Asuntos Internos acusa al jefe de Seguridad de Madrid (PP) de dar matrículas a Nicolás

La parte de la investigación sobre el pequeño Nicolás que permanecía hasta ahora bajo secreto de sumario contiene la primera acusación formal contra un dirigente político por su presunta vinculación con la trama. Según consta en los últimos tomos del procedimiento entregado a las partes y a los que ha tenido acceso El Confidencial, los agentes de Asuntos Internos de la Policía Nacional han concluido que un cargo de confianza del Ayuntamiento de Madrid, el coordinador general de Seguridad, Emilio García Grande, máximo responsable de la policía de la capital, facilitó datos sobre matrículas a Francisco Nicolás Gómez Iglesias y permitió que al menos dos subordinados trabajaran para el chico.

El informe aportado al sumario por Asuntos Internos es demoledor. Como adelantó este diario el martes, los investigadores consideran que el pequeño Nicolás contó con la colaboración de hasta cuatro funcionarios de seguridad de tres cuerpos diferentes para cometer el presunto delito de usurpación de funciones públicas. En concreto, las pesquisas implican en el caso a dos policías locales de Madrid, un cabo de la Guardia Real y un policía nacional. El chico les habría pagado a cambio de información reservada, de que hicieran de conductores para él e incluso de que le proporcionaran vehículos oficiales con los que habría acudido a citas con empresarios, políticos y abogados.

Los numerosos indicios acumulados en estos tres meses ponen en serios aprietos al pequeño Nicolás, pero los tomos que todavía permanecían bajo secreto van más allá. El informe de Asuntos Internos sostiene que el máximo responsable de la Policía Municipal de Madrid, Emilio García Grande, también ayudó al pequeño Nicolás y permitió que dos de sus subordinados trabajaran para él. Este diario informó el martes por error que el mando de la Policía local que estaba al tanto de las actividades irregulares de estos agentes era el antiguo jefe del cuerpo, Emilio Monteagudo, cuando el sumario se refiere en realidad al principal responsable político, García Grande, con quien comparte nombre.

“Existe una connivencia clara”

El informe detalla que este cargo de confianza del Partido Popular, que desempeñó hasta 2011 la portavocía del PP en la Junta Municipal del Distrito de Chamartín, habría aprovechado su posición en el consistorio de la capital para conseguirle al principal encausado coches oficiales, datos de matrículas e información relevante para los negocios que supuestamente tenía en marcha. El sumario especifica textualmente que no hay duda de que “existe una connivencia clara [de Emilio García Grande] y colabora con este grupo de manera activa (asesoramiento y facilitación) y pasiva (consentimiento)”.

El grupo al que se refiere Asuntos Internos en esa rotunda afirmación es el grupo de WhatsApp que utilizaron el pequeño Nicolás y los dos agentes de la Policía de Madrid implicados, Felipe Gallego Santos y Jorge González Hormigos, para concretar citas y cerrar presuntos pagos, según han determinado los investigadores. Decidieron llamar al foro “Dpto. Seguridad Nacional”, otro guiño del joven a sus propios delirios de grandeza.

A pesar de que utilizaban palabras clave para comunicarse, los mensajes intervenidos demostrarían que los dos policías locales trabajaron para el pequeño Nicolás y que García Grande estaba al corriente de esos servicios. De hecho, unos de los agentes implicados, Gallego Santos, era conductor del cargo de confianza del PP. Además, en al menos una ocasión, el pequeño Nicolás tuvo a su disposición el vehículo oficial del propio García Grande.

Cabo de la Guardia Real

Los mensajes de WhatsApp incluidos en el sumario también revelan que el chico conoció a otro de los funcionarios de seguridad señalados por la investigación, un cabo de la Guardia Real, Javier Sánchez López, el 23 de abril de 2014. Esa jornada, los reyes Juan Carlos I y Sofía entregaron el Premio Cervantes en la localidad de Alcalá de Henares y asistieron al encuentro que disputaron en el Santiago Bernabéu Real Madrid y Bayern de Múnich. De las conversaciones entre el pequeño Nicolás y el funcionario de Zarzuela se deduce que el joven aprovechó un momento de la agenda de los monarcas para trabar amistad con uno de sus conductores.

La relación no tardó en darle frutos. Asuntos Internos considera que el cabo de la Guardia Real no sólo facilitó información sensible al principal acusado, sino que también habría mediado para que fuera incluido en la lista de invitados a los actos de la proclamación de los reyes Felipe VI y Letizia en el Palacio Real del 19 de junio, el logro del que sentía más orgulloso el presunto estafador.

García Grande huye del caso

García Grande ha negado hasta ahora toda relación con el pequeño Nicolás, a pesar de los abundantes indicios que se cernían sobre él. En la Comisión municipal de Seguridad que se celebró hace justo una semana en el Ayuntamiento, aseguró que “nunca” había facilitado “ninguna información relativa a ningún tipo de operación, investigación o actuación” de la Policía Municipal. Ayer, un portavoz del consistorio volvió a insistir en la inocencia del número dos de Seguridad y negó que existiera ninguna presunta trama entre el político y el muchacho.

Las mismas fuentes municipales recuerdan que fue el propio Ayuntamiento de Madrid la primera institución pública en abrir una investigación interna para depurar responsabilidades y que facilitaron a la Justicia todo el material del que disponían. El 30 de octubre, el delegado de Seguridad del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Núñez, remitió al juez el expediente que se abrió en el departamento de Asuntos Internos de la Policía Municipal a raíz de la polémica suscitada por un vídeo que publicó el 17 de octubre en exclusiva El Confidencial, en el que se veía a un agente municipal haciendo de chófer privado del presunto impostor.