Historia de un linchamiento (en internet)

Veredicto: culpable. Culpable de asesinato, habría que aclarar.

Todo empezó en 1931, mucho antes de que se inventara internet. En Aravaca, por entonces un pequeño municipio situado en el noroeste de la provincia de Madrid. Ese año, el pueblo, por aquella época segregado de la capital, elegía alcalde; y Cirilo Martín, uno de sus vecinos, simpatizante del Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux, gana como independiente las elecciones municipales del 14 de abril que hicieron posible el advenimiento de la II República y, con ella, la esperanza de una regeneración democrática y social para la España pobre y atrasada de principios del siglo XX.

Ochenta y cuatro años después, un pequeño grupo de activistas de Podemos, en Aravaca, está utilizando las redes sociales para empañar, con calumnias e injurias, la memoria Cirilo Martín, al que consideran responsable del fusilamiento de Santiago Domínguez, su sucesor. Los familiares de Martín niegan las acusaciones del Círculo Podemos y denuncian la indefensión legal de los ciudadanos ante linchamientos cibernéticos como éste. Mientras que los descendientes de Domínguez reivindican, legítimamente, la memoria de su antepasado, fusilado en el cementerio del Este por la Dictadura.

Martín, al que los periódicos de la época recuerdan defendiendo sus convicciones republicanas junto a una joven María Zambrano, fue, como tantos otros alcaldes entusiastas, un hombre siempre dispuesto a trabajar por sus convecinos.

Las actas municipales dan cuenta de su activa gestión como regidor y notifican que durante aquella legislatura el Ayuntamiento de Aravaca aprobó la construcción del edificio del colegio público, y buscó la subvención para ello, cambió el suministro de agua potable de Aguas de Lozoya al Canal de Isabel II e inauguró el primer trazado de la actual M-500, la conocida Carretera de Castilla.

Casi un siglo después, la familia de Cirilo Martín, orgullosa de su antepasado y de aquellos logros para un municipio al que siguen estrechamente vinculados, pensó en honrar su trabajo y solicitó una vía pública con su nombre, acogiéndose a la normativa del Ayuntamiento de Madrid.

En abril de 2014, el Consistorio madrileño bautizó con el nombre de Cirilo Martín una glorieta del actual barrio de Aravaca, pero entonces el honor y el orgullo por el nombre de la glorieta que había inundado a los tataranietos, bisnietos, nietos e hija de Cirilo Martín se tornó en sorpresa.

¿Quiénes estaban detrás de estas gravísimas acusaciones? Los firmantes se identifican como simpatizantesdel Círculo Podemos de Aravaca.

Linchamiento público

Ni un solo documento probatorio ni una sola prueba documental, sólo injurias y calumnias. El linchamiento público de la memoria de Cirilo Martín.

El Círculo se convirtió de la noche a la mañana en el abanderado de este acoso sin más pruebas que los testimonios de los descendientes de Santiago Domínguez, que señalan a Cirilo Martín como el responsable del fusilamiento de Domínguez en 1941 en plena represión franquista. De un día para otro, la calumnia se extendía como la pólvora por las redes sociales. Cirilo Martín represor franquista. Cirilo Martín asesino.

Es evidente que internet se presta con mucha facilidad al rumor, el chascarrillo o la maledicencia, pero en este caso no se trataba de un chisme, de ruido. Se trataba de una difamación. En principio, la aplicación de las leyes sobre difamación, calumnias, derecho al honor o a la intimidad no deberían variar según el medio de comunicación empleado para la afrenta, sea un periódico, un blog o un ‘tuits’.

Sin embargo, la realidad es muy distinta, con el agravante de que los comentarios se perpetúan en el tiempo, por escrito y anónimamente, lo que dificulta la aplicación de las leyes. De hecho, el caso de este alcalde republicano injuriado no es el primero ni será el último. Las redes sociales dejan cada año una larga lista de víctimas en el espacio digital.

Michel Olmedo, asociado del departamento de Economía Digital del despacho de abogados Écija señala que ante este tipo de ataques no vale una sola respuesta. “En algunos casos, y para evitar que se produzca lo que se conoce como "efecto Streisand", esto es, que el impacto reputacional de la respuesta sea mayor que la propia infracción originaria, lo más correcto es guiarse por la pasividad y dejar que los comentarios se diluyan en el inmenso océano que es internet; en otros casos, la respuesta más adecuada es la acción inmediata, notificando al usuario, en lugar de a la red social, que su actitud es susceptible de constituir una infracción o un delito porque se están vulnerando derechos fundamentales”. Los expertos no parecen ponerse de acuerdo sobre las consecuencias de que tanto Twitter como Facebook se rijan por las leyes estadounidenses, que dan primacía a la libertad de expresión.

Con todo, Olmedo asegura que en Europa sería necesario primero un mayor desarrollo legal y la armonización normativa, tal y como está proponiendo el nuevo Comisario de Economía Digital en la Unión Europea, Günther Oettinger.

La ‘checa’ de Aravaca

Volvamos atrás. Aravaca, 1936. Cirilo Martín se mantuvo al frente del Consistorio al inicio de la Guerra Civil, pero ciertas desavenencias con el Comité de Salud Pública de Aravaca a propósito de la celebración de una Procesión de la Virgen del Buen Camino, patrona de Aravaca, por la que había un gran fervor religioso en el pueblo, obligó a la familia a huir a la capital. Antes, los integrantes de esta ‘checa’ intentaron fusilar a dos de sus hijos. Como tantos otros españoles, uno sobrevivió haciéndose el muerto.

En esos meses, que van desde 1939 a 1940, se ocupó de visar los estadillos con la recuperación de cadáveres, enterrados o no, que sembraban el suelo del pueblo de Aravaca, hizo un inventario sobre los bienes destruidos, saqueados o enajenados y también declaró en distintos procesos sumarios abiertos contra ciudadanos que participaron en la muerte de las 800 personasque están enterradas junto al cementerio municipal de Aravaca en una fosa común.

De esta declaración surgen las acusaciones de Podemos, y el linchamiento. Uno de esos procesos, a los que a requerimiento del juez tuvo que ir a declarar, fue el de Santiago Domínguez. Domínguez fue el alcalde designado en septiembre de 1936 por el Comité de Salud Pública para ser alcalde de Aravaca. De septiembre a diciembre de 1936 se fusilaron sin juicio a 97 personas (22 vecinos aravaqueños y 75 personas traídas de Madrid).

Santiago Domínguez prestó declaración cuando se entregó voluntariamente en abril de 1939 en el Estadio de Chamartín. De ahí pasó directamente a la prisión de Alcalá de Henares. Cirilo Martín declaró en julio de 1939 a instancias de juez en el sumario 14508 que se instruía por la declaración de Domínguez.

Martín confirmó que su sucesor tenía alguna responsabilidad en las 97 muertes y desmanes (saqueos, extorsiones a trabajadores y robos) que de septiembre a diciembre de 1936 se produjeron en Aravaca. A finales de 1939 se dictó sentencia y se acusó a Domínguez de aquello que él mismo había declarado en el Estadio de Chamartín. En otoño de 1941 fue fusilado en el Cementerio del Este.

Tras la denuncia del Círculo Podemos de Aravaca, el PP ofreció al resto de formaciones políticas una moción transaccional para reestudiar si la glorieta de Cirilo -cuyos postes con su nombre fueron derribados- estaba bien otorgada. La oposiciónaceptó la moción en el pleno celebrado el miércoles 17 de diciembre. Ocho décadas después, la memoria de Cirilo Martín es pasto de la maledicencia.