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Controlado el incendio de la planta de Campofrío en Burgos
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La empresa se compromete a recuperar la planta

Controlado el incendio de la planta de Campofrío en Burgos

El Ayuntamiento de Burgos ha comunicado esta mañana en su cuenta de Twitter que los focos del incendio están controlados tras una noche de trabajos de extinción

Los 400 vecinos evacuados de los barrios de Cótar y Villafría de Burgos afectados por el incendio de la planta de Campofrío ya pueden volver a sus casas, aunque se les recomienda que tengan cerradas las ventanas. El Ayuntamiento de Burgos ha comunicado esta mañana en su cuenta de Twitter que los focos del incendio están controlados, aunque siguen activos, tras una noche de trabajos de extinción, lo que anula el riesgo de que se vea afectado un depósito con miles de litros de amoniaco. La decisión se ha adoptado tras una medición ambiental que ha concluido que los niveles tóxicos en la atmósfera son negativos, con cero partículas de amoniaco, lo que descarta el temor de que hubiera reventado alguna de las tuberías que distribuye esta sustancia por el interior de la factoría incendiada.

Según el concejal de Economía y Seguridad de Burgos, Salvador de Foronda, aún no está claro cómo se provocó el incendio, y sólo se sabe que el domingo había una veintena de trabajadores en la planta que se encontraron el fuego al abrir una compuerta. De Foronda ha precisado que el incendio en la fábrica afectará a unos 2.500 trabajadores entre directos e indirectos, pero ha añadido que "hay un compromiso fuerte de Campofrío para seguir en Burgos" y que las instituciones "echarán el resto" para que así sea. El pleno del Ayuntamiento se reunirá a las 12.00 horas del lunes.

Los vecinos fueron evacuados en la mañana del domingo y, aunque la mayor parte de ellos se realojó con vecinos o familiares, 140 fueron acogidos entre el polideportivo municipal Talamillo y el centro cívico Río Vena, donde han sido atendidos por los servicios sociales del Ayuntamiento, Cruz Roja y psicólogos. Según los primeros datos, el fuego arrasó parte de las instalaciones de Campofrío, se habría producido en uno de los muelles de Cocina, en concreto, en el Muelle 2, y rápidamente habría avanzado hasta el Secadero. Las llamas calcinaron prácticamente toda la fábrica.

El denso humo provocado por las llamas obligó a cortar la ronda de circunvalación de la capital burgalesa, la BU-30, y causó la colisión de dos camiones y un turismo por la escasa visibilidad, así como los enlaces desde la N-I, AP-I y N-120, tal y como informan desde la Dirección General de Tráfico. Además, fueron desalojados unos 400 vecinos de los barrios burgaleses de Villafría y Cotar, próximos a la planta, por la elevada densidad de humo y el riesgo de que contuviera amoniaco, aunque esto último ya ha sido descartado. La mayor parte se han alojado en viviendas de familiares o amigos, aunque ciento cuarenta fueron instalados provisionalmente en un polideportivo y un centro cívico.

En el entorno de la planta se agolpaban el domingo unas 200 personas, entre ellos trabajadores y antiguos miembros de la plantilla de Campofrío, una multinacional que nació en Burgos en 1952. Algunos observaban las llamas con asombro mientras otros lloraban por el drama personal que pueda suponer para los más de mil trabajadores, dado que la planta está prácticamente destruida. En cuanto al futuro de la factoría, el alcalde ha recordado que es "decisión de sus directivos", aunque se ha mostrado optimista por el hecho de que la empresa nació en Burgos y siempre ha estado vinculada a la ciudad.

placeholder Una de las fachadas que se ha derrumbado en la planta de Campofrío. (Efe)
Una de las fachadas que se ha derrumbado en la planta de Campofrío. (Efe)

La dirección de Campofrío ha mantenido una reunión con los trabajadores que abarrotaban la casa de cultura del barrio de Gamonal, en la capital burgalesa. En un comunicado ha informado que todavía no han tenido tiempo de realizar una valoración de daños y se ha comprometido a "invertir en Burgos para recuperar la capacidad productiva lo antes posible", ha asegurado la multinacional después del incendio. Los responsables de la compañía han afirmado que su prioridad es "preservar la seguridad de las personas y colaborar con los servicios de emergencia para la extinción del incendio, aportando cuantas informaciones y recursos le han sido requeridos".

Campofrío ha enviado en su comunicado un mensaje de "tranquilidad a sus empleados, clientes, proveedores y consumidores", al tiempo que agradece el apoyo y la solidaridad recibida del Ayuntamiento de Burgos, la Junta de Castilla y León y la Delegación de Gobierno. Los responsables de la multinacional se han mostrado conscientes de los daños que este siniestro tiene sobre la actividad y han asegurado que la compañía toma "las medidas necesarias para garantizar el suministro a través de sus otras fábricas, tanto en España como en otros países del grupo".

La planta de Campofrío en Burgos fue inaugurada en 1997 por el Rey Juan Carlos, tras una inversión de 60 millones de euros, aunque en 2006 la multinacional volvió a realizar mejoras en las instalaciones con un coste de algo más de cinco millones de euros. La planta tiene una capacidad productiva de aproximadamente 100.000 toneladas al año y sus líneas de producción están completamente robotizadas, tanto en el proceso de embutido como en el de envasado y empaquetado. Es una de las más avanzadas en la fabricación de embutidos curados, jamón, productos cocidos y loncheados, que, posteriormente, se distribuyen en más de cuarenta países; y desde 2003 cuenta con la homologación para exportar sus productos a EEUU.

Los 400 vecinos evacuados de los barrios de Cótar y Villafría de Burgos afectados por el incendio de la planta de Campofrío ya pueden volver a sus casas, aunque se les recomienda que tengan cerradas las ventanas. El Ayuntamiento de Burgos ha comunicado esta mañana en su cuenta de Twitter que los focos del incendio están controlados, aunque siguen activos, tras una noche de trabajos de extinción, lo que anula el riesgo de que se vea afectado un depósito con miles de litros de amoniaco. La decisión se ha adoptado tras una medición ambiental que ha concluido que los niveles tóxicos en la atmósfera son negativos, con cero partículas de amoniaco, lo que descarta el temor de que hubiera reventado alguna de las tuberías que distribuye esta sustancia por el interior de la factoría incendiada.

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