Es noticia
Cierre de filas con el nuevo Monarca de Rajoy a Rubalcaba, pasando por Rosa Díez
  1. España
gonzález y zapatero alaban el discurso

Cierre de filas con el nuevo Monarca de Rajoy a Rubalcaba, pasando por Rosa Díez

El discurso de Felipe VI ante las Cortes ha sido una llamada a regeneración de las instituciones que ha convencido a sus responsables: PP y PSOE

Foto: Los reyes Felipe VI y Letizia saludan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la recepción. (EFE)
Los reyes Felipe VI y Letizia saludan al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en la recepción. (EFE)

Juan Carlos I devolvió a la soberanía nacional todos los poderes heredados hace 39 años y, después de su abdicación, Felipe VI ha empezado su reinado con el respaldo de casi todos los partidos, el 85% del Congreso, para que ejerza las funciones encomendadas por la Constitución. El primer discurso del nuevo Rey ante las Cortes ha sido un aldabonazo o llamada a regeneración para la propia Monarquía y las instituciones del Estado que ha convencido plenamente a sus responsables.

Los máximos representantes del Gobierno, con Mariano Rajoy a la cabeza, los principales dirigentes del Partido Popular, del PSOE, de la UPyD de Rosa Díez, más los diputados de formaciones regionalistas como UPN o Foro Asturias, interrumpieron con prolongados aplausos (6 veces) el primer discurso del nuevo Rey ante las Cortes. Y al entrar y al salir del Palacio del Congreso repitieron las ovaciones. No conocía la Cámara tal fervor con el Monarca desde febrero de 1981, cuando Don Juan Carlos paró el intento de golpe de Estado.

Esta vez el entusiasmo de los parlamentarios se debía a la normalidad institucional con que la Casa Real y el conjunto del Estado han acometido la sucesión en la Corona y, sobre todo, al mensaje de cambio y de confianza en el futuro de España lanzado por Don Felipe. Los diputados populares, socialistas y de UPyD (en especial su presidenta) rivalizaron en los signos de aprobación a las palabras del Rey: desde las referencias a las víctimas del terrorismo a la promesa de dar ejemplo de transparencia en la Monarquía; o de la defensa de la España “unida y diversa” a la obligación de revitalizar las instituciones democráticas.

Hasta algunos diputados nacionalistas como Josep Antoni Duran o Josep Sánchez Llibre se saltaron con disimulo las consignas de su jefe para sumarse en ocasiones al resto de los representantes de la soberanía popular. Después, los dirigentes políticos rivalizaron en elogiar las palabras de Don Felipe, casi 4.000, el doble que Don Juan Carlos en su proclamación de 1975. Rajoy destacó que se habían cumplido todas las expectativas de la “normalidad constitucional” (una obsesión del presidente del Gobierno).

Felipe González, Soraya Sáenz de Santamaría, Alfonso Guerra, María Dolores de Cospedal, José Bono, José Luis Rodríguez Zapatero, José Ignacio Wert o Elena Valenciano se repartieron las alabanzas al contenido del discurso del Rey. Acertado, profundo, cercano, de calado, impecable o completo fueron algunos de los adjetivos más empleados. José Luis Rodríguez Zapatero quiso ser original y lo calificó de valiente y directo.

En la tribuna de invitados, casi todos los presidentes autonómicos, los del PP, el PSOE y Coalición Canaria, siguieron la sesión con parecido entusiasmo al de diputados y senadores. Íñigo Urkullu y Artur Mas dieron la nota y no cumplieron ni con los mínimos de la educación institucional.

Los detalles de Don Felipe al citar las lenguas cooficiales, el respeto a la diversidad de España, las citas a los autores señeros del catalanismo, el galleguismo y el nacionalismo vasco y la despedida en sus respectivos idiomas cooficiales no les sacaron de su gesto adusto y malhumorado.

Urkullu hizo al menos un amago de aplauso, Mas ni eso. Luego explicó la causa: El nuevo Rey de España no había hablado de “Estado plurinacional”. Según el presidente de la Generalitat catalana, ha llegado la hora de cuestionar la existencia y la unidad de la nación española y pretendía que lo hiciera quien por mandato constitucional simboliza lo contrario: la unidad de España y la permanencia del Estado.

Felipe VI empieza su reinado con el apoyo de la inmensa mayoría de los representantes de la soberanía nacional comprometida en seguir adelante por la senda de la estabilidad institucional. La renovación es un hecho en la Corona y ahora quedan emplazados los partidos para sumarse a “la revitalización” del sistema democrático que pide el nuevo Monarca.

Don Felipe recordó para lo que está, para que ejercer las funciones encomendadas por la Constitución: “la más alta representación de España, arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones”.

Juan Carlos I devolvió a la soberanía nacional todos los poderes heredados hace 39 años y, después de su abdicación, Felipe VI ha empezado su reinado con el respaldo de casi todos los partidos, el 85% del Congreso, para que ejerza las funciones encomendadas por la Constitución. El primer discurso del nuevo Rey ante las Cortes ha sido un aldabonazo o llamada a regeneración para la propia Monarquía y las instituciones del Estado que ha convencido plenamente a sus responsables.

Casa Real Mariano Rajoy Terrorismo Nacionalismo José Bono Rey Don Juan Carlos Artur Mas Alfonso Guerra Rosa Díez
El redactor recomienda