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La manifestación convocada por Podemos se topa con el rechazo de los círculos
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LA ESTRATEGIA DE CONQUISTAR LA CALLE SE RESISTE

La manifestación convocada por Podemos se topa con el rechazo de los círculos

Los círculos han recibido con escepticismo y asombro el anuncio de la ejecutiva sobre la convocatoria de una “gran movilización” en Madrid el 31 de enero

Foto: Columna de los círculos de Podemos en Madrid durante las Marchas de la Dignidad del pasado sábado. (Twitter/@podemosrivas)
Columna de los círculos de Podemos en Madrid durante las Marchas de la Dignidad del pasado sábado. (Twitter/@podemosrivas)

Los círculos de Podemos han recibido con escepticismo y asombro el anuncio realizado por la ejecutiva del partido sobre la convocatoria de una “gran movilización” en Madrid el 31 de enero, que se enmarca en una estrategia más ampliapara recuperar la sintonía perdida con los movimientos sociales. Inmersos de pleno en el desarrollo de los procesos constituyentes municipales y autonómicos del partido, y con la mirada puesta en las elecciones locales del próximo mes de mayo, a las que acudirán con marcas blancas, los círculos territoriales no tenían marcada en su agenda esta cita. Una convocatoria, cerrada y sin un objetivo claro más allá que una demostración de fuerza en la calle, sobre la que apenas han tenido tiempo ni información para entrar a valorar, según lamentan.

Estos son sólo algunos de los motivos que esgrimen las bases para que esta fecha siga sin figurar en su agenda, junto al hecho de que la manifestación no se descentralice en las diferentes ciudades y, principalmente, que se haya convocado “desde arriba”. Para Víctor García, una de las caras visibles de la organización en Barcelona y número dos de una de las candidaturas al consejo municipal de la Ciudad Condal, el sentido de una demostración de fuerza partidista en la calle debería responder a un objetivo concreto, “como por ejemplo apoyar una auditoría de la deuda si cuando se trate de llevar a cabo se presentan resistencias”.

El activista y militante de Podem insiste, por otro lado, en que personalmente ve con mejores ojos las convocatorias descentralizadas, al estilo de las promovidas por el 15-M, las asambleas por la vivienda digna o los colectivos contra la guerra. Al margen de estas consideraciones, García también advierte que este tipo de decisiones unilaterales podrían aumentar el resquemor y el escepticismo de las bases hacia la cúpula dirigente. Sin embargo, reconoce que ni él ni su círculo manejan información sobre las intenciones de dicha convocatoria. Y es que todos los círculos se han enterado por la prensa.

“Aquí nadie sabe nada”

El responsable de relaciones con la sociedad civil y movimientos sociales de Podemos, Rafa Mayoral, fue el encargado de trasmitir en una escueta rueda de prensa la intención del partido de realizar dicha convocatoria, una decisión tomada durante la reunión del pasado lunes del Consejo de Coordinación. “Vamos a preparar una gran movilización en Madrid para que la gente que se identifique con el proyecto Acuda y se ponga encima de la mesa su voluntad de cambio democrático”, apuntó. Unas declaraciones a las que añadió que “es el momento” de visualizar “qué gente quiere hoy apostar por Podemos” en un momento en el que “se está poniendo nuestro proyecto en cuestión”.

La mayoría de círculos llevarán este anuncio al orden del día de sus respectivas asambleas para debatirlo y recabar más datos sobre sus objetivos y en qué términos se plantea. Desde el círculo de Podemos Murcia, por ejemplo, se ha solicitado más información porque, como reconoce Pablo Olmos, uno de sus integrantes, “no estamos seguiros de qué es lo que se propone”.

La confusión es generalizada en todos los círculos, a los que no se les ha informado de nada. Incluso el mediático líder de Podemos Miguel Urbán manifestó que no contaba con información al respecto y remitió a quien hizo el anuncio, Rafa Mayoral, para poder profundizar sobre esta cuestión. Es más, en algunos círculos incluso se barajó la posibilidad de que se trataría de un globo sonda, mientras que en el foro de discusión de los militantes del partido, Plaza Podemos, el rechazo de las baseses patente.

La necesidadde mantener la influencia en los movimientos sociales

El anuncio tampoco ha sentado nada bien entre las organizaciones sociales o entre las filas de Izquierda Unida. “Si queremos convocar una movilización, vamos a ponernos de acuerdo todos los actores. ¿Y quiénes son los actores? Se han movilizado las mareas blancas, las mareas verdes, las mareas granates, el tejido social y los sindicatos... Si se quiere ir a grandes movilizaciones, hay que ponerse de acuerdo”, apuntó en este sentido el coordinador federal de IU, Cayo Lara.

El máximo responsable de la coalición expresó así el sentir de la mayor parte de su organización, recelosa de una convocatoria que no busque el apoyo de todas las fuerzas políticas y organizaciones sociales que abogan por el cambio político. “La movilización es la que ayuda a la toma de conciencia de la gente y está íntimamente ligada a un proceso de organización de la sociedad”, añadió Lara.

La ejecutiva de Podemos es consciente de que su influencia entre los movimientos sociales y el entorno quincemayista está descendiendo, lo que no sería beneficioso para alcanzar los objetivos que se han marcado. Un extremo por el que el partido ha decidido poner el foco en movilizar la calle. De hecho, el pasado sábado ya tomó el pulso a la calle en su primera gran movilización social, durante las Marchas de la Dignidad.

La capacidad de movilización social es otro de los músculos que Podemos deberá ejercitar si llega a las instituciones, pues necesitaría contar con elrespaldo de la calle a la hora de aplicar medidas programáticas poco amablescon las élites económicas y empresariales. El encargado de volver a fortalecer los lazos con la sociedad civil, que se han ido debilitando a medida que se diluía el concepto “movimiento-partido” en partido a secas, no será otro que el propio Rafa Mayoral, abogado de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y a quien Iglesias ha nombrado secretario de relación con movimientos sociales.

Los círculos de Podemos han recibido con escepticismo y asombro el anuncio realizado por la ejecutiva del partido sobre la convocatoria de una “gran movilización” en Madrid el 31 de enero, que se enmarca en una estrategia más ampliapara recuperar la sintonía perdida con los movimientos sociales. Inmersos de pleno en el desarrollo de los procesos constituyentes municipales y autonómicos del partido, y con la mirada puesta en las elecciones locales del próximo mes de mayo, a las que acudirán con marcas blancas, los círculos territoriales no tenían marcada en su agenda esta cita. Una convocatoria, cerrada y sin un objetivo claro más allá que una demostración de fuerza en la calle, sobre la que apenas han tenido tiempo ni información para entrar a valorar, según lamentan.

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