El PP ve signos de debilidad en Susana Díaz por sus “concesiones” a Cataluña

El líder del PP andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha cogido la bandera política contra la reforma de la Constitución que propugna el PSOE y Susana Díaz. El jefe de la oposición en Andalucía ve signos de debilidad en la presidenta de la Junta por sus “concesiones” a Cataluña y al “desafío inaceptable” de Artur Mas. Moreno Bonilla ha desplegado una nueva estrategia que atacará a la dirigente socialista por este frente, convencido de que la oferta de reforma constitucional que propugna Díaz supone el reconocimiento de un “hecho diferencial” para los catalanes que perjudican los intereses de Andalucía y va a costar dinero a esta comunidad autónoma. “Si se tira de la manta hacia un lado a alguien se le va a quedar los pies al aire y va a pasar frío”, advirtió gráficamente el popular, que da por hecho que la solidaridad territorial y la igualdad se romperían en una nueva redacción de la Carta Magna.

No es nuevo que el presidente de los populares andaluces haga oposición a Susana Díaz acusándola de estar más tiempo en la carrera hacia la secretaria general del PSOE o en su propia pasarela política que preocupada en resolver problemas como el paro en Andalucía. Moreno Bonilla fue más allá que el presidente de Mariano Rajoy esta mañana en el Congreso y advirtió de que el PSOE está abriendo una caja de Pandora “muy peligrosa”. Acusó a Díaz de defender este proyecto para alimentar su propia proyección política aunque perjudique a los intereses andaluces. “Ni aventuras ni improvisaciones”, ha asegurado en varias ocasiones. El PP ha registrado una iniciativa en el Parlamento andaluz para frenar la reforma de la Constitución propuesta por el PSOE con la que tratarán de incomodar a Susana Díaz y desgastarla por asumir la voz nacional de los socialistas en este asunto.

Sobre si está seguro de que Rajoy no hará concesiones económicas a Cataluña en su próxima visita a la comunidad a finales de este mes, el dirigente andaluz se mostró convencido de que el presidente no se moverá de su postura política ni dará espacio a las demandas del nacionalismo catalán ni a los “delirios secesionistas”. Dejó claro que estas inquietudes ya se han abordado en el seno del partido y que la postura del PP es “clara y nítida”. Poco después el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rechazaba por enésima vez la posibilidad de reabrir la reforma del modelo de financiación autonómica, frenada en seco por el PP para esta legislatura y que los socialistas exigen que se acelere. “Unidad sin equidistancias, cálculos electorales ni ambigüedad”, remarcó Moreno Bonilla. Lo que no aclaró es qué salida política está dispuesto a ofrecer el Gobierno de Rajoy para la crisis territorial o si hay alguna hoja de ruta más allá de las querellas o la denuncia de la Fiscalía contra Artur Mas.

Susana Díaz, como presidenta del Consejo Federal del PSOE, ha disputado a Pedro Sánchez el protagonismo en el debate territorial y en no pocas ocasiones desde el pasado 9-N se ha mostrado convencida de que ante el “inmovilismo” de Rajoy, a su partido no le queda otra que asumir una oferta de reforma de la Constitución que abra puertas al entendimiento con Cataluña y vías de resolución al conflicto soberanista. Hubo voces internas en las filas socialistas que advirtieron del coste de asumir una responsabilidad que debía recaer en el Gobierno. Sobre todo porque tampoco hay unanimidad entre los barones del PSOE sobre hasta dónde o con qué alcance debe abordarse la reforma de la Constitución.

Los socialistas se reunieron el pasado sábado en Zaragoza y trasladaron una oferta formal a Rajoy para abrir ya el debate en la ponencia de la comisión constitucional del Congreso. Sus propuestas recogen las que lanzaron hace ya un año en la llamada declaración política de Granada. El PP ha desdeñado esa oferta exigiendo al PSOE que la concrete. En Andalucía van un paso más allá convencidos de que cualquier veleidad de Díaz ante una reforma de la Constitución pone en peligro los intereses de la comunidad y puede dañar su imagen como presidenta de Andalucía. En esa operación de desgaste se instalarán los populares en las próximas semanas, exigiendo a Díaz que “se moje” por la unidad de España.

La otra gran arma que manejan contra el PSOE es el caso ERE y una posible imputación inminente de Manuel Chaves y José Antonio Griñán ante el Supremo. Moreno Bonilla insistió en que por “responsabilidad política” los socialistas deberían de haber pedido “hace meses” las actas de diputados a los expresidentes de la Junta. “Si se me hubieran ido 855 millones de euros como presidente de la Junta yo me marcho, por vergüenza y dignidad”, sostuvo. Sin embargo fijó la apertura de juicio oral a un imputado como la línea roja que deberían asumir los partidos para expulsar a sus responsables políticos. Acusó a los socialistas de estar instalados en una “treta jurídica”, buscando sortear la imputación para evitar pedir las actas a Chaves y Griñán.