Monedero defiende en la ONU el "derecho al desarrollo" de los pueblos del Sur

Juan Carlos Monedero, secretario de Programa de Podemos, ha defendido esta mañana en un consejo de la ONUel papel clave de esta institución internacional en la promoción de la cooperación internacional en materia de derechos humanos. Su intervención en el Palacio de las Naciones de Ginebra se produjo a petición del presidente del Consejo de Derechos Humanos de la ONU Joachim Ruecker, debido a su “conocimiento y experiencia” en estos asuntos. Entre las recomendaciones que expuso el politólogo, cuyo currículum ha sido cuestionado en las últimas semanas, destacan la configuración de un corpus legal internacional para proteger los derechos humanos en todos los rincones del mundo y potenciar la cooperación de los países del Norte con los Sur, así como entre estos últimos.

La mesa de “alto nivel” titulada ‘Fortalecimiento de la cooperación internacional en la esfera de los derechos humanos’ también contó con la presencia del director ejecutivo del South Center, Martin khor, del director general de la Organización Internacional del Trabajo, Juan Somavía, de la asistenta de la secretaría general de la ONU, Lakshmi Puri, y de la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL), Alicia Bárcena. Su participación como especialistas se produce en el marco de la XXVIII edición del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

El acceso a una vivienda digna, a la sanidad, la educación y todos los recursos básicos como la alimentación, el agua o la electricidad fueron algunos de los elementos que se mencionaron en la mesa como componentes del denominado “derecho al desarrollo”. Derechos todos ellos que el secretario de programa de Podemos ha desarrollado con un carácter “universal” en el plan de emergenciade la formación, que implantaría en los cien primeros días de gobierno.

La férrea defensa de la promoción de los derechos humanos que realizó el dirigente de Podemos choca con la tibieza que manifestó respecto ladetención del alcalde metropolitano de Caracas, el opositorAntonio Ledezma, el pasado 19 de febrero por parte de la policía política venezolana. Durante la rueda de prensa en la que Monedero trató de aclarar sus ingresos de 425.000 euros como asesor de varios gobiernos bolivarianos, se limitó a indicar su apoyo al Estado de derecho y a que las leyes se cumplan.

Tibieza con las detenciones en Venezuela

“Me remito a confiar en la Justicia y en el Estado de derecho”, declaró el número tres de Podemos, preguntado por la prensa. Una tibia postura que rompieron días después sus compañeros de partido. Primero fue la eurodiputada y secretaria de Rescate Ciudadano, Tania González, quien apuntó que en su formación “no nos gusta que se detengan alcaldes ni cargos políticos en ningún lugar del mundo”. La europarlamentaria asturiana insistió a este respecto, que cuando se produzcan procesos judiciales que tengan que ver con cargos políticos deben establecerse “con la máxima transparencia, celeridad y garantías procesales”.

El líder del partido, Pablo Iglesias, fue mucho más contundente ese mismo día, durante una entrevista televisiva, donde criticó la detención del alcalde opositor e insistió en que no había “ningún matiz de ambigüedad” en sus palabras. Acerca de lasituación económica del paíslatinoamericano y del desabastecimiento, el secretario general de Podemos instó a Caracas y Madrid “arebajar el tonopor los intereses empresariales españoles” después de que Nicolás Maduro asegurara la existencia de un eje Madrid-Bogotá-Miami de “conspiración permanente” contra Venezuela.

El respeto de la diversidad cultural, la tolerancia y la comprensión mutua fueron otros de los elementos clave señalados como claves para mejorar la cooperación internacional. Asimismo, se hizo hincapié la “diferencia” para solventar los obstáculos que podrían encontrarse en la promoción y protección de los derechos humanos, que a su vez sería una punta de lanza para fomentar a las buenas relaciones entre los Estados.

Ucrania centró ayer la sesión inaugural del consejo, con un cruce de acusaciones entre Rusia y los países occidentales respecto a quien viola los derechos fundamentales de los ucranianos. El primer representante de peso en dirigirse a los 47 miembros del Consejo y al resto de miembros de las Naciones Unidas fue Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores ruso, quien denunció las supuestas violaciones a los derechos humanos a las que son sometidos los civiles en las zonas insurgentes del este de Ucrania por parte de Gobierno de Petró Poroshenko. En el lado opuesto se situó el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, quien instó al Consejo a "observar los hechos y no dejarse manipular