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Madina toma aire por primera vez y recorta ventaja a Sánchez tras el debate de Ferraz
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CARA A CARA DE GUANTE BLANCO

Madina toma aire por primera vez y recorta ventaja a Sánchez tras el debate de Ferraz

El debate se ha saldado con un punto de inflexión a favor de la campaña de Eduardo Madina, considerado el vencedor del cara a cara celebrado en Ferraz.

Foto: Sánchez, Madina y Pérez Tapias en el debate entre candidatos celebrado ayer. (EFE)
Sánchez, Madina y Pérez Tapias en el debate entre candidatos celebrado ayer. (EFE)

El debate entre los candidatos a liderar el PSOE a partir del próximo domingo se ha saldado con un punto de inflexión a favor de la campaña de Eduardo Madina, considerado el vencedor del cara a cara celebrado ayer en la sede de Ferraz y a quien se le vio mucho más incisivo y más articulado a la hora de desplegar su programa político frente a su compañero Pedro Sánchez, con quien intercambió unas cuantas pullas dialécticas a lo largo del encuentro. El “tercero en concordia”, como se definió a sí mismo José Antonio Pérez Tapias, aportó serenidad, planteamientos sosegados, críticos y desapasionados y la óptica de un senior de la política con un discurso más libre y más políticamente incorrecto a la izquierda que el de sus dos adversarios.

Debate de guante blanco en el que, ante todo, gana el PSOE que consigue ser la avanzadilla de los dos grandes partidos en la profundización de la democracia interna. Ese es el balance que se puede hacer de una jornada que los socialistas consideran histórica y extraordinaria. “Ha sido ilustrativo y espero que cree cuerpo sólido dentro del PSOE”, resumía el exministro Juan Fernando López Aguilar, que se dirigió por carta a los tres candidatos y que recibió una invitación de Pérez Tapias para estar presente en el encuentro. “Espero que este debate genere un nuevo estadio en el PSOE y que todo el que quiera aspirar a algo en este partido tenga que debatir y confrontar sus ideas con otros compañeros”, añadía. “Es la primera vez en 135 años que los candidatos debaten entre sí y pese a haber sido apresurado ha salido bastante bien”, añade el extremeño Guillermo Fernández Vara.

Sánchez, que abrió el fuego al ser el primero en tener el turno de palabra, enarboló el mismo discurso que ha ido repitiendo en las diferentes agrupaciones que ha ido visitando en los últimos meses. Que hace un año y medio no estaba en política, que es un diputado raso, que se hizo autónomo al perder su escaño y que aspira “a cambiar el PSOE para cambiar España”. Madina, por su parte, optó por reconocer lo histórico del próximo Congreso y se sumó el tanto de haber sido quien torció los designios de Ferraz para conseguir el hito de un militante, un voto. “Yo puse mi cara para que vosotros y vosotras votaseis”, argumentó como carta de presentación en uno de los primeros golpes que acusó Sánchez, considerado hasta ahora como claro favorito al haber doblado en avales al socialista vasco. Acusó el golpe, sí, y lo devolvió en cuanto pudo: “La democracia es patrimonio de todos”, se justificó para, después, añadir que él no había puesto ningún condicionante para presentarse a la Secretaría General del PSOE como sí hizo Madina con su petición de primarias entre los militantes.

Uno y otros fueron intercambiando golpes a lo largo del cara a cara, por ejemplo, sobre el tema de los aforados. Sánchez pidió que se acabe con este privilegio para todos los diputados y senadores y Madina, que comparte la idea, reclamó seriedad para no dejarse llevar por olas populistas y pedir que el aforamiento se limite sólo al trabajo institucional del parlamentario y no a su vida privada. “Como esto es serio, vamos a hablar en serio. No nos sumemos a olas fáciles”, reprocho el vasco. Ataques siempre en clave de guante blanco que, para los partidarios de Pedro Sánchez, no fueron elegantes. “Pedro ha estado más solvente y más elegante en sus respuestas”, razona una diputada que votará al madrileño el próximo domingo. ¿Por qué? “Se ha pateado las agrupaciones y la dedicación y el esfuerzo es para mí un valor”, añade esta parlamentaria.

Para los partidarios de Madina, como el propio Fernández Vara, uno de los pocos secretarios generales que no ha respaldado a Sánchez, el candidato vasco fue el claro vencedor. “Eduardo ha estado especialmente bien, aunque los otros dos también. Ha dado la sensación de que no estaba para ganar votos, sino para trasladar un mensaje de seriedad como en el tema del aforamiento. Son detalles que se agradecen y no decirle a todo el mundo lo que quiere oír”, explica.

Otro de los ámbitos en el que los dos principales rivales chocaron fue en el tema catalán. Sánchez defendió que no cabe un referéndum “ni pactado ni legal”. Y Madina, por su parte, repitió varias veces que diría siempre lo mismo al respecto. “No voy a discutir el perímetro de las naciones y las fronteras ningún día de la semana. No voy a decir que España es una nación el lunes y dos naciones el miércoles”. Pérez Tapias fue, por su parte, el único que, en este asunto, fue más allá para abogar por un modelo de Estado plurinacional.

El equipo de Eduardo Madina destacó en un comunicado que su candidato había sido el más apoyado. Añaden, en este sentido, que ha demostrado ser un candidato “independiente, comprometido con las expectativas de las bases del partido” y con una “visión profundamente progresista”. El equipo de Sánchez, por su parte, no envió ningún comunicado triunfalista tras el término del cara a cara. La clave con vistas a este próximo domingo está en la participación de los militantes. Una baja participación favorecería el triunfo de Pedro Sánchez según sus detractores. “Hay gente interesada en que no haya una gran participación, los cuadros del partido que creen que así se protegen a sí mismos”, añaden estas fuentes.

El debate entre los candidatos a liderar el PSOE a partir del próximo domingo se ha saldado con un punto de inflexión a favor de la campaña de Eduardo Madina, considerado el vencedor del cara a cara celebrado ayer en la sede de Ferraz y a quien se le vio mucho más incisivo y más articulado a la hora de desplegar su programa político frente a su compañero Pedro Sánchez, con quien intercambió unas cuantas pullas dialécticas a lo largo del encuentro. El “tercero en concordia”, como se definió a sí mismo José Antonio Pérez Tapias, aportó serenidad, planteamientos sosegados, críticos y desapasionados y la óptica de un senior de la política con un discurso más libre y más políticamente incorrecto a la izquierda que el de sus dos adversarios.

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