Pablo Iglesias cede a las bases, pero blinda la elaboración del programa electoral

La promotora de Podemos ha cedido a ciertas reivindicaciones de las bases, incorporando cambios en su propuesta de organización para aumentar la participación interna, pero ha blindado laconfiguración de los programas electorales. El control sobre esta cuestión central seguirá bajo la batuta de los notables del partido (un consejo que presidiría el secretario general), según la iniciativa que Pablo Iglesias defenderá en los debates presenciales de la asamblea fundacional de Podemos.

La militancia, representada en la denominada “asamblea ciudadana”, sólo será consultada sobre los programas que previamente elaboraría un “consejo ciudadano”. De este modo, no tendría competencias para proponer contenidos. Atrás queda el método “abierto y participativo” que permitió a miles de personas hacer sus aportaciones individuales, enmendar otras y, finalmente, votar cada uno de los puntos programáticos con los que esta formación concurrió a las elecciones europeas. Una metodología colaborativa desarrollada originariamente por la Red Ciudadana-Partido X, y que esta organización cedió a Podemos con el fin de “promover la participación popular”. La eficacia es uno de los conceptos que más repiten para justificar la “delegación” de funciones, como sería el caso de la elaboración de programas.

Para los autores de las propuestas que más adhesiones están sumando en esta primera fase asamblearia de debate telemático de los borradores, las modificaciones introducidas por el núcleo duro de Podemos no han sido suficientes para limar sus “carencias democráticas” y su vocación centralista. “Para nosotros, las propuestas programáticas deben emanar de los círculos, que serían territoriales, de contenidos y profesionales, luego estos las llevarían a asamblea y ahí debería poder votarlas o enmendarlas todo el mundo”, explica Carolina Huelmo, fundadora del Círculo de Enfermeras. El pasado mes de junio encabezó la lista alternativa a la propuesta por Iglesias para organizar la asamblea fundacional y ahora defenderá una de las propuestas de organización mejor valoradasen los foros de debate de Podemos.

La amenaza de “caer en un modelo de partido clásico”

La potestad de los círculos, independientemente de su tamaño o tipología, para participar en la redacción de los programas electorales, como reclama Huelmo, “es un principio que forma parte del ADN de Podemos”. “Creemos que cuanto más descentralizada sea la toma de decisiones y la elaboración del programa mejor será para preservar la filosofía fundacional de Podemos. Por eso, proponemos un método mixto para la redacción del programa electoral, en el que participen los círculos y los movimientos sociales, y luego se someta a plebiscito ciudadano”, recuerda Daniel Ripa, autor de otro de los borradores más votados en Plaza Podemos.

Para el autor del documento Podemos Participar Más (al que también se ha sumado la eurodiputada Tania González), “la filosofía de Podemos es que la ciudadanía lleve la iniciativa, y espero que esto se mantenga después de la asamblea. Si no, caeremos en un modelo de organización clásica de partido”. Para evitarlo, llama la atención sobre que la formación debe pasar de las palabras a los hechos: “Siempre decimos que la ciudadanía y el tejido social deben ser una extensión de Podemos, pero luego no está claro cómo aplicar esto. En nuestro borrador sí se plantean mecanismos de toma de decisiones para que todas las organizaciones sociales, ya sea la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) o la asociación vecinal de Oviedo, por poner el ejemplo de donde yo soy, puedan influir en nuestro programa electoral. Es una forma de externalizar el trabajo político que llevamos a cabo, y que una vez propuesto se debe ratificar internamente”.

Los autores del borrador Profundización Democrática, el que más adhesiones ha recibido hasta ahora, también son críticos con la estructura jerárquica que plantea la cúpula del partido. “La redacción del programa debe ser abierta y el texto final sometido a una ratificación popular de forma telemática o mediante referéndums”, explica Víctor García, uno de sus promotores. Para impulsar estos mecanismos participativos, añade el físico y miembro del círculo de Barcelona, habría que modificar las reglas de votación internas, “que pueden distorsionar los resultados a favor de las mayorías”.

El método propuesto para ello se llama voto único transferible (VUT), el cual mejoraría la proporcionalidad y la inclusión de corrientes minoritarias, pues evita el voto útil al permitir optar por todas las propuestas en orden de preferencia, según remarca García. Un sistema que, dice, “ya se usó en las primarias abiertas de Equo y en las elecciones de otros países”, por lo que “seguiremos dando guerra desde abajo hasta que se adopte”.

O se hace de forma colectiva, o no será Podemos

Las modificaciones introducidas en el documento organizativo Claro que Podemos, promovido por Iglesias y su equipo más cercano, en el que se encuentran Juan Carlos Monedero, Íñigo Errejón o Carolina Bescansa, han tenido una buena acogida, aunque insuficiente para una parte considerable de las bases. La imposibilidad de participar en la elaboración del programa es uno de los principales motivos, pero no el único. “Existe una cierta desconfianza mutua (entre círculos y cúpula) que debemos resolver mediante la inclusión porque Podemos somos todos”, apunta Huelmo.

La portavoz del Círculo de Enfermeras lamenta que la promotora rechazase su propuesta de integración cuando compitió con la lista de Iglesias para crear el equipo técnico de Podemos (cuya función era organizar la asamblea fundacional y pilotar el partido hasta esa fecha). “Lo rechazaron de pleno y ahora se ha generado un distanciamiento que podría haberse evitado si en lugar de mirar tanto hacia adentro se tratase de incluir a la gente que trabaja por este proyecto y que se merece, al menos, un voto de confianza”.

Al igual que Ripa, uno de los nombres que más eco están teniendo en la apertura de la asamblea fundacional, junto al de Pablo Soto o Víctor García, Huelmo hace un llamamiento para mantener la esencia de Podemos en este proceso fundacional. Para ello reconoce que deben asumirse riesgos y un cierto margen de error, pero advierte asimismo que “si no construimos este proceso de forma colectiva y horizontal no será Podemos; podrá seguir llevando las siglas, pero no tendrá nada que ver”.