Es noticia
Sánchez Barcoj racaneaba en papel y agua caliente mientras él 'fundía' la tarjeta VIP
  1. España
QUERÍA COBRAR LO MISMO QUE LOS DE SANTANDER Y BBVA

Sánchez Barcoj racaneaba en papel y agua caliente mientras él 'fundía' la tarjeta VIP

Algunos de los que más dinero gastaron con las tarjetas VIP de Caja Madrid eran además los más duros con los trabajadores, y llegaron a nieveles impensables.

Foto: Ildefonso Sánchez Barcoj, a su llegada a la Audiencia Nacional (EFE)
Ildefonso Sánchez Barcoj, a su llegada a la Audiencia Nacional (EFE)

Algunos de los que más dinero gastaron con las tarjetas VIP de Caja Madrid eran, además, los más duros con los trabajadores, y llegaron a niveles absolutamente impensables. El más señalado es Ildefonso Sánchez Barcoj (el primero de la lista con 484.000 euros), que, entre los muchos cargos por los que pasó en sus 34 años en la entidad, ocupó la dirección general de medios, desde donde controlaba los gastos de la caja. Y se aplicaba a fondo en ello, hasta el punto de que prohibió imprimir y hacer fotocopias, e incluso cortó el agua caliente a las sucursales. Mientras tanto, él utilizaba su tarjeta black a diario hasta para los gastos más nimios, aparte de grandes viajes y costosos regalos, y se larvaba la quiebra de la entidad que ha requerido el mayor rescate de la historia.

Según fuentes que trabajaban en Caja Madrid bajo sus órdenes, Sánchez Barcoj impuso durante una época la política de "papel cero", es decir, la prohibición absoluta de hacer fotocopias o imprimir nada en los servicios centrales de la entidad. "No estamos hablando de hacer fotocopias para el colegio de los hijos, estamos hablando de imprimir informes y documentos de la entidad. Había que leerlo todo en pantalla, y si te pillaban imprimiendo, se te caía el pelo", señala una de estas fuentes.

Otra añade que la medida ordenada por este ejecutivo que más malestar generó fue cortar el agua caliente en todas las sucursales de la caja para ahorrar gastos. "La gente no va a ducharse a la oficina, así que no sé qué ahorro pensaba que iba a conseguir, pero les obligaba a lavarse las manos con agua fría en pleno invierno", se queja esta fuente.

placeholder Pinche para ver el listado completo.
Pinche para ver el listado completo.

Estas medidas responden a la particular forma de ser de este personaje, conocido como el "lado oscuro" de Caja Madrid y guardián de todos sus secretos más inconfesables, lo que le permitió sobrevivir a la sustitución de Miguel Blesa por Rodrigo Rato y a la fusión que dio lugar a Bankia. La palabra más repetida entre sus antiguos subordinados es "déspota". Una catadura que se aprecia incluso en la forma en que hacía uso de su tarjeta black, ya que mandaba al chófer de su Audi A8 oficial a hacerle la compra a una frutería que aparece recurrentemente en sus gastos, y también a sacar dinero en el cajero.

Obsesionado con ganar como en Santander y BBVA

"El gran error de Blesa fue entregarle todo el poder a Ildefonso cuando se fue Carlos Vela a Martinsa-Fadesa y mientras él estaba ocupado en defenderse de Esperanza Aguirre", explica otra fuente conocedora de la situación (Blesa era el candidato de Gallardón y Aguirre pretendía reemplazarle por Ignacio González, así que Rajoy tomó la solución salomónica de nombrar a Rato). "Ildefonso estaba obsesionado con que los directores generales de Santander y BBVA cobraban cinco veces más que él; no lo entendía, si Caja Madrid era la tercera o cuarta entidad de España. Así que estaba empeñado en igualarse".

Barcoj, 'el lado oscuro de Caja Madrid', era considerado por sus subordinados como un déspota. Mientras mandaba al chófer de su Audi A8 oficial a hacerle la compra, tenía prohibido imprimir papel en las sucursales y les llegó a cortar el agua caliente

Y lo consiguió. No sólo con el sueldo (pasó de unos 200.000 euros a casi 3 millones), sino con todas las prebendas. "Se le fue la cabeza. Ildefonso fue el que ideó estas tarjetas y el que se dedicó a poner cochazos a los altos directivos. Fue un desparrame", añade una de las fuentes consultadas. "Estaba fuera del mundo, es lo que te pasa cuando tienes un A8 con chófer que te lleva a todas partes, cuando tienes un ascensor privado en el que no te mezclas con la tropa, etc. Son cosas que te alejan de la realidad", añade otra.

Lo peor es que este sistema que montó bajo la presidencia de Blesa no sólo fue mantenido, sino también incrementado por Rato. "Rato y Norniella tenían un garaje propio para ellos, desde el que salía un ascensor de lujo que los llevaba directamente a su planta. Si alguien se metía en él aunque fuera por error, le caía un broncazo de su secretaria" (Teresa Arellano).

Uso diario de la tarjeta

Ildefonso usaba su tarjeta prácticamente a diario y para todo tipo de conceptos, como si fuera la tarjeta de cualquier ciudadano... sólo que no se cargaba en su cuenta, sino en la de la entidad. Compras en supermercados, regalos de Reyes para la familia, gasolina, peajes, fruterías, copas nocturnas, el Canal Plus y, por supuesto, disposiciones de efectivo. Eso no quita para que también se dieran caprichos de vez en cuando, como viajes a Tenerife de 5.000 euros.

Los gastos de Sánchez Barcoj dejan bien claro que entendía que se trataba de una tarjeta de uso estrictamente personal, puesto que apenas algunas comidas, billetes de avión o estancias en hoteles podrían calificarse como gastos de empresa. Además, no tenía ningún reparo en usarla constantemente –varias veces al día en muchas ocasiones– para pagar gastos incluso inferiores a un euro, como peajes de acceso a Madrid.

Algunos de los que más dinero gastaron con las tarjetas VIP de Caja Madrid eran, además, los más duros con los trabajadores, y llegaron a niveles absolutamente impensables. El más señalado es Ildefonso Sánchez Barcoj (el primero de la lista con 484.000 euros), que, entre los muchos cargos por los que pasó en sus 34 años en la entidad, ocupó la dirección general de medios, desde donde controlaba los gastos de la caja. Y se aplicaba a fondo en ello, hasta el punto de que prohibió imprimir y hacer fotocopias, e incluso cortó el agua caliente a las sucursales. Mientras tanto, él utilizaba su tarjeta black a diario hasta para los gastos más nimios, aparte de grandes viajes y costosos regalos, y se larvaba la quiebra de la entidad que ha requerido el mayor rescate de la historia.

Rodrigo Rato Miguel Blesa Caja Madrid
El redactor recomienda