El consejero Javier Rodríguez o por qué a veces hablar perjudica gravemente la salud

Compareció por primera vez dos días después del ingreso de Teresa Romero, la auxiliar de enfermería del hospital Carlos III que se infectó del ébola atendiendo al religioso García Viejo. Y sus palabras no dejaron indiferente a nadie. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Rodríguez, acusó a la paciente directamente de “mentir”, ya que no informó a su médico de cabecera de que había estado en contacto con un enfermo de ébola cuando le subió la fiebre por primera vez. Desde entonces, ha pasado por varios medios para intentar matizar sus palabras, pero casi ninguna de sus declaraciones ha pasado desapercibida.

El presidente de la Comunidad, Ignacio González, salió al paso de las primeras declaraciones que hizo su subordinado, y matizó sus palabras, de las que dijo que “pudieron sonar fuera de contexto” y confirmó que no fueron las más oportunas. A continuación, Rodríguez se convirtió en el protagonista de la crisis que sufre nuestro país ante el primer contagio por ébola fuera de África al aumentar sus polémicas declaraciones. Ya por la tarde, el portavoz de Sanidad de la región acudió al pleno semanal que se celebra en la Cámara, donde fue recibido por una gran ovación de todos sus compañeros de partido. Fue el portavoz del PP, Íñigo Henríquez de Luna, el encargado de felicitarlo públicamente por la gestión que había hecho al frente de esta crisis.

Vídeo: El consejero de Sanidad de Madrid cree que la enfermera mintió

En un programa radiofónico dijo que no podía confirmar que la maniobra por la que la enfermera se quitó el traje estuviese supervisada, tal y como aconseja la OMS. Sin embargo, no considera que este proceso sea muy complicado. “Para explicar cómo tiene uno que quitarse el traje no hace falta un máster”, comentó ayer el consejero, no sin antes criticar que “unos tienen mayor capacidad de aprendizaje que otros” y volver a recordar que la enferma por mentir en los días previos a su ingreso en el hospital. “Ha tardado días en reconocer que pudo tener un fallo al quitarse el traje. Si lo hubiera dicho antes, nos habríamos ahorrado mucho trabajo”.

Al ser preguntado por si tenía pruebas de que Teresa Romero había mentido, la máxima autoridad sanitaria de la Comunidad de Madrid no rebajó el tono y dijo que de lo único que tenía pruebas es de que la enferma “no ha dado toda la información que tenía”. Minutos antes había afirmado no sentir miedo si tiene que dimitir porque “soy médico y tengo la vida resuelta”, volvió a la carga. A través de las ondas criticó públicamente que la infectada pasase por un centro de estética después de ir al médico de cabecera con décimas de fiebre. “Tan mal no debía estar para ir a la peluquería”, criticó el político, que remató la nueva intervención asegurando que tiene compañeros que operan a pacientes con sida “y porque tengan sida no se les va a dejar de operar”.

Vídeo: Se defiende de las acusaciones de intentar controlar la información

Ovación para la auxiliar; críticas a su gestión

Las críticas no tardaron en llegar. La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Madrid (Adspm) exigió su dimisión por considerarlo “incapaz” de asumir la crisis y al considerar que su permanencia en el cargo supone un “grave riesgo” para la salud de los madrileños. Las redes sociales también se inundaron de mensajes en los que se pedía la cabeza del consejero y, al mismo tiempo, aumentó una ola de solidaridad con la enfermera infectada, haciendo alusión a que la desastrosa gestión del Partido Popular en esta crisis ha terminado por señalar a la enferma como la culpable de haberse contagiado.

Rodríguez continuó defendiéndose a lo largo del día y aseguró que él no criminaliza a nadie. “Lamento más que nadie que una profesional se pueda infectar. Espero que se recupere y que su sangre pueda salvar de forma solidaria a gente en este país u otros”.