villarejo) ha realizado unas labores discretas y reservadas como agente encubierto, con una red de colaboradores infiltrada por todo el mundo y aportando información de los delitos más graves, como tráfico de armas, tráfico de drogas, trata, así como el blanqueo de capitales procedente de estos delitos, corrupción política y, por supuesto, terrorismo en todas sus modalidades”. El portal también criticó al diario El País por publicar el entramado empresarial que dirige el comisario y su esposa, extremo sobre el que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha encargado un informe.

Pero no fue sólo Ignacio González quien sacó a la luz el nombre de Villarejo en la citada conferencia de prensa. El comisario de Asuntos Internos de la Policía, Marcelino Martín-Blas, le incluyó erróneamente en un informe de vigilancia sobre los movimientos de Francisco Nicolás Gómez Iglesias –el pequeño Nicolás– que se hizo público poco después. Martín Blas confundió –quizá voluntariamente, pues entre él y Villarejo hay una conocida mala relación desde hace años– a un ciudadano que caminaba por la calle con el comisario adjunto a la DAO, motivo por el cual este último ha interpuesto una denuncia contra el máximo responsable de Asuntos Internos.

El asunto Villarejo y sus negocios, el ático de González, las maniobras de Asuntos Internos y el caso del pequeño Nicolás han puesto en evidencia la lucha interna que existe en el seno de la Policía y en el Ministerio del Interior, así como la tensión entre un sector del cuerpo dirigido por Ignacio Cosidó y el Centro Nacional de Inteligencia.