El Gobierno en bloque da la espalda a Monago en su reaparición en Madrid

La reaparición de José Antonio Monago en Madrid no fue tan estelar como otras visitas a la capital de uno de los barones más díscolos con las medidas de su propio partido. Ningún miembro del Ejecutivo de Mariano Rajoy acudió al desayuno informativo que el presidente de Extremadura ofreció este lunes a primera hora en un lujoso hotel de Madrid. No fueron ni la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría –que sí ha respaldado públicamente a otros barones en este mismo escenario–, ni María Dolores de Cospedal, que llegó a presentar al presidente madrileño hace solo un mes y justo ayer estaba en la capital, ya que acudió a una reunión de la dirección nacional popular en Génova. El verso suelto extremeño se tuvo que conformar con la presencia de Esperanza Aguirre, otra de las más beligerantes con su partido, y el respaldo en bloque de su equipo regional.

Monago vino a hablar de cómo invertir en Extremadura, pero durante una hora se limitó a dar un discurso victimista para defenderse de sus asuntos particulares: los viajes privados a Canarias a cargo del Senado que aún no se han justificado. El presidente de la Asamblea de Extremadura reprochó a los periodistas que pidieran fotocopias de los documentos que aportó el viernes en la sede del Parlamento extremeño, como prueba de que sus vuelos privados los paga de su bolsillo. Y se apoderó de la bandera de su región para defenderse de los “rompepiernas” que querían borrarle “públicamente y civilmente” al más puro estilo Jordi Pujol que tan poco gusta a los populares. “Quien me ataca a mí está atacando a Extremadura”, llegó a sentenciar desde la tribuna.

El emotivo discurso que pronunció (“el honor es mi divisa, y una vez que se pierde no se recupera jamás”) apenas fue seguido por los populares que viajaron desde Extremadura para escuchar a su presidente. Entre los asistentes estaba la número dos de Monago en el Ejecutivo regional, Cristina Teniente; el presidente de la Asamblea de Extremadura, Fernando Manzano; el coordinador general de su Gobierno, Juan Parejo; su consejero de Sanidad, Luis Alfonso Hernández; el jefe de Gabinete de presidencia, Iván Redondo, y diputados y senadores extremeños, como Diego Sánchez o Antonio Galván.

Vídeo:Monago hará públicas todas sus finanzas en enero

A la dirección nacional del partido parece que poco o nada le interesaba qué tenía que decir Monago dos semanas después de que estallara el caso que casi le ha costado el puesto. Lejos de apearse de su cargo, el popular anunció que intentará revalidar su cargo como presidente en un momento en el que el propio Mariano Rajoy evita abrir la caja de los truenos de las candidaturas. De hecho, el único apoyo del Gobierno que recibió fue el de Alfonso de Senillosa, número dos de Jorge Moragas; Javier Arenas, el vicesecretario responsable de la política territorial, y Carlos Floriano, número tres del PP y antecesor de Monago al frente del PP extremeño. La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, aguantó hasta el final el discurso del bombero, que utilizó una cita de la obra Kafka en la orilla, del japonés Haruki Murakami, para asemejar lo ocurrido con una tormenta de arena que le ha perseguido “como una danza macabra con la muerte, antes del amanecer”.

De esa tormenta salió “una mejor persona”, y un presidente “más fuerte, más capaz y más valiente”, ya que han sido esos mismos rivales los que le han hecho “más grande”. El presidente extremeño cree que atacándole a él personalmente es agredir a su región y que, por defender los intereses de los ciudadanos, “el sistema” ha intentado borrarle, pero no lo ha conseguido, a pesar de que en los últimos días “el sol ha sido un infierno y la luna estaba demasiado alta para poder alcanzarla”.

Vídeo - Floriano: "Monago da la cara como nadie"

Monago señaló a los socialistas, sacó pecho por ser el primer parlamentario desde 1979 que explica viajes pagados por las Cortes Generales y exigió que no se usen “dos varas de medir. Yo no voy a los mítines en aviones de las fuerzas aéreas ni cojo un Falcon para ir a ver a Curro Romero, como hizo don Alfonso Guerra por quedarse atrapado en un atasco”, apuntó. Posteriormente, el extremeño también hizo referencia a la situación judicial de los expresidentes de Andalucía Manuel Chaves y José Antonio Griñán, a los que el Tribunal Supremo va a investigar por el caso de los supuestos ERE falsos. “Yo he hecho pública toda mi documentación. A ver si alguno que está en la antesala del Supremo lo hace”, apuntó.

Desnudo integral de las cuentas públicas

El presidente extremeño anunció que en enero de 2015, él y su equipo harán un desnudo integral fiscal que vaya más allá del IRPF. El año que viene, en las autonómicas del 24 de mayo, Monago concurrirá a las elecciones poniendo a disposición del ciudadano su situación económica: las cuentas al cierre del año, las hipotecas, los avales, los fondos y seguros, los planes de pensiones y de valores... él y todos sus consejeros. E invita a sus compañeros de partido y a los de la bancada de la oposición a hacer lo mismo. “Toda transparencia es poca”, afirmó.

No obstante, las buenas intenciones del presidente extremeño se quedaron, de momento, en sólo eso: una declaración de principios. Nada más terminar el evento, los periodistas que esperaban a la salida al orador tuvieron que irse sin hablar con él, ya que este mantenía en una sala contigua una reunión privada cuya finalidad su equipo de trabajo no quiso desvelar. “No va a decir nada cuando salga. Todo lo que ha dicho, lo ha dicho ya en el desayuno. Cuando el presidente viene a Madrid, aprovecha para mantener también reuniones de ámbito privado. Y no podéis saber con quién”, se limitó a comunicar una asesora de presidente.