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Lesmes blinda el CGPJ para lavar la mala imagen de la institución por su politización
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QUIERE CONTROLAR LAS FILTRACIONES A MEDIOS

Lesmes blinda el CGPJ para lavar la mala imagen de la institución por su politización

El presidente del CGPJ, Carlos Lesmes, tiene un objetivo, lavar la mala imagen que desde hace años se ha granjeado la institución por su profunda politización

Foto: El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. (Efe)
El presidente del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes. (Efe)

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, tiene un objetivo claro, lavar la mala imagen que desde hace años se ha granjeado la institución por su profunda politización. El órgano se ha ganado la antipatía de gran parte de la carrera judicial, que ve al Consejo como un instrumento para los políticos, pero muy alejado de los jueces de a pie, que no se ven identificados con él.

Para conseguir su reto, Lesmes sabe que tiene que evitar de cualquier manera las filtraciones interesadas a los medios de comunicación. Su mensaje se lo ha hecho llegar a los vocales pero, sobre todo, a los cinco que componen la Comisión Permanente, que son los que manejan toda la información al ser los únicos que, actualmente, tienen dedicación exclusiva en el órgano que regula los jueces.

Para el presidente, las filtraciones van unidas con la mala imagen del CGPJ. Los vocales de la Permanente han entendido el mensaje y apoyan a Lesmes en la idea de que las informaciones que salen al exterior deben estar muy controladas. De esta manera, se pueden manejar mejor las críticas al órgano e intentar dar una imagen de seriedad y profesionalidad, en vez de un auténtico campo de batalla, como lo fueron los dos anteriores consejos, según fuentes del órgano.

Evitar la exposición pública

Las broncas públicas entre los vocales desestabilizan la imagen del Consejo. Como muestra, las tensiones en el anterior mandato entre conservadores y progresistas y entre vocales del mismo grupo provocaron la dimisión del presidente, Carlos Dívar, algo que no había ocurrido jamás en la historia del CGPJ.

Carlos Dívar (d) y el presidente de la Sala de lo Civil de este órgano, Juan Antonio Xiol (i). (Efe)Para evitar esas situaciones, Lesmes quiere controlar hasta el más mínimo detalle y evitar todo lo posible la exposición pública del órgano. Así, ha decidido que no haya portavoz, consiguiendo que nadie ponga cara al Consejo más que él. Cuando fue designado presidente, se autonombró portavoz, aunque no ejerce tales funciones. Esto está provocando que no haya una imagen del órgano para explicar las decisiones que se adoptan.

Algunos vocales no comparten esta idea, pero el nuevo Consejo, tal y como se ha concebido en la reforma de la ley que lo regula, concede al presidente prácticamente todos los poderes, convirtiéndolo en una institución presidencialista. Miembros del órgano dudan de que la decisión de que no exista un portavoz efectivo sea una buena idea. Sin embargo, Lesmes busca alejar de los medios de comunicación al Consejo.

Es decir, sí se hacen llegar las informaciones oficiales a través de los cauces oportunos, pero quiere evitar las ruedas de prensa para que los periodistas no pregunten sobre causas judiciales que estén abiertas, ya que si hubiera preguntas el órgano tendría necesariamente que entrar a valorar situaciones y polémicas abiertas.

Mano dura contra las filtraciones

Hace unas semanas, se filtró a la prensa el borrador de uno de los informes sobre el anteproyecto de la Ley del Aborto, así como el que se había realizado sobre la Ley de Seguridad Ciudadana, antes de que entrara a votación por los vocales. El enfado de Lesmes fue manifiesto, según fuentes del órgano, y ha tomado medidas para que eso no vuelva a ocurrir. Como presidente del Tribunal Supremo, también quiere mantener el control de las informaciones en el alto tribunal, hasta tal punto que desde la Sala de Gobierno se ha abierto una investigación para identificar a las personas que han filtrado información a dos medios de comunicación, extremo que algunos magistrados no salen de su asombro porque hasta ahora nunca antes se había tomado esa medida al respecto.

En su única entrevista a un medio, aseguró que a los jueces se les controla con “el palo y la zanahoria”. Desde la carrera judicial ha sido recibido como un jarrón de agua fría

Por ahora, los vocales de la Comisión Permanente, aunque con alguna reserva, apoyan a Lesmes en intentar dar una imagen de unidad por el bien del CGPJ. Además, con el nuevo formato es mucho más fácil el control, al estar únicamente los cinco vocales de la Permanente diariamente en el órgano.

El siguiente paso para ese lavado de imagen es intentar acercar el Consejo a la carrera judicial. Su primer paso ha sido abrir a toda la carrera el debate sobre el Anteproyecto de Ley Orgánica del Poder Judicial, de modo que las opiniones de los jueces y magistrados españoles, de los órganos de gobierno de los tribunales y de las asociaciones judiciales se tendrán en cuenta para elaborar el informe que se remitirá al Gobierno. Para ello, se ha habilitado durante un mes en la Intranet judicial un formulario para recoger on-line las propuestas que deseen formular todos los jueces y magistrados españoles.

Lesmes no ha empezado con buen pie su presidencia. En los escasos cinco meses desde que fue nombrado, el magistrado ha sido muy criticado por el fuerte presidencialismo al que ha sometido al CGPJ, por el control que quiere implantar y por algunas palabras desafortunadas. En su única entrevista a un medio de comunicación, aseguró que a los jueces se les controla con “el palo y la zanahoria”. Desde la carrera judicial ha sido recibido como un jarro de agua fría e incluso se han convocado una veintena de juntas de jueces para pedir una rectificación o su dimisión. Públicamente no se ha disculpado y fuentes próximas a él señalan que no tiene intención de hacerlo porque ya indicó a algunos decanos de jueces que sus palabras habían sido malinterpretadas.

El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, tiene un objetivo claro, lavar la mala imagen que desde hace años se ha granjeado la institución por su profunda politización. El órgano se ha ganado la antipatía de gran parte de la carrera judicial, que ve al Consejo como un instrumento para los políticos, pero muy alejado de los jueces de a pie, que no se ven identificados con él.

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