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Arturo Fernández, con la soga al cuello también en sus negocios con los colegios
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Arturo Fernández, con la soga al cuello también en sus negocios con los colegios

Arturo Fernández no solo quería ser el rey del catering. El vicepresidente de CEOE, presidente de la patronal madrileña y propietario del grupo de restauración Arturo Cantoblanco, también quiso montar un imperio alrededor de la concesión de colegios conc

Foto: Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, junto a Juan Rosell. (EFE)
Arturo Fernández, presidente de la patronal madrileña, junto a Juan Rosell. (EFE)

Arturo Fernández no sólo quería ser el rey del catering. El vicepresidente de CEOE, presidente de la patronal madrileña y propietario del grupo de restauración Arturo Cantoblanco, también quiso montar un imperio alrededor de la concesión de colegios concertados que se extendieron en la Comunidad de Madrid en la época dorada de Esperanza Aguirre, con la que Arturo siempre ha presumido de tener una muy buena relación. Pero la crisis llegó y ahora las deudas se acumulan. En Torrelodonesdeberá abonar 4.000 euros diarios a partir de septiembre si el empresario no construye el polideportivo y el aparcamiento que comprometió en el colegio concertado Peñalar.

El Grupo Cantoblanco y el Grupo Educativo Cegesa eran socios de tres centros educativos repartidos por la región hasta el año pasado, cuando por las continuas diferencias entre los socios, Fernández yCarlos Madruga, dividieron en partes iguales el negociado. El acuerdo al que llegaron fue el de repartirse todos los colegios que compartían al 50%. Fernández se quedó con el Peñalar de Torrelodones y el Peñalvento, el colegio concertado que compartían en Colmenar Viejo, mientras que Gecesa es la única propietaria del colegio concertado Valdefuentes, que compartían en Sanchinarro.

placeholder Ayuntamiento de Torrelodones.
Ayuntamiento de Torrelodones.

El restaurador tenía que haber empezado ya las obras para instalar un polideportivo y un aparcamiento en el colegio concertado gracias al cheque de 800.000 euros que el Banco Santander le dio en mano para que comenzara con este proyecto concreto. El cheque se esfumó en la chaqueta del restaurador y las obras aún no han comenzado, por lo que el ayuntamiento ha puesto toda la maquinaria necesaria para sancionar al empresario si no presenta un proyecto inmediatamente.

Desde el consistorio creen que esta medida es insuficiente y querían pedir el embargo de las cantidades que la Comunidad de Madrid otorga a Fernández por el concierto educativo del centro. Pero tampoco pueden, ya que Arturo trabaja en el colegio con dos empresas: una a través de la cual debería pagar todos los meses el canon con el ayuntamiento y otra por la que recibe la financiación que anualmente aporta el Ejecutivo regional.

Los comienzos

Gecesa y Fernández se fusionaron en Colegio Peñalar SL para optar al concurso municipal en 2005, cuando entonces el PP aún dirigía el Ayuntamiento de Torrelodones. Ofrecieron casi el doble de lo que el consistorio requería en el pliego de condiciones. Su oferta pasó de los 263.000 euros mínimos a 465.000 euros anuales por una cesión prevista para 75 años. Fueron los únicos que optaron al concurso, y resultaron los adjudicatarios. Tiempo después, el grupo consiguió que el ayuntamiento rebajara el canon argumentando que en el proyecto original no se incluía el aparcamiento subterráneo, lo que disparó los gastos.

Ocho años después, el colegio supera el millar de alumnos y su dueño sigue incumpliendo parte del contrato que cerró con Torrelodones. El mayor quebradero de cabeza para Arturo en estos momentos es que el municipio cambió de color, y ahora lo dirige otro partido, Vecinos por Torrelodones, que ya le ha puesto fecha a la tregua: tiene de plazo hasta el 1 de septiembre para empezar las obras prometidas o deberá abonar 4.000 euros diarios.

Arturo Fernández no sólo quería ser el rey del catering. El vicepresidente de CEOE, presidente de la patronal madrileña y propietario del grupo de restauración Arturo Cantoblanco, también quiso montar un imperio alrededor de la concesión de colegios concertados que se extendieron en la Comunidad de Madrid en la época dorada de Esperanza Aguirre, con la que Arturo siempre ha presumido de tener una muy buena relación. Pero la crisis llegó y ahora las deudas se acumulan. En Torrelodonesdeberá abonar 4.000 euros diarios a partir de septiembre si el empresario no construye el polideportivo y el aparcamiento que comprometió en el colegio concertado Peñalar.

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