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“Habría ido a la reunión con Pablo Iglesias si Zapatero y Bono me hubieran invitado”
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CAFÉ CON ANTONIO MIGUEL CARMONA

“Habría ido a la reunión con Pablo Iglesias si Zapatero y Bono me hubieran invitado”

Le habría "encantado" estar presente cuando los dos socialistas se reunieron a escondidas con la cúpula de Podemos. "Me parece un espectáculo", reconoce en un café con 'El Confidencial'

No necesita presentación. Antonio Miguel Carmona, el socialista al que le cambiaron su pareja de baile en la antesala de las elecciones que pretende ganar, prefiere no tener que elegir entre papá y mamá en el divorcio que firmaron en febreroPedro Sánchez y Tomás Gómez. “Yo, con el PSOE”. Muestra, entre risas, las dos manos ante las cámaras de El Confidencial para que los lectores comprueben que no se las ha chamuscado tras ponerlas en el fuego por su amigo Tomás un día antes de que el secretario general del PSOE lo fusilase. "Están sin quemar, a pesar de que me han hecho dibujos, canciones y hasta coplas". Y las volvería a poner, insiste. Además, no se ruboriza al reconocer que si José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono lo hubieran invitado al polémico almuerzo que protagonizaron con los líderes de Podemos antes de Navidad, habría aceptado encantado. “Me parece un espectáculo ver cómo Zapatero y Bono explican a otros cómo se hace política”.

El profesor Carmona comparte un café con este diario en el Círculo de Bellas Artes de Madrid doce horas después de que Ángel Gabilondo fuera presentado ante la sociedad como el candidato oficial del PSOE a la Comunidad de Madrid. Con dedazo. Sin primarias abiertas, muy al estilo del PP. “Yo siempre he sido partidario de primarias abiertas. Pero no daba tiempo, y el resultado que hemos visto entre la militancia ha sido apoteósico: Gabilondo ha recibido un apoyo muy mayoritario”. El que habla es el mismo Carmona que dos semanas atrás se dejaba fotografiar con Tomás Gómez recién acuchillado. ¿Hizo algo mal Gómez para que fuera apartado así? “Desde el criterio del secretario general fue evidente”. ¿Fue una decisión acertada? “Eso se lo tendrá que contestar el secretario general”. Prefiere no seguir hablando. Ya es cosa del pasado.

Hábil en las respuestas, evita entrar en los asuntos espinosos de su partido, como que lo único que tiene Susana Díaz que no tenga Pedro Sánchez es la “presidencia de la Junta de Andalucía”. Y habla de Madrid. Del que le gustaría dirigir y del que ya existe. Alguna lección se la sabe al dedillo, como que está dividida en 21 distritos o que el metro cierra “a partir de la una”. Es más prudente con los temas que aún no controla, como cuánto vale aparcar una hora el coche en zona azul al lado del Palacio de Cibeles. “Yo no cojo el coche” o el coste de un bonometro de diez viajes. “Tengo el mensual, así que no sé cuánto vale el de diez”. Tampoco el mensual, pero apunten el bar donde Carmona ha comido el mejor cocido madrileño: El Malacatín.

Carmona: 'Me parece un espectáculo ver cómo Zapatero y Bono explican a otros cómo se hace política'

Si tuviera que fichar a un político del Partido Popular para su equipo, Carmona elegiría al joven Pablo Casado, la baza de Rajoy en su nueva estrategia de comunicación para las elecciones municipales y autonómicas: más televisión y más política. Al más puro estilo pim pam Carmona. Sobre corrupción y política, dice que él dimitiría el día que un juez lo imputara, una afirmación que choca frontalmente con la decisión de sus compañeros José Antonio Griñán y Manuel Chaves, expresidentes de la Junta de Andalucía que están imputados en la trama de los ERE y que siguen apoltronados en su escaño del Congreso y del Senado. “En mi caso particular, si yo fuese imputado dejaría la política”.

Carmona es padre separado con tres hijas que vive de alquiler en un piso al Norte de Madrid. “Son demasiado caros para demasiada gente”, reconoce, sin decir cuánto paga él. Para no aferrarse al escaño de la vida pública, el socialista aconseja a sus colegas que no abandonen sus carreras profesionales para poder volver cuando el ciclo político haya llegado a su fin. Él, además de político, es profesor y tertuliano. ¿Quién paga mejor, la universidad o la televisión? "De la tele no cobro. Y con mi sueldo de la universidad estoy muy satisfecho".

No necesita presentación. Antonio Miguel Carmona, el socialista al que le cambiaron su pareja de baile en la antesala de las elecciones que pretende ganar, prefiere no tener que elegir entre papá y mamá en el divorcio que firmaron en febreroPedro Sánchez y Tomás Gómez. “Yo, con el PSOE”. Muestra, entre risas, las dos manos ante las cámaras de El Confidencial para que los lectores comprueben que no se las ha chamuscado tras ponerlas en el fuego por su amigo Tomás un día antes de que el secretario general del PSOE lo fusilase. "Están sin quemar, a pesar de que me han hecho dibujos, canciones y hasta coplas". Y las volvería a poner, insiste. Además, no se ruboriza al reconocer que si José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono lo hubieran invitado al polémico almuerzo que protagonizaron con los líderes de Podemos antes de Navidad, habría aceptado encantado. “Me parece un espectáculo ver cómo Zapatero y Bono explican a otros cómo se hace política”.

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