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El Ejército envía personal al Carlos III por el aumento de ingresos sospechosos de ébola
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LOS TRABAJADORES DICEN ESTAR “EXTENUADOS”

El Ejército envía personal al Carlos III por el aumento de ingresos sospechosos de ébola

Enfermeras del hospital militar Gómez Ulla han sido desplazadas al Carlos III para reforzar al personal sanitario que atiende a los pacientes sospechosos

Foto: Hospital Gómez Ulla.
Hospital Gómez Ulla.

Enfermeras del hospital militar Gómez Ulla han sido desplazadas al Carlos III para reforzar al personal sanitario que atiende a los pacientes sospechosos de haber sido contagiados de ébola, según han confirmado fuentes sindicales del CSI-F. Se trata de un total de diez enfermeras, que darán apoyo al personal hasta el próximo lunes, según ha comunicado a última hora de esta mañana la dirección de La Paz-Carlos III esta mañana a los sindicatos. Una labor que se prorrogaría en caso de que fuera necesario.

A la paciente Teresa Romero se le sumaron ayer seis nuevas personas ingresadas con síntomas propios de la enfermedad: un misionero español con fiebre, un pasajero procedente de Lagos (Nigeria) que aterrizó en Barajas con temblores y una de las 68 personas que habían estado en contacto con la auxiliar de enfermería y que ingresó con un cuadro febril. Ambos han dado negativo en la primera prueba realizada ayer, aunque deberán confirmar los resultados en el próximo test pasadas 72 horas. Por otra parte, CSI-F ha constatado que todas las habitaciones de la sexta planta están ocupadas, ya que en cuatro de ellas permanecen la auxiliar de enfermería infectada y los tres casos sospechosos que ingresaron en el día de ayer; otras cuatro están en obras para aumentar el tamaño de sus esclusas, por lo que no se pueden utilizar, y una más sirve como laboratorio. De manera que, de aparecer algún caso más sospechoso de haber contraído el virus no podría ser ingresado en este centro.

El equipo encargado de atender a este tipo de pacientes, compuesto por un total de 36 trabajadores, dice sentirse “extenuado” ante el aumento de casos, pues muchos de ellos llevan hasta nueve días sin librar y los tiempos de descanso entre cada intervención se reducen a unos cinco o diez minutos. “Esto es una locura, hasta ahora ya no se nos permitía librar porque las bajas no se están cubriendo y si alguien se encuentra mal o tiene que abandonar su puesto debido a una incidencia hay que doblar el turno”, denuncia África Díez, portavoz del sindicato independiente de funcionarios CSI-F en el hospital Carlos III.

Vídeo: Ingresan dos personas más en el Carlos III

Los sindicatos han advertido durante los últimos días de los riesgos que conlleva esta carga de trabajo para el personal, ya que al estrés propio de la situación se une el agotamiento. Un peligroso cóctel para el personal sanitario que trabaja a unas temperaturas de entre 45 y 50 °C, provocadas por el traje de protección.

Desde el CSI-F han aplaudido las medidas de refuerzo de personal por parte del Ejército, puesto que “la situación es insostenible”, aseguran. Además, Díez explica que el personal civil que está recibiendo formación específica para atender los casos de ébola necesita todavía más práctica “porque muchos, cuando se meten en las esclusas (cuartos de un metro cuadrado para poner y quitar el traje de seguridad), sienten miedo o se angustian, por lo que acaba haciendo el trabajo el personal habitual”.

“Los problemas de improvisación se han superado”

Las horas de descanso entre cada intervención cuando se atendieron a los dos primeros misioneros ingresados en el Carlos III eran dos. En cambio, “ahora, si tienes cinco o diez minutos ya te puedes dar por contenta: casi no tienes tiempo desde que te quitas el traje hasta que te lo vuelves a poner”, añade la portavoz del sindicato en el Carlos III.

La incorporación de personal militar se produjo anoche, después de corroborarse la insuficiencia de personal, a pesar de haberse llamado a los trabajadores que tenían que estar localizados. Este hecho marca un nuevo hito en el desarrollo de la crisis del ébola, que ayer se elevó varios niveles debido al ingreso de tres nuevos pacientes con síntomas sospechosos en un margen de tiempo de escasas horas. Por su parte, el portavoz del sindicato de enfermería Satse, Juan José Cano, recalcó que “los problemas iniciales de improvisación ya parecen haberse superado”, y mostró su esperanza en que la gestión de esta crisis sea lo más eficaz posible.

En cuanto al estado de salud de Romero, el director del Centro de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, afirmó que se encuentra estable y que su carga viral se ha reducido. Un cuadro por el que interpretan que la de la paciente está siendo capaz de controlar la infección, y, además, los órganos que tiene afectados “van mejorando”.

Enfermeras del hospital militar Gómez Ulla han sido desplazadas al Carlos III para reforzar al personal sanitario que atiende a los pacientes sospechosos de haber sido contagiados de ébola, según han confirmado fuentes sindicales del CSI-F. Se trata de un total de diez enfermeras, que darán apoyo al personal hasta el próximo lunes, según ha comunicado a última hora de esta mañana la dirección de La Paz-Carlos III esta mañana a los sindicatos. Una labor que se prorrogaría en caso de que fuera necesario.

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