España, a la cabeza de Europa en exclusión social y a la cola en inversión para evitarla

La inversión del Gobierno central ha arrancado, pero tarde. Y sigue siendo poca. En España, las políticas enfocadas a la protección social de los más desfavorecidos han empezado a adaptarse a la media europea solo una vez llegada la crisis económica, al igual que en los países más golpeados por la misma.

A pesar de ser los que más han aumentado este tipo de inversión en los últimos ocho años, Grecia, Irlanda, Italia y España siguen por debajo de la media Europea. A la vez, su población en riesgo de exclusión social ha alcanzado porcentajes mayores que los de la media de los 28 países comunitarios.

La foto fija que ofrece el siguiente gráfico es de 2012, último año en el que hay datos disponibles para todos los países de la UE. La evolución de la inversión en protección social es lo que ayuda a entender cómo se ha llegado hasta aquí.

En España, la población en riesgo de exclusión crece titular tras titular, estadística tras estadística. Esta misma semana el foco ha vuelto a centrarse en los niños, tras la publicación de la Encuesta en Calidad de Vida de la UE. En la Unión hay 27 millones de pobres por debajo de los 18 años. En países como España o Rumanía, se alcanzan porcentajes del 29% del total.

El problema no afecta solo a los menores, sino a toda la población. Los datos de Eurostat que hacen referencia al mismo año de la citada encuesta, 2012, son también los más actualizados a nivel comunitario. E indican que, en España, el 28,2% de la población, tres de cada diez personas, están en riesgo de exclusión social.

Desde una inversión muy por debajo de la media se ha intentado dar el estirón hacia la media de los 28 de la UE solo una vez alcanzadas una de las peores tasas de paro y pobreza del continente

En la Unión se va desde el caso búlgaro, donde la mitad de la población se encuentra en esa situación, hasta los de Países Bajos, Suecia o República Checa, donde no alcanza el 16%.

Una de las raíces de este dato ahonda en las políticas que los Gobiernos aplican para intentar acabar con esta situación. La misma Eurostat indentifica como tales las políticas de protección social, aquellas que define como miradas al cuidado de enfermedades crónicas, la discapacidad, asistencia a los ancianos ancianidad, ayudas para la supervivencia básica, desempleo, vivienda y exclusión social.

Quienes invirtieron menos en ellas en los años anteriores a la crisis económicas son justamente los países que hoy ven dispararse sus tasas de pobreza. Y en muchos casos, como en España, el aumento repentino de los últimos años no ha servido siquiera como parche.

El contraste mayor lo hace la "otra" Europa: Alemania, país que desde el comienzo de la crisis no ha visto subir su tasa de paro en ningún momento, donde las políticas de protección social han ido adaptándose a la media Europeas. También lo han hecho en España, pero al revés: desde una inversión muy por debajo de la media se ha intentado dar el estirón hacia el estándar de los 28 de la UE solo una vez alcanzadas una de las peores tasas de paro y pobreza del continente.

Así, Irlanda (con un 49%), España (37%) y Grecia (35%) han sido los países que desde 2006 más se han aumentado su inversión en políticas de protección social. Y, sin embargo, la exclusión social no se ha erradicado: al revés, ha llegado a situarse por encima de la media europea.