Es noticia
Los policías locales envejecen y los ayuntamientos no quieren solucionarlo
  1. España
SEGURIDAD MUNICIPAL

Los policías locales envejecen y los ayuntamientos no quieren solucionarlo

Los despachos se colapsan de agentes mayores que no están para patrullar las calles y disminuye el número de jóvenes destinados a tareas operativas

Foto: Imagen de archivo de varios jefes de Policía Local de toda España. (Efe)
Imagen de archivo de varios jefes de Policía Local de toda España. (Efe)

Los policías locales se hacen mayores. Hace 40 años entraron casi al mismo tiempo miles de funcionarios en las distintas plantillas distribuidas por todos los pueblos y ciudades de España, lo que provoca que ahora gran parte de ellos se encuentren al borde de la jubilación. El paso a segunda actividad era hasta el momento una manera de colocar a estos agentes, que no están para patrullar las calles, en puestos de oficina, donde pueden aportar su experiencia sin poner en riesgo su integridad ni la de sus compañeros. Sin embargo, ahora incluso esas plazas burocráticas están saturadas.

A este cuello de botella se une el hecho de que desde que comenzó la crisis se ha producido una paralización del oferta pública de empleo en la práctica totalidad de los consistorios del país, lo que ha impedidoque entren jóvenes que renueven las plantillas y se encarguen de esas labores más operativas. La situación, por lo tanto, fuerza a que muchos policías mayores sigan patrullando y llevando a cabo tareas más propias de personal físicamente más preparado.

Así lo entiende Manuela Oliva, agente de la Policía de Arganda (Madrid) y responsable de Administraciones Locales de CCOO, una de las organizaciones impulsoras de la denominada Plataforma de Policías Locales y Autonómicos por el Anticipo de la Edad de Jubilación, iniciativa respaldada por la mayoría de sindicatos y que trata de que consistorios, comunidades autónomas y Gobierno central se conciencien del problema y fomenten un cambio de legislación que permita renovar las plantillas.

La solución que promueven desde la mencionada plataforma es que el Gobierno apruebe una ley que rebaje la edad de jubilación. Lo ideal sería que los agentes se retiraran a los 59 o 60 años, subraya Oliva, como ocurre en los Bomberos o la Ertzaintza, cuerpos en los que se están fijando los policías locales como referencia.El Ejecutivo está por la labor y muchos ayuntamientos y comunidades autónomas respaldan la idea. Sin embargo, para calcular los fondos necesarios y aplicar las medidas adecuadas, es necesario que la Secretaría de Estado de la Seguridad Social recopile los datos oficiales de los distintos consistorios. Y aquí es donde se ha encasquillado el proyecto.

Cuatro meses después de que la Secretaría de Estado pidiera a los más de 1.500 ayuntamientos que cuentan con cuerpo de Policía Local datos oficiales sobre sus funcionarios (fecha de nacimiento y de ingreso, si están o no en activo...), tan solo 350 han contestado al requerimiento, que incluso tuvo un recordatorio el pasado septiembre.“Es penoso, porque además deberían ser los ayuntamientos los más interesados en solucionar este problema, ya que son sus plantillas las que están envejeciendo”, reflexiona un policía municipal de Madrid. Los datos de los consistorios ayudarían a realizar un diagnóstico que permita al Gobierno a dibujar un panorama real de la situación y concluir si es viable o no la propuesta de adelantar la edad de jubilación.

El coste, además, según explican desde la plataforma, lo asumirían las comunidades autónomas y los ayuntamientos -no el Gobierno central-, aunque a largo plazo también para ellos supondría un ahorro, ya que los agentes mayores acumulan muchos trienios y se dan de baja más que los jóvenes, lo que representa un enorme coste para las arcas públicas municipales. Este ahorro, según la portavoz de CCOO, facilitaría que los ayuntamientos dispongan de presupuesto para crear plazas que sean ocupadas por jóvenes.

Los policías locales se hacen mayores. Hace 40 años entraron casi al mismo tiempo miles de funcionarios en las distintas plantillas distribuidas por todos los pueblos y ciudades de España, lo que provoca que ahora gran parte de ellos se encuentren al borde de la jubilación. El paso a segunda actividad era hasta el momento una manera de colocar a estos agentes, que no están para patrullar las calles, en puestos de oficina, donde pueden aportar su experiencia sin poner en riesgo su integridad ni la de sus compañeros. Sin embargo, ahora incluso esas plazas burocráticas están saturadas.

Seguridad Social Policía Municipal de Madrid CCOO
El redactor recomienda