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Varios círculos denuncian maniobras de la cúpula de Podemos para 'filtrar' el programa
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Varios círculos denuncian maniobras de la cúpula de Podemos para 'filtrar' el programa

Los círculos sectoriales de Podemos están evolucionando a una segunda fase que pasa por la elaboración del programa para los próximos comicios

Foto: El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se dirige a los asistentes al primer encuentro estatal de Podemos, celebrado el pasado mes de junio. (EFE)
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, se dirige a los asistentes al primer encuentro estatal de Podemos, celebrado el pasado mes de junio. (EFE)

Los círculos sectoriales de Podemos, centrados en temáticas o problemáticas concretas (economía, inmigración, discapacidad, feminismos, cultura, ecología, memoria histórica…), están evolucionando a una segunda fase organizativa que pasa por la elaboración de los distintos puntos programáticos con los que la formación concurrirá a las siguientes citas electorales. Unos esfuerzos que, allí donde comienzan a dar frutos consensuándose posiciones políticas de mínimos, se están topando con inesperados obstáculos desde el propio seno de la organización.

El último círculo que ha visto entorpecido su trabajo en la configuración del futuro programa electoral que Podemos defendería en los comicios municipales, autonómicos y generales, es el denominado Círculo Estatal Podemos Inmigración. En un comunicado interno dirigido a Podemos central, al que ha tenido acceso este diario, los integrantes de dicho círculo denuncian su “preocupación acerca de la inaceptable coexistencia en nuestra organización de otros círculos pretendidamente similares en temática y finalidad al nuestro (concretamente el ‘círculo político migratorio’)”.

Una duplicidad pretendidamente consentida que va en contra de las normas internas con las que se ha dotado la formación liderada por Pablo Iglesias y que, según interpretan los afectados, “ocupa interesadamente un lugar que ya está formalizado, entorpeciendo la toma de decisiones”. Todo ello en un momento en el que, aseguran, “estamos dotándonos de contenidos y tareas fundamentales, creando grupos de trabajo específicos, para lograr que nuestra labor quede plasmada en las propuestas de los futuros programas electorales de Podemos”.

Las líneas programáticas definidas por el círculo estatal de inmigración, en el que participan ONG, asociaciones y colectivos “relacionados con el trabajo de campo con personas inmigrantes, ya sea en zonas fronterizas o urbanas”, podrían quedar ahora en papel mojado. Para evitarlo, las diferentes secciones regionales que forman este círculo (Madrid, Barcelona, Ceuta, Vitoria, Girona y Zaragoza) se han puesto en contacto con los círculos de sus respectivos territorios para que no reconozcan la oficialidad de este círculo, advirtiendo que “no es legítima su participación en actos, reuniones, asambleas…”. Asimismo, se ha solicitado a Podemos central “que adopten una firme decisión en este sentido […], y que sepan aceptar las reglas de juego de la democracia interna”.

Un llamamiento que da la impresión de haber sido escuchado y que, finalmente, “parece que acabará en entendimiento”. Al menos, así lo manifiesta Leandro Piragini, uno de los impulsores del círculo inmigración de Zaragoza, que según ha insistido a este diario, “estos días se tratará de formalizar un principio de acuerdo en materia de migración, marcando ejes concretos de trabajo y reconduciendo la situación”.

A la caza de expertos que elaborarán el programa

Las trabas con las que se están encontrando las bases de Podemos que tratan de dar forma al programa de inmigración también se han repetido en otros círculos sectoriales, aunque estos no hayan denunciado formalmente la intromisión. Por ejemplo, en lo que respecta a economía y cultura, desde la promotora se están manteniendo contactos informales con economistas (Vicenç Navarro, Juan Torres López o Arcadi Oliveres, como anunció públicamente Juan Carlos Monedero) y personalidades del ámbito cultural, para solicitarles su participación en la elaboración de dichos programas, lo cual podría chocar con el trabajo que están desarrollando las bases.

Uno de los aspectos que peor ha sentado entre los activistas por los derechos humanos que trabajan en el círculo de inmigración es que la creación del círculo ‘competidor’ incumple el artículo siete del protocolo de validación de círculos, presentado por la propia promotora en la asamblea fundacional de la formación, que está teniendo lugar estas semanas. En dicho artículo se establece que “no puede existir más de un círculo Podemos en un mismo ámbito sectorial”. La única excepción a esta norma es que los ámbitos sectoriales tengan especificidades territoriales o institucionales, lo cual tampoco ha lugar.

Desde el círculo en discordia, el denominado político migratorio, se ha plasmado en acta que “el círculo ha recibido confirmación para su creación vía mail desde la Comisión de Extensión Estatal de Podemos”. Asimismo, tanto en su acta de constitución como en las de las posteriores asambleas se remarca expresamente que entre sus objetivos principales se encuentra “desarrollar un buen trabajo programático”. Es por este motivo por el que se advierte en el comunicado interno enviado a la cúpula que están ocupando un espacio “a través de propuestas, comunicados de prensa o manifiestos que probablemente chocarán las unas con las otras en cuanto a objetivos, formas metodológicas y posiciones políticas, y que pueden afectar muy seriamente a Podemos”.

Equilibrios de funambulista

El programa político con el que Podemos se presentó a las elecciones europeas del pasado mes de mayo fue el resultado de un proceso de elaboración colectiva, tanto a través de aportaciones individuales mediante internet, como de enmiendas desde los círculos y votación online de éstas. Un formato abierto y participativo que supuso la seña de identidad de esta formación política, pero que podría verse ensombrecido por la voluntad de control de la cúpula. Estos difíciles equilibrios comienzan a generar disensiones, abriendo un debate con posiciones encontradas entre la promotora y las bases.

Como han admitido en numerosas ocasiones los notables de Podemos, el texto presentado para Europa podría no tener encaje en la realidad española, mucho menos en los ámbitos municipales o autonómicos. Sin embargo, todavía está por ver cuál será la organización política de Podemos que saldrá de su asamblea fundacional, que se mueve entre la disyuntiva de generar una estructura al uso de los actuales partidos, monolíderes, y otra más dinámica y asamblearia. O lo que es lo mismo, organizar un partido de forma cupular, siendo pilotado por un núcleo de entre 10 y 15 personas (consejo de coordinación) y un único portavoz, Pablo Iglesias, o empujar hacia la descentralización de los poderes ejecutivos para que los círculos tengan más capacidad de proposición y decisión, como pretenden las bases.

Una decisión que marcará el futuro de una organización que está revolucionando el espectro político español, y que de momento está ejerciendo de funambulista para mantener el equilibro entre la cuerda de la eficacia (jerárquica) y la de la democracia participativa (horizontal).

Los círculos sectoriales de Podemos, centrados en temáticas o problemáticas concretas (economía, inmigración, discapacidad, feminismos, cultura, ecología, memoria histórica…), están evolucionando a una segunda fase organizativa que pasa por la elaboración de los distintos puntos programáticos con los que la formación concurrirá a las siguientes citas electorales. Unos esfuerzos que, allí donde comienzan a dar frutos consensuándose posiciones políticas de mínimos, se están topando con inesperados obstáculos desde el propio seno de la organización.

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