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El PSOE da la espalda a la mitad de sus votantes y apoyará hoy la cadena perpetua
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El PSOE da la espalda a la mitad de sus votantes y apoyará hoy la cadena perpetua

Pragmatismo en estado puro: la inmensa mayoría de los cuadros dirigentes del PSOE y al menos la mitad de sus votantes rechazan la introducción de la

Foto: Fotografía facilitada por Mediaset España del líder del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)
Fotografía facilitada por Mediaset España del líder del PSOE, Pedro Sánchez. (EFE)

Pragmatismo en estado puro. La inmensa mayoría de los cuadros dirigentes del PSOE y al menos la mitad de sus votantes rechazan la introducción de la cadena perpetua en el Código Penal, incluso si ésta es reversible al cabo de los años. Pero tanto recelo no ha impedido a Pedro Sánchez firmar el pasado día 2 en la Moncloa, con Mariano Rajoy de anfitrión, un nuevo pacto antiterrorista que incluye ese severo castigo; ni evitará que los 110 diputados socialistas apoyen hoy con su voto en el Congreso una proposición de ley que prevé la prisión permanente revisable para los autores de atentados yihadistas con víctimas mortales. Para lavar su conciencia, el PSOE ya ha anunciado que derogará la pena en cuanto vuelva al poder y que la recurrirá ante el Tribunal Constitucional.

"El PSOE siempre ha antepuesto la necesaria unidad contra el terrorismo a cualquier consideración partidista", se justificó Sánchez tras la firma del pacto con Rajoy. Un acto que, finalmente, se escenificó en territorio enemigo de la Moncloa, y en el que el secretario general socialista no se esforzó en maquillar su doble incomodidad: por el escenario elegido para la puesta en escena y por el trágala de la cadena perpetua impuesto por su adversario político. Hoy, durante el debate y votación en el Congreso, los socialistas volverán a expresar su radical oposición a un castigo que consideran excesivo e innecesario –el vigente Código Penal ya incluye penas de prisión de 40 años–, aunque la disciplina de voto acallará, con toda probabilidad, cualquier conato de discrepancia.

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Motivos para la rebelión no le faltan al PSOE, o al menos a un amplísimo sector del partido. Y menos después de que ayer se conociera una encuesta de Metroscopia, difundida por El País, según la cual el 50% de los potenciales votantes socialistas se opone a la cadena perpetua, incluso aunque sea revisable al cabo de un periodo de entre 25 y 35 años, en función de la gravedad del delito o el arrepentimiento del reo, entre otros muchos factores. La prisión permanente revisable es inédita en el ordenamiento jurídico español, aunque se aplica desde hace décadas en muchos países europeos de nuestro entorno, entre ellos Alemania, Francia o Reino Unido. Según el sondeo de Metroscopia, los votantes del PP son los más partidarios de la cadena perpetua: el 89% la respalda.

Anoche, en una entrevista en Telecinco, Sánchez aseguró que firmó el pacto antiterrorista con Rajoy porque, por encima de los intereses de su partido, siempre estará "el querer garantizar la seguridad de los españoles". Entrevistado por el periodista Pedro Piqueras, el secretario general del PSOE no dejó pasar la oportunidad de arremeter contra Podemos, su líder, Pablo Iglesias, y el número tres de la formación, Juan Carlos Monedero, acuciado por sus problemas con el fisco. "Si tengo en mi dirección a un responsable político que crea una sociedad interpuesta para pagar la mitad de impuestos, esta persona al día siguiente estaría fuera de mi Ejecutiva. Me gustaría que Iglesias hiciese lo propio".

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Tras mostrarse convencido de que el PSOE puede remontar las encuestas -el último sondeo del CIS situaba a los socialistas, por primera vez, como tercera fuerza política-, afirmó, en alusión a Podemos y el PP: "Frente al discurso de la casta y del miedo, hay un discurso para la esperanza". Sánchez se comprometió, si gana las próximas elecciones generales, a derogar la reforma laboral impulsada por el PP, elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, crear miles de empresas, acabar con los desahucios y "reforzar la lucha contra la violencia de género". Y a la pregunta, que parece ya inevitable en todas las entrevistas que concede Sánchez, de si Susana Díaz usará las elecciones andaluzas como trampolín para dar el salto a Madrid, respondió con un rotundo "no".

Pragmatismo en estado puro. La inmensa mayoría de los cuadros dirigentes del PSOE y al menos la mitad de sus votantes rechazan la introducción de la cadena perpetua en el Código Penal, incluso si ésta es reversible al cabo de los años. Pero tanto recelo no ha impedido a Pedro Sánchez firmar el pasado día 2 en la Moncloa, con Mariano Rajoy de anfitrión, un nuevo pacto antiterrorista que incluye ese severo castigo; ni evitará que los 110 diputados socialistas apoyen hoy con su voto en el Congreso una proposición de ley que prevé la prisión permanente revisable para los autores de atentados yihadistas con víctimas mortales. Para lavar su conciencia, el PSOE ya ha anunciado que derogará la pena en cuanto vuelva al poder y que la recurrirá ante el Tribunal Constitucional.

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