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Vallehermoso, Legazpi, el mercado de la Cebada: promesas que no llegan a Madrid
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DEBATE DEL ESTADO DE LA CIUDAD

Vallehermoso, Legazpi, el mercado de la Cebada: promesas que no llegan a Madrid

El pleno del ayuntamiento de Madrid celebra hoy el debate del estado de la ciudad. Todavía quedan muchos proyectos que no se han construido.

Foto: El pleno del Ayuntamiento de Madrid. (EFE)
El pleno del Ayuntamiento de Madrid. (EFE)

Madrid empieza a recuperar poco a poco la estabilidad financiera. Con el remanente de tesorería que el Ayuntamiento de Madrid ha obtenido este año, Ana Botella se centrará el tiempo que resta de legislatura en hacer micropolítica: pequeñas obras de barrio, pegadas al ciudadano, ahora que ya es capaz de pagar a los proveedores a 30 días y no a 250, el tiempo que tardaba en abonar sus facturas el consistorio que heredó de su colega Alberto Ruiz-Gallardón. O, al menos, esas son sus intenciones. El Pleno del ayuntamiento se reúne hoy para debatir el que podría ser el último debate del estado de la ciudad de Ana Botella si finalmente decide (o le dicen) no presentarse a la reelección en 2015.

Por el camino quedan muchas promesas que se anunciaron en el mismo atril pero que nunca llegaron a cumplirse, como la remodelación del mercado de la Cebada, paralizada desde 2006. Ayer mismo, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid dio el visto bueno a la modificación puntual del plan general de urbanismo de la capital para desbloquear la reforma y poder convertir el mercado tradicional en un centro comercial con jardines en la azotea.

El Ayuntamiento de Madrid también lleva años trabajando en la propuesta para recuperar la plaza de Legazpi y su entorno, cuyo abandono ha sido denunciado por toda la oposición. La idea de reconvertir la zona en un intercambiador de transporte y un mercado de frutas y verduras está sobre el papel, pero por una cuestión de tiempo todo apunta a que esta legislatura no se va a ejecutar.

En el anterior debate de la ciudad, Ana Botella prometió abrir los Jardines de Torre Arias, en el distrito de San Blas, para todos los madrileños y en marzo se avanzó que se inaugurarían este verano. Casi terminando el mes de junio, nadie habla de cómo están los trabajos de acondicionamiento de esta finca de 130.000 metros cuadrados que el ayuntamiento heredó en 2012 tras la muerte de la condesa de Torre Arias, Tatiana Pérez, en la calle Alcalá, que también incluía una casa solariega del siglo XVI. Al estar varios años abandonada, los jardines estaban en un estado lamentable cuando el ayuntamiento se hizo cargo de él. A fecha de hoy, aún no hay una fecha definitiva para que todos aquellos que quieran puedan disfrutarlo.

La inauguración del polideportivo Vallehermoso, prevista inicialmente para 2010, estaba programada para junio. Pero tampoco ha podido ser. La última información es que el recinto levantado en los terrenos que hay junto al estadio Vallehermoso abrirá sus puertas en septiembre. Son más de 26.000 metros cuadrados de instalaciones que tendrán una gestión privada (Ingesport) pero contarán con unos precios fijados por el ayuntamiento. Las instalaciones que están a la espera de recibir a los primeros visitantes han contado con una inversión de 17 millones de euros.

El pinchazo de las bicicletas eléctricas

Las bicicletas eléctricas llegaban este lunes a Madrid con cinco años de retraso. El 80% de las estaciones se bloquearon a las pocas horas de estrenarse un servicio que registró casi mil abonados en las primeras 24 horas. Cinco días después, la concesionaria del servicio público de bicicleta de Madrid, Bonopark, sigue “trabajando para normalizar el servicio”.

Los grupos de la oposición reivindicarán hoy desde el Salón de Plenos del ayuntamiento que la situación de Madrid es de “colapso total”, “mala gestión” y “parálisis”. El portavoz municipal de UPyD, David Ortega, considera que “el mandato municipal agoniza” y tiene la sensación de que “en el Ayuntamiento no hay equipo, no hay proyecto y se necesita urgentemente aire fresco y que se abran las ventanas tras 23 años de mayoría absoluta del mismo partido”.

Madrid empieza a recuperar poco a poco la estabilidad financiera. Con el remanente de tesorería que el Ayuntamiento de Madrid ha obtenido este año, Ana Botella se centrará el tiempo que resta de legislatura en hacer micropolítica: pequeñas obras de barrio, pegadas al ciudadano, ahora que ya es capaz de pagar a los proveedores a 30 días y no a 250, el tiempo que tardaba en abonar sus facturas el consistorio que heredó de su colega Alberto Ruiz-Gallardón. O, al menos, esas son sus intenciones. El Pleno del ayuntamiento se reúne hoy para debatir el que podría ser el último debate del estado de la ciudad de Ana Botella si finalmente decide (o le dicen) no presentarse a la reelección en 2015.

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