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Se buscan líderes de todos los colores en Madrid para las elecciones de 2015
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EL 'TSUNAMI' PODEMOS DESCOLOCA A TODOS

Se buscan líderes de todos los colores en Madrid para las elecciones de 2015

El 'tsunami' Podemos ha desconcertado a todos los partidos en Madrid. Ninguno tiene decidido aún qué candidato encabezará sendas listas el año que viene

Foto: Ignacio González (i), junto con Tomás Gómez (c) y Gregorio Gordo (al fondo). (Efe)
Ignacio González (i), junto con Tomás Gómez (c) y Gregorio Gordo (al fondo). (Efe)

Cuesta digerir el ‘milagro’ de Podemos. Nadie creía que el discurso de Pablo Iglesias pudiera convencer a 1,2 millones de españoles hasta que el 25 de mayo se confirmó el peor de los pronósticos para todos sus adversarios: el nuevo partido entraba con mucha fuerza. Hasta las europeas, en Madrid todos apuntaban a que, si se cumplían las encuestas que pronosticaban que el PP perdía la mayoría absoluta en Madrid en las municipales y autonómicas, Unión Progreso y Democracia podría convertirse en el partido bisagra. Por eso, tanto PSOE como IU cortejaban a la formación magenta, para intentar montar una coalición de izquierdas que desbancase a la derecha. Pero todo cambió el 25-M: el PP perdió 20 puntos; el PSM cosechó el peor resultado de su historia e Izquierda Unida fue arrastrada hasta la quinta posición como fuerza más votada. Todo el panorama político de Madrid, Comunidad y Ayuntamiento, patas arriba 'por culpa' de Podemos.

A doce meses de las elecciones municipales y autonómicas de 2015, ningún partido tiene claro aún cuál va a ser el candidato que encabezará sus listas para intentar convertirse en la fuerza más votada. Madrid siempre ha sido el espejo en el que se medían las elecciones nacionales, que se celebrarán cinco meses después. Por eso, para todos los partidos es crucial atinar en designar al mejor candidato al frente de la capital y de la comunidad en la que se juegan casi 6,5 millones de votos.

El Partido Popular perdió los estribos de la gobernabilidad en Madrid cuando sus dos pesos pesados, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, abandonaron el barco y dejaron a sus números dos al frente, con mucho menos peso político que ellos. La figura de Ana Botella quedó en entredicho por la dudosa gestión que la alcaldesa hizo cuando estalló el caso Madrid Arena, en el que cinco jóvenes murieron en un recinto municipal por una avalancha. Tras aquella crisis, la mujer de José María Aznar tuvo que acometer cuatro crisis de Gobierno que ha dejado muy endeble su actual ejecutivo.

Tampoco han corrido buenos tiempos para Ignacio González desde que asumió la Real Casa de Correos. A la espantá de Eurovegas, que prometía miles de empleos para una España sumida en la crisis, el delfín de Esperanza Aguirre recibió dos duros golpes: la paralización de la privatización de la gestión de la sanidad y la paralización del céntimo sanitario. Las continuas informaciones sobre la dudosa forma en la que el matrimonio González-Cavero adquirió su ático de Málaga tampoco ayudan a que desde Génova vean con buenos ojos que González revalide su puesto en 2015, a pesar de que él ha dicho públicamente que le encantaría presentarse a la reelección.

Las encuestas de última hora, decisivas

En Génova tienen un solo candidato capaz de mantener la mayoría absoluta en Madrid: Esperanza Aguirre, la baronesa más díscola con Mariano Rajoy, a quien muchos no ven capaz de apartar a Botella de Madrid ni de colocar a Aguirre. “Si puede evitar acudir a ella, lo evitará”, aseguran a El Confidencial fuentes cercanas al presidente. Muchos creen que apostaría por aupar a una Cristina Cifuentes que se limita a responder que ella irá donde le mande el presidente. Todo dependerá, una vez más, de las encuestas que cocine el propio partido en otoño de este año.

Si el Partido Popular de Madrid ha perdido medio millón de votos el domingo, el Partido Socialista de Madrid tampoco ha despegado y ha cosechado los peores resultados de su historia con sólo el 18,94% de los apoyos (por debajo incluso del PSOE nacional, con el 23% de votos). Lejos de hacer algún tipo de autocrítica, el líder Tomás Gómez echa la culpa a Rubalcaba del fracaso y se centra ahora en descifrar quién será el futuro secretario general, de quien dependerán los nombres de los dos candidatos llamados a liderar el partido en la capital.

Más asustado que el propio exalcalde de Parla está el líder municipal, Jaime Lissavetzky, un apadrinado de Rubalcaba al que no se le ha conocido oposición destacable en el ayuntamiento y que ha perdido 200.000 votos en estas elecciones. Su idea pasaba por montar un ‘tripartito’ con Izquierda Unida y UPyD y acabar con los veinte años consecutivos de gobernabilidad popular. Pero Pablo Iglesias convenció a 121.428 madrileños y ha roto todas las quinielas que había en el tablero de juego. Entre bambalinas coge fuerza otro nombre para encabezar la lista municipal socialista: Antonio Miguel Carmona, diputado de la Asamblea de Madrid, tertuliano y un fiel de Gómez.

‘Tsunami’ en IU

El terremoto Podemos ha agrietado también a Izquierda Unida. El partido de Pablo Iglesias también comienza a despertar simpatías entre las bases de IU en Madrid. La agrupación de Izquierda Unida en Rivas-Vaciamadrid (Madrid) ya había propuesto al partido incluir a Pablo Iglesias en las listas de Izquierda Unida. En contra está el núcleo duro del partido, que apuesta por marcar distancias de las ideas de la nueva formación. En el aire también están los candidatos. En el consistorio, Ángel Pérez ha anunciado que no repetirá a la reelección en 2015. Y se sospecha que el partido está negociando en secreto con Podemos un candidato común para desbancar al PP.

En la capital, la formación está dividida en dos. El sector mayoritario lo controla el líder Eddy Sánchez, con el apoyo de Pérez. Pero sus rivales buscan un nombre para desbancarlos, con los malos resultados cosechados en las europeas como aval. Dos nombres que ahora están encima de la mesa como posibles sustitutos: Mauricio Valiente, diputado regional, y Yayo Herrero, coordinadora de Ecologistas en Acción.

Igual de sorprendidos por el tsunami que ha provocado Pablo Iglesias están en Unión Progreso y Democracia, contentos con los resultados pero no satisfechos. La formación magenta sube en 40.000 el número de votantes. Una escalada débil teniendo en cuenta que Podemos les ha superado en votos y la irrupción de Ciudadanos, que se ha hecho con casi un 5% de su potencial electorado. El portavoz municipal, David Ortega, se presentará a un proceso de primarias para revalidar su cargo. Lo que está por ver todavía es si Luis de Velasco, el portavoz regional, se presenta a la reelección o cambian el cabeza de cartel.

Cuesta digerir el ‘milagro’ de Podemos. Nadie creía que el discurso de Pablo Iglesias pudiera convencer a 1,2 millones de españoles hasta que el 25 de mayo se confirmó el peor de los pronósticos para todos sus adversarios: el nuevo partido entraba con mucha fuerza. Hasta las europeas, en Madrid todos apuntaban a que, si se cumplían las encuestas que pronosticaban que el PP perdía la mayoría absoluta en Madrid en las municipales y autonómicas, Unión Progreso y Democracia podría convertirse en el partido bisagra. Por eso, tanto PSOE como IU cortejaban a la formación magenta, para intentar montar una coalición de izquierdas que desbancase a la derecha. Pero todo cambió el 25-M: el PP perdió 20 puntos; el PSM cosechó el peor resultado de su historia e Izquierda Unida fue arrastrada hasta la quinta posición como fuerza más votada. Todo el panorama político de Madrid, Comunidad y Ayuntamiento, patas arriba 'por culpa' de Podemos.

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