El contable de Nóos llega a un pacto y confiesa los delitos de Urdangarin y Torres

El contable del Instituto Nóos ha decidido colaborar con la Justicia para reducir su pena en el minuto de descuento. La Fiscalía Anticorrupción ha presentado al juez de Palma, José Castro, un acuerdo con Marco Antonio Tejeiro después de que este confesara los actos delictivos de Iñaki Urdangarin y su socio, Diego Torres.

Según fuentes jurídicas, el pacto con la Fiscalía pasaba porque éste desvelara los tejemanejes del marido de la Infanta Cristina de Borbón y su socio. A cambio, tendrá una reducción de la pena, aunque no quedará fijada hasta que el fiscal presente su escrito de acusación. El magistrado ha cerrado la instrucción imputándole los delitos de prevaricación, malversación, fraude a la Administración, tráfico de influencias, estafa, falsedad y un delito fiscal.

Tejeiro, cuñado de Torres, ha decidido confesar tras analizar el alto número de delitos por los que se le va a sentar en el banquillo de los acusados. Él fue el gerente del Instituto Nóos y presenció todos los movimientos de Urdangarin y Torres. En el escrito que ha firmado de reconocimiento de los hechos, explica que Torres y el duque de Palma hacían una división equitativa de los beneficios obtenidos. “Eran los auténticos jefes del Instituto Nóos. Tenían un poder de decisión absoluto”, dice.

De esta manera, deja al margen tanto a su hermana, la mujer de Torres –también imputada en la causa– y a la infanta Cristina de Borbón, a quienes no menciona ni un sólo momento en el funcionamiento de Nóos.

El contable señala en su confesión que los dos socios se repartían los beneficios de Nóos, formado por un conglomerado de empresas pantalla, “con la finalidad de resarcirse sin retención por su dedicación sin causa en servicio concreto, desviando con ellos los fondos del instituto a sus respectivas empresas”.

Una de estas es Aizoon, creada por Urdangarin y su mujer. Para Tejeiro, esta empresa no tenía ninguna actividad real más que la emisión de facturas por parte de Nóos a éste con el objeto de desviar los fondos que le correspondían al exdeportista olímpico.

Otro de los puntos que reconoce es que las principales fuentes de ingresos provenían de contratos con las Islas Baleares y Valencia. Concretamente, Tejeiro habla de dos eventos, el Islas Baleares Fórum y el Valencia Summit, cuyo “coste real de realización era notablementeinferior al importe recibido por las instituciones”. De esta manera, detalla que efectivamente, aunque el Instituto Nóos fuera una asociación sin ánimo de lucro, materialmentefuncionaba como una mercantil, tal y como sospecha el juez en su auto de transformación en procedimiento abreviado.

Asimismo, no tiene constancia de que jamás se hicieran “presupuestos detallados y analíticos para presentar a las administraciones públicas en relación a los costes reales”, lo que sustenta los indicios de que las Administraciones les concedieron esos contratos sin pasar ningún control. También desmiente que Urdangarin dejara Nóos en 2006, después de que la Casa Real le advirtiera del peligro de sus actividades. Tejeiro tiene constancia que siguieron trabajando juntos por lo menos hasta enero de 2008, cuando él fue despedido de Nóos.