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El PP se consuela con ser primero pero un tercio de sus votantes se abona a abstenerse
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el cis desmonta la teoría de la recuperación

El PP se consuela con ser primero pero un tercio de sus votantes se abona a abstenerse

El barómetro del CIS es un revés para las teorías de la recuperación del PP. Un tercio de su electorado se ratifica en la abstención, incluso de forma vergonzante

Foto: El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. (EFE)

El Partido Popular retrocede casi hasta su peor bache electoral constatado en 18 años (el 26% de los comicios europeos de mayo pasado) y se tiene que consolar con el dato de que sigue en primer lugar. El barómetro del CIS del mes de octubre es un revés para las teorías de la recuperación de imagen que manejaba el PP en septiembre. Vuelve a la posición de salida, su electorado se ratifica en la abstención, e incluso de forma vergonzante.

El caso de las tarjetas de Bankia y el caos en el arranque de la gestión de la crisis del ébola han liquidado la mejoría en las previsiones electorales que empezaban a vislumbrarse con el inicio de la recuperación económica y las primeras estadísticas positivas del paro. Es el análisis que hacen en medios del PP para enmarcar el nuevo traspié demoscópico.

El partido en el Gobierno lleva casi tres años a la baja, trimestre a trimestre, del 44,6 por ciento con el que barrió en noviembre de 2011 al 27,5 por ciento que pronostica ahora el CIS. La peor cifra fue de consecuencias reales: en las elecciones europeas, con un 26 por ciento, perdió quince puntos y ocho escaños, hasta quedarse en 16 cuando el objetivo era obtener un mínimo de 20.

Dos meses después, el barómetro de julio otorgaba al PP un 30% en intención de voto. En fuentes de Génova aseguraban después de las vacaciones que el partido había tocado fondo y que sobre la base de esa cifra las encuestas propias y ajenas apuntaban a una progresiva y constante mejoría. Era la teoría que Pedro Arriola aportó a la reunión de arranque de curso y que Mariano Rajoy mantuvo en el Parador de Sigüenza con el núcleo duro de la formación.

El barómetro de octubre, otros 2,5 puntos por debajo, arrasa con todas las teorías de la recuperación de imagen lanzadas por el PP para dar ánimos a sus cuadros y bases. Su consuelo es que siguen primeros en intención de voto y que el electorado que les dio la victoria en 2011 no se decanta por otros partidos. Pero un 30% de esos presuntos ciudadanos fieles sigue instalado en la abstención.

Los datos del sondeo aportan un detalle revelador: el 28% de los encuestados recuerda haber votado en las últimas elecciones al Partido Popular pese a que la cifra el recuento oficial arrojó un porcentaje del 44,6%. Se nota el disgusto de buena parte de los votantes del PP con la acción del Gobierno y los casos de corrupción.

Podemos, problema de recomposición de la izquierda

El fenómeno Podemos es, sobre todo y en términos de aritmética electoral, un problema de la izquierda. Sus expectativas crecen a costa de la intención de voto de IU (un 44%), del PSOE (un 23%) e incluso de UPyD (un 27%). El partido de Pablo Iglesias recoge apoyos de nuevos votantes, antiguos abstencionistas y de todos los grupos socialistas, exsocialistas o comunistas; pero no atrae a electores del PP.

La conclusión que sacan en Génova para darse ánimos es que hay una enorme bolsa de voto oculto, e incluso vergonzante, que llegada la hora de la verdad (los comicios) podría dar un vuelco en los resultados a favor del PP.

La tarea que tienen pendiente es la misma en la que fracasaron en las europeas: movilizar a su antiguo electorado, convencer a esos ciudadanos, ahora decepcionados o indignados y que les votaron en 2011, para que vuelvan a las urnas. En el partido en el poder insisten en que no tienen alternativa y confían en que el panorama de inestabilidad y radicalismo que ofrece el ascenso de Podemos y la fragmentación de la izquierda les ayude a hacerse perdonar por sus fieles.

El Partido Popular retrocede casi hasta su peor bache electoral constatado en 18 años (el 26% de los comicios europeos de mayo pasado) y se tiene que consolar con el dato de que sigue en primer lugar. El barómetro del CIS del mes de octubre es un revés para las teorías de la recuperación de imagen que manejaba el PP en septiembre. Vuelve a la posición de salida, su electorado se ratifica en la abstención, e incluso de forma vergonzante.

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