El pequeño Nicolás pagó a policías locales y a un guardia real a cambio de información

La investigación de Asuntos Internos sobre el pequeño Nicolás ha concluido que al menos cinco funcionarios de las fuerzas de seguridad ayudaron al presunto impostor a cometer el delito de usurpación de funciones públicas. Los agentes encargados de las pesquisas han identificado a al menos tres policías municipales de Madrid, un cabo de la Guardia Real y un funcionario de la Policía Nacional por su presunta implicación en el caso. Así consta en la parte del sumario que permanecía hasta ahora bajo secreto y a la que ha tenido acceso El Confidencial.

Los investigadores sostienen que Francisco Nicolás Gómez Iglesias habría pagado presuntamente a estos funcionarios a cambio de que le facilitaran información reservada, hicieran de conductores para él e incluso pusieran a su disposición vehículos oficiales. En el caso del cabo de la Guardia Real, los agentes mantienen, además, que este funcionario contribuyó decisivamente a que el acusado accediera al Palacio Real el pasado 19 de junio durante los actos conmemorativos de la proclamación de los reyes Felipe VI y Letizia.

Los agentes llegan a esa conclusión tras analizar los mensajes de WhatsApp que se cruzaron el pequeño Nicolás y estos funcionarios. En el sumario figuran varios de estos diálogos. Para tratar de ocultar los presuntos pagos ilegales, el chico y sus compinches hablaban con palabras clave aunque no demasiado secretas. En una de las conversaciones, por ejemplo, el pequeño Nicolás promete a su interlocutor que le pagará con “fondos reservados”. En otro diálogo, el chico garantiza que “habrá lechugas y morados”, en clara alusión al color de los billetes de 100 y 500 euros.

Jefe de la Policía Municipal

En concreto, el sumario apunta a dos agentes municipales que responden a los apellidos Hormigos y Felipe. Ambos habrían trabajado de chóferes y escoltas para el joven y le habrían facilitado datos sobre direcciones y matrículas. Los investigadores también implican al entonces jefe de la Policía local, Emilio Monteagudo, que dimitió el pasado 1 de septiembre tras ser imputado en el caso Madrid Arena. Según Asuntos Internos, Monteagudo estaba al corriente de los servicios que prestaban para el pequeño Nicolás sus dos subordinados, una tesis que apunta claramente a los responsables políticos del cuerpo.

El sumario documenta que, en al menos una ocasión, estos funcionarios facilitaron al chico un vehículo VIP. Fue para el traslado del joven y un acompañante, el presidente de Manos Limpias, Miguel Bernad, desde un restaurante hasta las oficinas que este último tiene en la calle de Ferraz.

Asimismo, la investigación también apunta a un cabo de la Guardia Real que trabajaba como chófer en Zarzuela. Además de conducir para el principal acusado, también habría intervenido para que fuera el joven incluido en la lista de invitados a los actos del Palacio Real, la mayor hazaña que logró sin duda el presunto estafador. Asuntos Internos concluye que fue este funcionario de la Guardia Real quién recomendó al chico que pasara los controles de seguridad utilizando la identidad de su amigo Álvaro de Pedroso, como el propio Nicolás reconoció en su declaración ante la Policía sólo unas horas después de ser detenido el pasado 14 de octubre. Según ha podido saber El Confidencial, el principal inculpado se habría subido al menos una vez a un vehículo de la Casa Real gracias a este cabo, que también le habría proporcionado informaciones restringidas.

El autor del DNI falso

Por último, los tomos que permanecían bajo secreto identifican al funcionario de la Policía Nacional que habría facilitado al chico un DNI falso. Esta parte de la investigación ha sido probablemente la más sencilla gracias a la huella que dejó el documento en el sistema informático interno de la Policía.

Como adelantó este diario el pasado sábado, las indagaciones han permitido localizar a un agente de la Comisaría del Distrito de Tetuán que presuntamente realizó un duplicado del DNI del pequeño Nicolás colocando en lugar de su fotografía la de otro chico. Según consta en el sumario, el impostor habría utilizado ese documento falso para que otro adolescente le sustituyera en el examen de selectividad y también para colarse en el Palacio Real el pasado junio.

Hasta ahora, el chico se ha negado a declarar en sede judicial alegando que una parte del sumario continuaba bajo secreto, pero ya han quedado al descubierto todas las investigaciones realizadas por Asuntos Internos. De momento, el pequeño Nicolás sigue imputado por los delitos de estafa, falsedad documental y usurpación de funciones públicas. Parece más interesado en explotar la vena festiva del caso, pero se enfrenta a más de diez años de cárcel.