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Boxeo, droga y mucha violencia en la banda de rumanos más peligrosa de Europa
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EXTORSIONADORES DE DELINCUENTES

Boxeo, droga y mucha violencia en la banda de rumanos más peligrosa de Europa

Los hombres de Dorel pegaban palizas de muerte a los delincuentes cuando éstos se negaban a pagar el impuesto por 'trabajar' en su territorio

Foto: Juicio a Ioan Clamparu, 'Cabeza de cerdo', al que sucedió Dorel. (Efe)
Juicio a Ioan Clamparu, 'Cabeza de cerdo', al que sucedió Dorel. (Efe)

Dorel llevaba diez años como lugarteniente del criminal rumano más peligroso de Europa,Cabeza de Cerdo. Cuando éste último fue detenidoen 2011, él cogió las riendas de la organización.Muchos decíanque era un tipo brillante y que, de haber optado por el bien, habría sido un gran empresario. Pero siguió otro camino. Subanda extorsionabaa delincuentes. Ladrones de viviendas,clonadores de tarjetas o proxenetasdebíanabonar un impuesto revolucionariosi querían seguir haciendo negocio. De lo contrario, se enfrentaban a castigos físicos que en ocasiones acababan enmuerte.

Los hombres de Dorel Inocentiu Hanea -que también controlaban la mayor red de prostitución de España-nunca utilizaban armas de fuego para mantener el orden. El cuchillo o la defensa extensiva eran las herramientas más habituales para someter a sus víctimas. Aunque Dorel evitaba mancharse las manos de sangre. Siempre había alguien por debajo que ejecutaba sus órdenes. Y podía elegir, pues sus secuaces eran todos violentos luchadores. Pasaban horas en el gimnasio practicando el boxeo,tomaban anabolizantes para remarcar esa apariencia de fortaleza física y consumíanmucha droga que les hacía poco razonables.

En ocasiones, ni siquiera había un motivo comercialpara recurrir a la violencia. Una noche, por ejemplo, dos subalternos de Dorel machacarona otros dos ciudadanos rumanos ajenos al mundo del crimen. Los cuatro coincidieron en un local de copas de Leganés y, casi sin querer, comenzaronuna discusión que se tornó en pelea a los pocos segundos. A uno de ellos, casi le matan de la paliza que le propinaron. Hoy, de hecho, esta personano es capaz de hablar como consecuencia de los golpes que recibió aquella noche.

Los hombres de Dorel cogieron una fama de violentos quetraspasaba fronteras. No había nadie en la colonia rumana en España ni en su propio país que no reconociera su nombre. Al mismo tiempo, su organización trabajaba en la sombra, ya que ningún delincuente que pagaba el impuesto revolucionariose atrevía a denunciar. Temían la represalia de la banda, pero también la respuesta de la propia Policía, pues al denunciar se ponían ellos mismos en evidencia. Imperaba, por lo tanto, la ley del silencio y del terror.

El propio Dorel era un experto en parecer lo que no era ante los jueces. A pesar de conducir Mercedes valorados en cerca de 100.000 euros, acudía a las comparecencias judicialesharapiento, sin haberse duchado durante días y con el mono, pues era un consumidor incansablede cocaína. Este disfraz, que tenía gran parte de realidad, hizo, de hecho, que algunos magistrados no se terminaran de creer que era el jefe de una trama organizada de magnitud incalculable. Hastaese punto tenía controlado el patriarca de la delincuencia.Sin embargo, algo falló en su propia casa.

Algunos componentes de la banda se desligaron de la disciplina y conformaron su propia organización paralela. Al principio, había cordialidad entre ambas partes. Se dividieron la provincia de Madrid y ninguno se metía en el terreno del otro. Los capos de los dos gruposse veían en bodas y comuniones e inclusose saludaban con respeto en un gesto que recuerda a los besos de El Padrino. Sin embargo, poco a poco fueron surgiendo encontronazos, algunos de ellos derivados del traspaso de personal de uno a otro bando.

La gota que colmó el vaso tuvo lugar en noviembre del año pasado, cuando un proxeneta de Dorel se pasó a la organización rival y, no contento con ello, incluso trató de extorsionar a otropara que hicieralo mismo. El gesto despertó la ira del sucesor de Cabeza de Cerdo, que rompió todas sus costumbres. Por primera vez, se presentó en un bautizo en el que solo iban miembros de la banda contraria al más puro estilo Gary Cooper enSolo ante el peligro. Sacó de la fiesta al traidor, le pegó una somanta que lo dejó tieso y regresó al banquete como si viniera del baño.

El sucesor de Cabeza de Cerdohabía sido doblegadoy tenía que dar un golpe de efecto definitivo. Ideó un plan para acabar con su rival de una vez por todas. Se lo contó solo a sus más allegados (cinco lugartenientes que mandaban sobre el medio centenar de personas que componían la organización) y lo puso en marcha sin más dilación. Quería poner una bomba al capo enemigo.

Para ello, logró hacerse con explosivos tipo goma, similares a la dinamita, un recurso nada fácil de conseguir tras el 11M, como recuerdan las fuentes policiales consultadas. Pero Dorel tenía recursos de sobra. Contactócon un técnico del sector y logró convencerle para que se los proporcionara y le ayudara con el montaje. Dispuso la bomba sobre un coche teledirigido y ordenó a uno de sus hombres de confianza conducirlo hasta el adversario. Sin embargo, tampoco la fortuna estuvo de parte de Dorel en esta ocasión. El aparato estalló junto a quien manejaba el radiocontrol y casi le mata.

La explosión alertó a la Policía, que comenzó entonces una investigación que arrojó luz sobre toda la trama y acabó con cinco lugartenientes de Dorel y el experto en explosivosentre rejashace unos días. El jefe, sin embargo, logró salir del país a tiempo. “Tenía perfectamente planificada su huida en caso de necesitarlo”, aseguran las fuentes policiales consultadas. Días después, el hombre más peligroso de Rumaníamurió en México de una sobredosis. En concreto, una insuficiencia respiratoria aguda y unacrisis asmática debido al desmedido consumo de drogas acabaron con su vida, según rezaba el parte de defunción. “Era un adicto a la cocaína; la fumaba y la esnifaba sin parar”, explican las mismas fuentes.

Ahora, la Policía se mantiene atenta a la evolución de la banda de Dorel, descabezada dos veces en tres años. “Es probable que se produzca una nueva pugna entre ambas organizaciones; la banda rival tratará de fagocitar a la facción decapitada, aunque también es posible que haya hombres de Dorel que quieran coger las riendas y continuar la herencia que dejó su líder muerto”, aseguran fuentes policiales.

Mientras tanto, una docena de mujeres que estaban siendo explotadas han quedado sin proxeneta a la espera de saber qué va a pasar con ellas, ya que se ha producido un vacío de poder sobre su custodia.

Dorel llevaba diez años como lugarteniente del criminal rumano más peligroso de Europa,Cabeza de Cerdo. Cuando éste último fue detenidoen 2011, él cogió las riendas de la organización.Muchos decíanque era un tipo brillante y que, de haber optado por el bien, habría sido un gran empresario. Pero siguió otro camino. Subanda extorsionabaa delincuentes. Ladrones de viviendas,clonadores de tarjetas o proxenetasdebíanabonar un impuesto revolucionariosi querían seguir haciendo negocio. De lo contrario, se enfrentaban a castigos físicos que en ocasiones acababan enmuerte.

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